Bakugo se revolvió incómodo en su lugar mirando a la chica frente a él. Jamás la había visto... ¿o sí? No importaba, le estaba quitando tiempo y prefería estar haciendo otra cosa que esperar a que esta chica hable.
Y se estaba esforzando, Katrina ob...
Todos quedaron anonadados ante la unión de manos que apareció luego de abrirse la puerta pero nadie quiso cuestionar ni bromear al respecto.
—¿Me necesitaban? —Sí, ven — Uraraka despertó y la arrastró hasta el centro.
Katsuki se hizo a un lado y volvió a recostarse por la pared donde anteriormente estaba mientras observaba a Katrina emocionarse al ver a Hawks asistiendo a su fiesta de bienvenida. Kirishima fue a su lado sin decir una palabra pues sólo quería acompañarlo.
—Sucedieron cosas — farfulló.
—Sí, eso está bien — atinó a responderle sorprendido sin haber comprendido bien. No esperaba que le hablara sobre eso.
—¿Nadie va a hablar de cómo Baku— Ashido le encestó un golpe a Mineta.
—Esto es del curso para ti — Iida le entregó una caja de regalo. Le conmovió que la caja fuera tan grande, podía rodearlo por completo con sus brazos. Jamás recibió algo así.
—Oh Dios, no tenían por qué — Katrina tomó la caja y lo apretó a su pecho. Estaba muy emocionada, no podía sentirse más amada. Tanto tiempo pidió, pidió y pidió por lo que hoy estaba recibiendo. Espero tanto, demasiado para conocer a estas personas...
La clase entera se sobresaltó al verla gimotear evitando derramar lágrimas.
—¿Katrina? ¡No! ¡No llores! — Ashido la abrazó.
—Gracias, con todo mi corazón. Gracias chicos. Perdónenme por llorar.
Se miraron unos con otros impotentes al verla así y ella lo sentía muchísimo. No quería ponerlos en esa situación pero se había quebrado por completo. Había querido una familia normal, amigos de verdad, una vida tranquila como cualquier otra y, aunque sabía que no podía remediarlo lo quería. Siempre soñaba si tan sólo se pudiera. Podría no tener la familia que ella quería, o al menos una familia a la cual pertenecer, mas sí tenía amigos. Estos increíbles amigos que se convertirían en héroes y salvarían vidas. Salvarían su vida. No, ya la habían salvado con conocerlos.
—Los quiero mucho —dijo entre sollozos.
Uraraka se unió al abrazo de Ashido e Iida posó su mano por su hombro.
—La clase 1-A no te abandonará jamás, siempre estará contigo.
Mineta se acercó con intención de abrazarla, sin embargo se detuvo al ver caer esos ojos rojos de terror sobre él.
—Eres parte de esta familia — añadió Todoroki.
Katrina asintió.
—Bueno, abre el regalo. — Kaminari se revolvió emocionado.
Ella se acercó a una mesa dejándolo frente a ella, luego levantó la tapa y reveló para sí el regalo. ¡Habían un montón de cosas! Auriculares, gafas divertidas, una bufanda en conjunto con una gorra, hebillas y gomas para el cabello, maquillaje, snacks dulces y salados, entre otras cosas.
—Cada uno aportó algo para ti en esa caja pero también nos pusimos de acuerdo en regalarte lo que hay más abajo.
¿Había más abajo? Separó las serpentinas y todos los objetos a un lado y sintió una cajita, explorando más sintió un cristal al lado de él. Contempló que la forma era cuadrada y, con mucho cuidado con los demás regalos, los retiró del fondo.
Eran un cuaderno, una cajita envuelta como regalo y una fotografía de ellos que en un costado se leía: "Para Katrina, de la clase 1-A ❤️"
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