(L) Aunto: Don't Throw Out My Legos

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Estimado Trafalgar Law.

Vi que tiene un pequeño hijo, una noticia de la que no me enteré hasta hoy que decidí ver los periódicos.

Debo admitir que me impresionó, sin embargo, estoy muy contento porque usted se encuentra bien, quizá no le importe mucho, pero hace poco acabé mis filmaciones con Top Gun y volví a mi hogar en Portland.

No sé dónde se encuentre usted, pero de saberlo quizá aparecería en la puerta de su hogar para preguntarle un par de cosas.

Atte: Monkey D.Luffy y está carta que nunca será enviada.

— ¡Luffy! — su hermano ingresó a su habitación sin tocar la puerta — llegó una carta que dice ser para ti.

— ¿Para mí? — a pesar de haber intentado ocultar la carta que acababa de escribir, era más que evidente que Sabo había notado su inquietud.

— Tiene tu dirección antigua de los angeles, no sé cómo llegó aquí — el mayor, a pesar de estar algo extrañado, decidió no darle importancia y miró el sobre algo arrugado y bastante maltratado — ¿La tiro?

— ¿De quién es?

— Dice, Trafalgar Law — Después de mencionar el nombre se quedó mirando las letras intentando recordar algo — ¡Oh! Es el tipo que te ayudó a encontrar papeles ¿Verdad? Debería agradecerle personalmente por el gesto.

— ¡No! — exclamó eufórico — es decir, está muy ocupado, no hay que molestarlo.

— Es verdad, te dejo la carta — y como ingresó, desapareció por la puerta, tan rápido que ni siquiera daba tiempo a replicar algo.

Había pasado ya un mes desde que terminaron las grabaciones, un mes desde que se había refugiado en casa de su familia, un mes desde que Smoker falleció, un mes desde que comenzó a trabajar en un estudio pequeñito en Portland, un mes sin ver a Sanji, un mes sin ver periódicos.

En una de las páginas del periódico de farándula, de semanas atrás, se anunciaba el aplazamiento del estreno de Mystic pizza.

Caminó a pasos lentos hasta donde su hermano había dejado la carta y cuando la tuvo en sus manos un sentimiento resurgió desde lo profundo de su pecho avisándole que nunca se había ido, que seguía ahí a pesar de que pasarán décadas, seguiría ahí, la fecha parecía ser justo unos días después de que Trafalgar desapareciera por primera vez.

Esa carta tenía que llegarle antes de la fiesta de Kid, tendría que haberla leído antes de despedirse, de haberlo hecho, las cosas no habrían sido tan tristes.

La gran apuesta - Lawlu, ZosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora