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13 de abril 2006

Alice

Otra día más acá y lamentablemente ya me estoy acostumbrando, me sentía confundida, porqué por alguna razón ayer me sentí cómoda con Krist... Osea ¿Por qué? ¿Por qué el me salvó? ¿Por qué pidió que no pongan mani en mis platos? ¿Por qué me trae cosas? Y sobre todo... ¿Por qué ya no lo detesto como lo hacía hace unos días? Mi forma de pensar respecto el cambio, porqué sentí que le importe solo un poco... Y no me gusta, no me gusta sentir eso porque el es mi secuestrador la persona que más daño me hizo y que jamás perdonaría.

Sentir este tipo de cosas me desagrada, asique seguiré odiandolo como siempre y no pensaré todo el tiempo en él, sinceramente era como un tipo castigo.

—Niña, ¿Como estas? —Se escuchó, me gire a ver y ahí estaba apoyado en el marco de la puerta con una mirada sería.

—Bien, supongo.

—Primera vez que no me dices que me odias y que odias estar aquí, que te arruine la vida. —Dijo que quería que me acostumbrara, eso estoy haciendo.

—Dijiste que me tenía que acostumbrar a estar acá y en parte ya acepte mi destino de estar toda mi vida aquí, asique.

—Que tonta, vine a buscar mi chaqueta.—Su estúpida chaqueta dejó el cuarto pasado al olor de su perfume bien fuerte.

—Ya no la vuelvas a dejar, todo quedó con tu olor. —Este me miro confundido donde yo rodee los ojos en señal de molestia.

—Ni siquiera sabes si habrá una próxima vez.

—¿De que hablas?

—Ayer solo fue porque me sentía raro depués de lo que Eliot te hizo y por eso me quedé más tiempo, pero si nada hubiera pasado ya me hubiera ido. —Sabía que el nunca se preocupó por mi es un idiota, ahora lo odio más que antes.

—¿Que? ¿Entonces te sentiste culpable? 

—Yo nunca me sentiría culpable, solo sentí lastima por ti, es decir aún eres una niña y quizás ni tu primer beso has dado aún y ese tipo te lo dio ¿no? —Quede paralizada con lo que me dijo, tenía razón ni mi primer beso eh dado y ese idiota que me manoseo a su gusto fue mi primer todo, solo que el no me quito mi virginidad, supongo que tuve suerte.

Krist me dio una última mirada, haciendo un ruido y yéndose del cuarto.

Apenas el se fue me tire a la cama a llorar sintiéndome la persona más débil del mundo, la persona más sucia del mundo.

(...)

Desperté sintiendo una mirada en mi espalda, me di vuelta rápidamente y lo vi a él, al que pense que le importaba, pero claro que me equivocaba.

—¿Que haces acá? —Pregunte.

—Vine a verte, te escuche llorar cuando me fui, ¿Que te ocurrió?

—¿Eso te importa? Claro que no te importa, deja de fingir, deja de hacerme pensar que te importó un momento y al otro ya no, de verdad no se que quieres eres un psicópata. —El se quedó mirándome sin decir algunas palabra por unos segundos.

—Tienes razón, no me importa lo que te suceda, depués de todo, eres solo un objeto para mi y te puedo usar como me plazca.

—Andate.

—¿Que?

—¿Estas sordo? ¡Dije que te fueras!

—¡No me grites mocosa! —Vi como se me acercaba a paso rápido tomando mis hombros y tirandome a la cama.

sow me howDonde viven las historias. Descúbrelo ahora