Bienvenida a mi mundo...Cap.4

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POV: JOYCE

Después de vestirnos y que nos sumáramos en un incomodo silencio, decidí regresar a mis clases.

Sobra decir, que el resto de la clase fue un asco. No preste atención en ninguna de las explicaciones de los profesores y la señorita Olivia, mi profesora de química fue capaz de ponerme una maldita amonestación en la firma de la práctica del día por el simple hecho de que al darse cuenta que no prestaba atención decidió preguntarme de que trata el tema de la oxidación y yo le respondí de oxidar sus grandes bragas. Esto basto para que el curso explotara en risas y que la profesora explotara de cólera y me amonestara; inmediatamente hice una nota mental.

''Tratar de no decir en voz alta lo que me cuestiono o pienso en mi fuero interno''

Al terminar mis clases me marche derechito a mi casa. No sin antes volver a esquivar los intentos fracasados de mi ex. Al llegar a casa aparco y me desmonto del auto. Abro la puerta con mis llaves y me dirijo a mi habitación, lanzo todos los motetes por donde quiera, sin importarme donde caigan. Me dirijo al baño para darme una ducha hermosa y me voy desvistiendo en el camino.

No doy tres pasos cuando por instinto levanta la cabeza y pum, no puedo creer lo que veo.

-¿Qué diablos?- Delante de mi tengo al bombonazo y desvirgador de Alex.

Esta todo desnudo. Si, es en lo primero que me fijo. El desgraciado, moja bragas está completamente, absolutamente, malditamente desnudo en frente mío, en mi cuarto y peor aún, en mi maldita casa y con mis padres abajo.

Pero lo que más me sorprende aun, es que el maldito se encuentra con su cara limpia y sonriendo el muy zorro. El está gozando de mi cara lela. Sí, me imagino mi reacción, totalmente épico. Mientras yo le miro de arriba abajo con mi cara de estupefacción, el se burla de mi.

-Dale, saca una foto y te dura más.- bromea el hijo de su mamá.

-No seas estúpido. ¿Qué diablos haces aquí? ¿Es que te quieres morir? Pero ¿Qué coño te pasa y como llegaste hasta aquí?

-Ah, me aburres. Son demasiadas preguntas pero seré bueno y te responderé. - el levanta su mano derecha y comienza a enumerar de forma silenciosa mis preguntas.- Vine por ti. Por supuesto que no y sería imposible. Me pasa que soy un hombre que no es conformista y quiero más. Con los pies.- termina diciendo el muy gracioso.

Por cada respuesta de el, los ojos se me van saliendo mas de sus orbitas. ¿Es que este hombre no tiene límites?

-Me vale mierda como eres y todo lo demás, te vas. No quiero que mis padres se den cuentan de que en mi habitación hay un chico y que a demás no es mi novio.- sentenció con firmeza.

-Bla-bla-bla. Basta de tantas tonterías, yo vine por acción y es lo que voy a tener.- Sin esperar a que reaccione se abalanza sobre mí, bastante rápido para una persona normal.

Me pega a la pared más cercana y me acaricia las pierdas. Sobra decir que me encuentro en una situación un tanto complicada y que a demás solo llevo puesto las bragas.

-Ummmm, que bien hueles y que sexi te ves así casi desnuda para mí. Horita en tu escuela no puede hacerte todo lo que he querido desde que te conocí pero ahora si puedo y lo haré.- Sus palabras con tono de promesas me encienden. Dios es como si sus palabras fueran plumas acariciando mi punto más sensible.

De forma descarada me abre más las piernas y se posiciona aun más cerca de la parte de mi cuerpo que exige más placer. Me besa el cuello, lo aruña con los dientes, eso me acelera aun más el pulso si se puede y me causa tremendos escalofríos.

Baja hasta la comisura de mis labios y tira con los dientes. Jadeo al instante y el aprovecha para realizarme un examen minucioso a mi boca con su perversa lengua. Es tanto el placer que me encuentro a mi misma buscando su entrepierna y pegándome más aun, frotándome contra él para conseguir más placer.

