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Yin Yang - Matt Sturniolo

—¡Riing!— Oigo en cómo suena el timbre proveniente de nuestra casa. Indicando así, que los trillizos Sturniolo se encuentran en nuestra puerta.

Rápidamente, compruebo en cómo me encuentro físicamente. Llevo unas grandes ojeras, que me hace parecer, cómo dijo Cami, una zombie. A parte, tengo aún los ojos rojos y un poco hinchados al haber estado toda la tarde llorando. Y, además, llevo el pelo más despeinado que la pobre Mia Thermopolis en la peli llamada Princesa por sorpresa. Así que intento arreglar mi aspecto poniéndome agua fría encima de mi rostro y con mis manos, alisarme el pelo (o eso intento).

Cuándo me giro, veo en cómo Camila les abre la puerta a Nick, Chris y Matt. Así que enseguida, me pongo a su lado y las dos los saludamos a la vez. Al parecer, vienen cargados de helados, cookies y golosinas, lo cuál, admiro de su parte.

Cuándo Matt posa sus ojos oceánicos sobre mí, siento cómo si fuese la presa de algún depredador, intimidada. Pero a continuación, hace un gesto hacia mí que no pensaba que haría, me abraza.

Yo, en el mismo instante, me siento confusa, pero igualmente correspondo al abrazo. No sé cuanto tiempo estamos así, pero no me quejo, ya que su abrazo está siendo bastante reconfortante y además puedo oler su apetitosa colonia que me entra directamente a las fosas nasales. Poco después, se separa un poco de mí y me pregunta:

—¿Te encuentras mejor?

—Sí, y gracias por haberme echado una mano en la presentación.

—No es nada, lo que me ha preocupado es cuándo has salido de la sala. Me he sentido fatal al no saber lo mucho que te costaban las exposiciones, y puedes contar conmigo a partir de ahora, no estás sola.— Me responde a la vez que me tiende su mano, la cuál, apenas la estrecho, siento su calidez. Al contrario que la mía, que la tengo helada como si fuese un cubito.

—Si, bueno, ha sido una tontería haber armado aquel jaleo en medio de clase.— Le comento sinceramente y avergonzada a la vez, al recordar ese momento.

—No ha sido una tontería. Te lo aseguro.— Me dice dándome una de sus sonrisas sinceras que a la vez expresa apoyo de alguna manera.

Y es el ruido que oigo a lo lejos que me hace separarme de Matt. Que de alguna manera, la charla que hemos tenido, me ha hecho sentir mejor. Hasta ahora, Matt no me había abrazado desde lo que llevamos de trimestre en la universidad. Cosa que, es un gran avance en nuestra relación, si se podría llamar así. Ya que, la mayor parte del tiempo solo nos peleamos ya que únicamente me saca de quicio con su egocentrismo.

Cosa que al parecer no se le quita.

En el momento en que me volteo, veo en cómo Camila y los demás están ya en la cocina preparando las masas de las pizzas. Por lo tanto, Matt y yo nos introducimos dentro de la charla que los otros estaban teniendo alegremente mientras que nos ponemos manos a la obra con la pizza también.

Tan pronto como ya tenemos nuestras pizzas preparadas, las metemos dentro del horno entre unos siete/diez minutos. Y mientras esperamos, al parecer, Nick nos habla de cómo le apasiona el mundo de la fotografía. Y en consecuencia de eso, hace unos meses, abrió un canal en Youtube donde junto con sus hermanos, graban vlogs, retos, preguntas y respuestas...

Cosa que me sorprende, ya que no me los imaginaba youtubers. Y a medida qué nos enseña su canal, me fijo en cómo son bastante conocidos, debido a que tienen unos cien mil suscriptores ya.

—Oye, ¿Y si hacemos un video con vosotras? Puede ser alomejor sobre cómo preparamos estas pizzas y a la vez podemos responder preguntas sobre cosas sobre nosotros.— Anuncia un Nick emocionado.

𝗬𝗜𝗡 𝗬𝗔𝗡𝗚 | 𝗠𝗮𝘁𝘁 𝗦𝘁𝘂𝗿𝗻𝗶𝗼𝗹𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora