"Tutor."

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En este momento los profesores y alumnos se encontraban regresando a la academia. Los chicos fueron amonestados severamente por All Might que les advirtió que les esperaba algo peor con el director Nezu. Por otro lado, Hawks logró capturar a uno de ellos y decidieron transportarlo en otro barco por precaución.

La joven ángel se encontraba en el techo del barco con las alas caídas, así sus alas no iban contra el viento para que no fueran molestas (Y no retrasaran ni desviaran el curso del navío). Abrazó sus piernas mientras observaba a sus amigos siendo obligados a trabajar como castigo en la popa. Quizás si pudiera controlar sus alas mejor podría ser tan libre como ellos. ¿Podría ella modificar el tamaño de sus alas? No, muy difícil sino imposible. Suspiró.

-¿Sucede algo señorita Katrina?

El señor Hawks tomó asiento junto a ella. Observó cómo manejaba con gracia sus alas y deseó tanto tenerlas como él. Volvió a suspirar. Hawks sonrió enternecido.

-No puedo hacer nada de estas alas.

-Puedes hacer mucho con esas alas.

-Si me muevo mal podría hasta hundir nuestro barco. Sí, quizás sí puedo hacer mucho.

Él se rió de su comentario. Sus alas eran monstruosamente grandes. Debía tener una fuerza extraordinaria para poder soportar todo eso una pequeña adolescente como ella.

-Creo que nos parecemos más de lo que crees.

Katrina no lo creía, ni un poco. Lo miró escéptica.

-¿Puedes desprender tus plumas?

Ella lo analizó un momento -Nunca lo he intentado. Es la primera vez que dejo mis alas crecidas... No, segunda. La primera me las arrancaron en el patio de la academia.

Hawks no pudo evitar arrugar el rostro del dolor. A Katrina no le pareció extraño.

-¿En todos estos años no lo dejaste crecer?

-No -observó sus manos en sus rodillas-Me los extirpaba antes de que mis padres se dieran cuenta. Cuando entré en la adolescencia todo se complicó.

La conversación llamó la atención de los chicos y fueron deteniéndose a observarlos, ignorando sus quehaceres. Sus ojos conectaron con los de Bakugo.

-Hm, ¿qué puedes hacer?

-Volar supongo. Poseo telequinesia y telepatía.

Eso lo sorprendió. Hawks lo pensó un momento.

-¿Qué tan rápido se generan tus plumas?

Katrina dudó un momento-Depende de cuánta cantidad me quite. Si es en exceso puede que de tres a cinco días si son unas cuantas plumas en pocas horas.- estiró la mano y se arrancó una. No lo sintió en absoluto.

-Es un tiempo considerablemente corto teniendo tal magnitud. -Tomó la pluma de sus manos y la analizó. Ella lo observaba atenta -Bien, tu don es semejante al mío así que desde hoy me encargaré de ti.

-¿Qué?

-Ése era el plan desde el inicio -Hawks asintió sonriente -. Todas las pruebas concluyeron que tienes una muy alta similitud conmigo. Desde ahora seré quién se encargue de tu formación.

Lo miró atónita.

-Así es. Aprenderás a sacar el mayor partido de tus alas conmigo ¿no estás emocionada?

Estaba aterrada. Éste hombre no parecía muy serio en su trabajo y ni era consciente del peligro que ella representaba.

-No pareces muy convencida según puedo ver.

Ella suspiró. Siempre fue muy mala en ocultar sus emociones así que su rostro de disgusto no hacía falta más disimular.

-¿De qué crees que estén hablando? -preguntó Todoroki a Bakugo.

A Bakugo le molestó esa pregunta. ¿De qué más estarían hablando que no sea de sus dones? Aunque se estaban sentando muy cerca y ese idiota le estaba sonriendo. ¿Qué demonios pasaba ahí?

Se congeló en su lugar cuando Hawks le tendió la mano y ella la estrechó. Le llegó la risa de él en sus oídos y vió como se inclinaba hacia ella enseñándole la pluma. Ese hijo de puta se estaba pasando.

-¡Debemos terminar esto pronto! ¡Vamos! -despertó Midoriya a sus amigos de la extraña imagen de ambos alados mostrándose sus plumas.

Caminaron hacia la cabina todos excepto Bakugo que se quedó mirándolos fijamente sin disimulo, lo cual llamó la atención de Hawks. El mayor le sonrió y él chasqueó la lengua en desaprobación. Se fue más molesto que antes.

Katrina estaba concentrada tratando de percibir cada pluma de sus alas y la que tenía en sus manos ajena a ese encuentro fugaz entre hombres.

-Oye Katrina.

-¿Sí?

-¿Ese es tu novio?

Arrugando el rostro lo miró y observó el dedo de él apuntando la espalda de Bakugo. -¿Qué? No. No, claro que no.

-Hmm.

-¿Por qué preguntas eso? -trató de sonar desinteresada y él analizó su rostro. Katrina rogó a Dios no sonrojarse.

-Por nada.

Mentira. Katrina quería saber por qué lo mencionó pero no iba a demostrar que le importaba. Volvió a concentrarse en su pluma.

Hawks se reía interiormente. Por lo que podía ver iba a divertirse un montón con estos dos.

"Alas de la Calamidad" - Bakugo Katsuki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora