Capitulo 23

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Una ligera pesadez que abarcaba todo su cuerpo. Un cansancio que se postraba en sus ojos al abrirlos lentamente y observar alrededor suya dándose cuenta de que estaba en su habitación. Confundido se reincorporó sentándose y se tocó la cabeza al sentir un pequeño dolor. Se sentía como si un camión hubiera sentido pena por él, y por una vez quiso acabar con el sufrimiento pasando por encima de su irreparable cuerpo.

Poco a poco comenzó a recordar lo que había sucedido, comprendiendo el motivo del porque se encontraba justo en ese momento sobre su cama. Al parecer se había desmayado.

¿Cuántas veces no había sucedido lo mismo?

Odiaba su poca resistencia.

Creía que era lo único que le faltaba por mejorar.

También, otra pregunta invadió su confusa cabeza.

¿Quién chingados lo trajo hasta la habitación?

Se miró a si mismo viendo que vestía la pijama que siempre llevaba por rutina todas las noches para dormir, eso significaba que alguien se encargó de cambiarlo mientras estaba inconsciente.

Solo esperaba que aquella persona responsable fuera Maximus, le tenía mucha más confianza que a cualquier otro individuo tomando sus prendas para extraerlas de su cuerpo. Pensarlo, era vergonzoso.
Tomó la iniciativa por salir de las sábanas que lo cubrían colocando un pie sobre el suelo, y sentir lo frío de la madera provocando un escalofríos atravesar la espina dorsal.  Con curiosidad observó la hora en el reloj de su mesita de noche, 8:20 PM, era de noche.

Espera.

Recordaba que antes de desmayarse eran casi las 3 AM, eso significaba que...

¡¿Había estado durmiendo todo un día?!

Mierda.

Eso era un problema.

Avanzó hacia la puerta saliendo de la habitación con el objetivo en mente de buscar a Max y preguntarle que había sucedido, porque tenía la sospecha de que el hombre fue quien lo había encontrado tirado en el suelo inconsciente. Los pasillos eran vacíos y un poco iluminados por farolillas de luz calida. Caminaba entre tantas puertas que daban hacia otras habitaciones personales, suponía que de los demás miembros. Confirmando al visualizar nombres tallados en color dorado sobre la dura madera de las puertas.

Trató de recordar en donde se ubicaba la oficina de Maximus dónde permanecía trabajando constantemente detrás de una computadora. Sin embargo, dió con una puerta conocida la cual anteriormente estuvo vigilando día y noche. Ni siquiera para vigilar una estúpida puerta servía.

En verdad era un pésimo guardaespaldas.

Prefirió pasar de largo y seguir con su búsqueda, pero justamente Forever salía de aquella habitación siendo cachado en medio del camino.

Oh, Roier, ¿Qué haces despierto?, ¿Te sientes mucho mejor?- el mencionado volteó a verlo- deberías descansar más, no es bueno para tu salud, mira lo que sucedió en la cafetería.

¿Como es que lo sabía?. Entonces fue Forever quien lo atrajo a su habitación y cuido de él.

Cuando te miré ahí en el suelo, me asusté mucho, en verdad me sacaste un susto- decía con una pequeña sonrisa.

Si. Eso lo confirmaba.

Lo siento mucho - avergonzado rascó su nuca - no quería dar más problemas - mierda, ¿Es que acaso no lograba dar con algo bueno, al menos?. Suficiente tenían los demás con la situación delicada de Cellbit estando herido, como para que ahora él fuera el idiota que se desmayaba en la cafetería por su poca falta de profesionalidad.

Ordo Theoritas. [GUAPODUO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora