Yin Yang - Matt Sturniolo
Viernes, 5 de diciembre
Ya no me quedan uñas, literalmente. Son las 4:30 de la madrugada y no he dormido nada. ¿La razón? La presentación del trabajo. Una de las razones más catastróficas por las que mis notas no son como deseo (desde que voy a la escuela). Debido que en mis presentaciones soy un desastre, o cuándo tengo que hablar delante de muchas personas. Antes de presentarme frente a demasiadas personas cruzo los dedos para que todo salga bien y pueda mantener la calma, pero siempre me trabo, no hablo o simplemente pongo alguna excusa para no exponer.
Pero hoy es diferente. Hoy no puedo negarme a exponer. Las razones son simples: Estoy en la universidad. Ya no soy una simple chica que se está sacando el bachillerato. Actualmente, me riesgo a poder perder mi beca que hace mucho tiempo he estado anhelando de Harvard, una de las mejores universidades en Boston.
Además, TENGO QUE DEJAR MI MIEDO A UN LADO DE UNA BUENA VEZ.
Enfrentar lo inevitable me tiene contemplando mi espejo que tengo en frente, donde, para poder practicar mejor los párrafos que debo decir, los ensayo recitándolos a la vez que puedo ver mi reflejo en el cristal.
Unas horas más tarde, me suena el despertador de cada mañana que me indica que debo de levantarme para luego llegar a la uni. Pero, ya que no he pegado ojo esta noche, lo paro inmediatamente y guardo todos mis apuntes (que he perdido ya la cuenta de cuántas veces los he estado repasando esta madrugada) dentro de mi mochila.
Me dirijo a la cocina dónde me sirvo mi séptima taza de café que llevo de momento, y si, creo que por ahora alrededor de mi cuerpo circula más cafeína que sangre. Y, para subir el ánimo a Cami que también estos días tiene muchos exámenes, preparo unos huevos revueltos con tostadas y aguacate.
Ya con los desayunos listos, los pongo encima de la mesa a la vez que veo a una Cami adormilada entrando a la sala.
—Buenos días— Le saludo mientras que me siento en una de las sillas que hay en la mesa.
—Buenos días— Me responde Cami bostezando—Uy, ¡Estela! Pareces un zombie.
—Tia, ya sabía que era fea, pero no tanto como un zombie. ¿O si?— Le respondo sarcásticamente.
—No boba, no me refería a eso. Lo que pasa es que llevas unas ojeras gigantes debajo de tus ojos. ¿Vuelves a tener problemas para dormir?
—No, tranquila. Lo único es que he estado últimamente muy estresada con la presentación de la que te hable. Hoy me toca presentarla y tú sabes que cuándo me tengo que exponer delante de muchas personas me pongo muy nerviosa, tanto que creo que en cualquier momento les vomitaré encima.
—Estela... —Me dice dándome caricias en mi mano como muestra de apoyo. —La clave es enfocarte en una persona de confianza o profesora, No mires a nadie más, solo a esa persona, y le expones la materia a ella como si fuera una charla casual.
En mi cabeza la imagen de Olivia se presenta ante mí junto un coro de gloria y una luz celestial. ¡Eso es!
જ⁀➴
El timbre de entrada saca a todos de su trance y retoman lo que hacían.
Los nervios me aumentan y con ellos mi torpeza se vuelve obvia. No paro de juguetear con mis manos en busca de algún tipo de calma, pero en estas alturas, lo que siento es de todo menos la tranquilidad o algo relacionado por el estilo.
Los demás compañeros empiezan a entrar a la sala y entre ellos no tarda en aparecer Matt. Trae puesta una sudadera oscura, junto unos pantalones cargo de un color verde pistacho.
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𝗬𝗜𝗡 𝗬𝗔𝗡𝗚 | 𝗠𝗮𝘁𝘁 𝗦𝘁𝘂𝗿𝗻𝗶𝗼𝗹𝗼
FanfictionEn Boston, una chica llamada Estela Bradley empieza la universidad, en concreto una llamada Harvard junto su mejor amiga de toda la vida, Camila. Que siempre está a su lado. Ella tiene claro que camino seguir, está decidida de que quiere sacarse una...