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Celeste

Días y Alice aún no aparecia, ni siquiera había pistas, ningún rastro, no había nada, era tan frustrante, nos dijieron que siguiéramos nuestras vidas normales y cuando ellos sepan algo nos avisarian, ¿Como se supone que tenga mi vida normal? Tuvimos que acceder. Iniciariamos la escuela en una semana.

—Seguir con nuestras vidas, que estúpido. —Lucas habla.

—Si, pero no podemos hacer nada, ellos se supone que se encargan de buscar a Alice. —Responde Issac.

—¿Creen que este bien? Espero que no la estén torturando oh algo así.

—No podemos saber eso.

—Ahora... ¿Que será de la banda? —Pregunta Issac.

—La banda sin Alice no es nada, tendremos que parar. —Digo.

—Tenemos que cancelar el contrato. —Lucas nos mira.

—Mañana hablaré con Marcos, les avisare que me dice.

—Si esta bien.

(...)

Alice

Seguía asustada, este tipo tiene un arma ahora mismo, me podría matar cuando quisiera.

Pasamos por todo el bar, la gente bailaba como loca, cuando porfin logramos salir el habla.

—Alice, ¿Te gusto el bar?

—T-tu tienes un arma...

—Ah, si, acostúmbrate a verla, desde ahora la veras seguido. —Trague en seco cuando hablo, me da mucho miedo.

—¿Nos podemos ir? —Dije en voz baja, aun así el entendió.

—Sube.—Hice caso, mi plan era huir, pero el pensamiento de que el tiene un arma y me puede matar me consumía.

En todo el viaje no hablamos nada, más bien escuchamos música, me di cuenta que tenemos gustos musicales parecidos.

—¿Te gusta Billy Idol? —Pregunta.

—Si, me gusta su canción "Eyes Without a Face"

—Hay mejores.

—Definitivamente.

—¿Que más te gusta?

—Pues, Green Day, Oasis, the beatles, the Rolling Stones, Deftones, Queen, Radiohead, Pink Floyd y me gustan más pero son muchos estos son los principales.

—Interesante, ¿Sabes? Esta es nuestra primera conversación donde no me odias.

—Siempre te odiare, arruinaste todo. —Este formo una sonrisa ladina.

—Disfrutemos de la música. —No podría disfrutar de mi querida música con su presencia.

Llegamos a su casa, era grande, como era de noche daba algo de miedo. Me baje de su auto, el agarro mi brazo haciendo que me doliera como siempre.

—Señor, su hermano no dejó de llamarlo toda la tarde.

—¿Que quería ese idiota?

—Solo dijo que lo tenía que llamar urgentemente.

—Esta bien, ya lo llamaré, gracias.

Subimos nuevamente a ese cuarto.

—Bien, le diré a Mariola que te traiga la cena, adiós niña. —No respondi nada, este se fue dejándome sola otra vez. Pasa un rato hasta que subió y entró una señora supongo que era "Mariola"

sow me howDonde viven las historias. Descúbrelo ahora