Me manosea, me aprieta, me incita. Dios es tan placentero que me descontrola toda. No sé en qué momento se deshizo de mis bragas pero de pronto y sin esperarlo me levanta en volandas y me coloca de una forma tan extraña y perversa a la vez. Me encuentro con las piernas alrededor de su cuello y mi entrepierna en su boca. Es una posición excitante, te invita a hacer perversa, una mujer totalmente desinhibida.

Lame la cara interna de mi sexo. Lo acaricia con la punta de la lengua y yo gimo de placer. Mordisquea mi sexo y no puedo más que gritar de la sorpresa y el placer.Ronroneo gustos, este hombre es un dios del sexo.

-¿Te gusta? Un, dime ¿Te gusta?- pregunta.

-¡Oh...me encanta!.- Oh, es delicioso. El sigue lamiendo y de pronto me introduce un dedo y yo tiemblo. Ah... siento que estoy llegando, dios siento como una corriente tan infernal y placentera se aproxima y él se da cuenta por que incrementa las embestida de sus dedos que hasta ahora me doy cuenta que tengo dos en mi interior. El los mete y los saca y yo exploto ruidosamente. Me libero y él se bebe todo mi placer, le oigo gruñir y sé que es de placer y yo gimo de gozo.

Me recuesto en la pared con el fin de recuperar las fuerzas perdidas por el fabuloso orgasmo. Pero no pasa un minuto cuando me encuentro en sus caderas, le miro de forma inquisidora y él me sonríe de forma traviesa.

-¿Qué? Aun no he terminado.- Y sin más me besa de forma arrebatadora y yo ni corta ni perezosa le sigo el beso. Éramos todo lengua y toqueteo cuando de repente....

Toc, toc. El corazón se me paraliza, y me encuentro a la espera de si es mi papa o peor aún, mi madre. Doña batuta y constitución.

-Hija, ¿Estas hay?- Que diablos, mala suerte la mía.- ¿Joyce hija?

-Em, si ma... estoy aquí.- y el muy maldito en vez de parar continúa con las caricias y para mi mala suerte me muerde un pezón y yo jadeo de sorpresa en voz alta. Eso le hace sonreír, ¡Ay le voy a matar al desgraciado!.

-Hija ¿Estás bien?- Si. Estoy tan bien que tengo a un maldito chupándome un pezón y dios que lo hace re delicioso.

-Si mamá. Solo estoy un poco ocupada buscando un libro que no encuentro.- respondo.

-Valiente libro.- me susurrara el maldito a la vez que me introduce un dedo en mi zona intima.- Oh, sí. Estas lista para mí.- Comenta con ardor, para penetrarme luego de un tirón. Yo no hago más que morderme el labio inferior para que mi mamá si no ha sospechado ya, no sospeche.

-Hija, si quieres te ayudo a buscar.- Diablos no. Pongo cara de horror y el sonríe con malicia y me penetra con mas fuerzas. Oh, mi Dios estoy entre la espada y la pared.

-¡No!...digo, no mamá, está bien. A demás tu sabes que me gusta arreglármelas sola. Si te necesito te aviso.- el me penetra con más rapidez y yo gimo. Ojala y mi mamá no haya escuchado.

-Oh si...me encantaría que tu mami entre, así, hacemos un trió.- Le muerdo en el hombro por su osadía y él me muerde un pezón y yo grito.

-Hija ¿Estás bien? ¿Qué fue eso?- Oh diablos.

-Si mamá. Es que encontré el libro y grite de victoria.- Alex estuvo a punto de carcajearse de burla y yo le advertí con la mirada a lo que él me respondió, alzando los hombros y rotando sus malditas caderas y carajo que placer.

-Bueno...está bien. Tu papá y yo estaremos abajo y si me necesitas me avisas.- me informa.

No pude responderle más a mi mamá por qué Alex me capturo la boca en un beso borras. Solo pude sentir los tacones de mi madre resonar unos segundos después y pude respirar tranquila.

Alex comenzó a bombear más fuerte y yo me dedicaba a acallar mis fuertes gemidos en su boca. Minutos más tardes ambos llegamos al clímax mas arrebatador que nunca hubiera imaginado para después al momento decirme.

-Bienvenida a mi mundo...

Domada por un PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora