𝗬𝗜𝗡 𝗬𝗔𝗡𝗚 | 𝗠𝗮𝘁𝘁 𝗦𝘁𝘂𝗿𝗻𝗶𝗼𝗹𝗼

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Yin Yang - Matt Sturniolo

Luego de mandarle la ubicación a Matt, vuelvo a entrar al bar mientras que bailo un par de canciones más con mis amigas. En una de esas canciones me emociono y me subo en una mesa, donde al parecer, la gente posa sus ojos en mí y yo empiezo a bailar de manera acalorada Toxic de Britney Spears. Estoy en medio de la canción pasándomelo bien hasta que llega Matt y veo en como, de manera delicada, me baja de la mesa a la vez que me coge como si fuese una princesa y me lleva a su coche.

Me despido de mis amigas, que aún se encuentran dentro del local ligando. Sonrío y me fijo en el rostro de Matt mientras me está llevando a su coche, con mi mano, finamente le coloco un mechón rebelde que se le ha caído y lo vuelvo a poner en su sitio. Cuándo lo hago, él se fija en mi unos segundos a la vez que vuelve a desviar su mirada hacia la calle mientras camina.

—Jo, me lo estaba pasando fenomenal hasta que TÚ has llegado.— Le digo mosqueada.

—¿A fenomenal te refieres a beber hasta explotar?

—Yo no bebo, estoy completamente sobria.— Digo aguantándome la risa.

—No mientas, que hasta aquí puedo oler el olor a alcohol.— Me dice él haciéndome una mueca de asco, a lo que yo le respondo sacándole la lengua.

Conforme llegamos a su coche, me sube al asiento al lado del copiloto al mismo tiempo que me pone el cinturón. Cuándo el se pone a conducir, en la radio suena una canción de Led Zeppelin y yo la empiezo a tararearla hasta que siento en cómo poco a poco se me van cerrando los ojos.

જ⁀➴

Domingo, 7 de diciembre.

Estaba durmiendo tranquilamente hasta sentir un zumbido constante en mi cabeza que es la razón por la que me levanto. Veo en cómo ya ha salido el sol a través de la ventana, pero... Esta ventana no es la mía. Miro curiosamente la habitación en la que estoy y entro en pánico, ¿DÓNDE ESTOY?

Intento levantarme, pero cuando lo hago, me entra un dolor de cabeza impresionante que hace que me resbale y caiga al suelo de madera. Provocándome aún más dolor del que ya tenía.

—Auchh, que estúpida soy.— Me digo a mí misma.

Siento unos pasos acercarse a mi dirección y me escondo debajo de la cama al no saber quién es la supuesta persona que está viniendo hacia mi. En el momento en el que entra en la habitación el supuesto sujeto, asomo un poco mi cabeza para ver de quién se trata. Y no me lo puedo creer, es El Indeseable. Muchas preguntas se empiezan a acumular en mi pobre cabeza y cada vez me pongo más nerviosa al no recordar nada de lo que hice ayer en la noche.

—Sé que te estás escondiendo empollona, sal de tu escondite.— Dice él.

Poco a poco, salgo de debajo de la cama, y cuándo me levanto estoy a punto de decirle unas mil preguntas de qué paso ayer. Pero en ese mismo instante, me entran unas nauseas alucinantes y voy directa hacia el baño más cercano y vomito lo que no está escrito. Cuando termino de sacarlo todo, me siento aliviada pero aún tengo un fuerte dolor de cabeza, así que rendida, me apoyo en la pared que tengo detrás de mi. Matt se acerca a mi lado y me tiende un vaso con unas pastillas.

—Tómatelas, así te sentirás mejor luego de tu gran resaca.— Me dice a la vez que me alarga el vaso y las pastillas. Sin más remedio, me tomo las pastillas y me bebo hasta la última gota de agua.

—¿Me puedo tomar una ducha?— Le digo debido a que me siento muy sucia. Además de que me servirá para aclarar mi mente un poco.

—Vale, si quieres te puedo dejar ropa. Yo mientras voy a preparar el desayuno, porque por lo visto, esta es tu primera resaca y es importante alimentarte.—Me dice mientras que de un momento al otro sale y vuelve a entrar al baño, y me pone al lado del lavabo ropa limpia.