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Yin Yang - Matt Sturniolo

¿Conocéis la sensación de levantaros temprano por la mañana y ver cómo esta nevando? Definitivamente es una de las mejores sensaciones para la gente que ama el frío e invierno, como es mi caso. Son las seis de la mañana, lunes. Y ahora mismo, antes de alistarme para ir a la universidad, a través de mi ventana me relajo viendo en cómo cae la nieve, dejándome así, unas vistas preciosas.

Cada vez que nieva a mi alrededor, es una señal de positivismo y buena suerte que me espera pronto. La nieve me transmite tanta tranquilidad y felicidad, que, seguro de qué si fuese una persona, no pararía de abrazarla.

Gracias a la nieve, voy a poder empezar de buen humor esta semana.

Unos minutos más tarde, me preparo mi café matutino mientras que con mimos les digo los buenos días a Max y a Tikki, que están enrollados en mis piernas. Hoy para desayunar, voy a comer unos simples cereales, mientras que Camila, se prepara un sándwich.

Luego de desayunar, me lavo los dientes, me hago mis típicas trenzas y me pongo la ropa de hoy. Un cárdigan junto unos vaqueros azules de Levi 's, y de zapatos, mis converse negras.

Ya lista, junto con Cami, nos dirigimos al tren para llegar a Harvard.

જ⁀➴

Quedan cinco minutos para empezar las clases y me encuentro dando pasos apresurados para poder llegar puntual. Cuándo llego y me siento en mi sala, por suerte, mis compañeros y compañeras no parecen darle importancia a mi presencia, cosa que agradezco luego de mi incómoda presentación del viernes pasado.

Y como no, a mi lado está El Indeseable. Pero lo ignoro a toda costa. Hoy desgraciadamente, toca de primera otra vez filosofía y nos van a dar las notas de las presentaciones del trabajo del otro día. Veo a Marga entrar en la sala y todos dejan de hablar para prestarle atención.

—Buenos días, en el día de hoy vais a hacer unas tareas mientras que, individualmente, os voy a llamar uno por uno para daros las notas de las presentaciones del otro día.— Anuncia mientras que nos reparte unas fichas de ejercicios.

Mientras que hago los ejercicios, mis nervios cada vez van aumentando más y más al saber que, luego del chico que le están diciendo ahora su nota, me tocará a mí.

—Estela Bradley.— Me dice la profesora.

Con los pelos de punta, me levanto de mi silla y jugueteando con mis manos para calmar mis nervios, me dirijo hacia su mesa.

—Estela, cielo, sé que en la presentación no te atreviste a hablar por que entraste en pánico, y te entiendo.— Me dice mientras que da un sorbo a su té— Hay muchas personas que les cuesta un montón de trabajo el hecho de enfrentarse delante de muchas personas y hablar. Y ya que es tu primera presentación, no pasa nada, pero debes luchar para quitarte este miedo de encima. Yo sé que eres muy buena estudiante y te lo sabías, así que luego de esta clase he pensado en que, para ponerte nota, me harás la presentación solo a mí.

—Muchas gracias, Margarita, para darme esta oportunidad.— Le digo emocionada mientras que me vuelvo a sentar a mi sitio.

જ⁀➴

En el patio, le cuento todo lo sucedido a Camila mientras estamos sentadas en uno de los muchos bancos que hay en el patio. Observando maravilladas la nieve que cae en frente de nosotras.

—Y hace unas horas, cuándo he hecho la presentación de nuevo delante de ella, me ha acabado poniendo un nueve.— le comento a mi mejor amiga.

—Elss, ¡Está muy bien! Enhorabuena.— Me dice ella animándome.

𝗬𝗜𝗡 𝗬𝗔𝗡𝗚 | 𝗠𝗮𝘁𝘁 𝗦𝘁𝘂𝗿𝗻𝗶𝗼𝗹𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora