Domada por un Pervertido

Pronto seras...mia. cap.2

Cap.2

Pov: Joyce

Después de salir de la casa del traidor de te Tonny, me dirigí al único lugar que en este momento se que me calmara, muy a pesar de los lugares de diversión y locuras que se encuentran a su alrededor...El famoso Malecón. Pero me dirijo a un más específico, llamado el parque Guibia.

Me siento en uno de los cheilon. Cierro los ojos y dejo que la brisa me transporte a algún lugar fuera del mundo real. Lejos, en donde no exista un cabron ex novio llamado Tonny, y una tonta y ciega llamada Joyce.

Siento como las lágrimas corren por mis mejillas tipo maratón. No hago nada para detenerlas, solo las dejo hacer. Las dejo para que con ellas se valla todo el dolor que estoy sintiendo en este momento, para que con ellas se valla este desgarre que siento dentro del pecho y el amor que siento por él. Que sentía por él, porque ahora le odio, le odio con toda el alma, le odio con todo mi ser.

POV: ALEX

Después de salir de la oficina, me encuentro paseando como de costumbre por el parque Guibia. , cuando estoy por los alrededores de los cheilon, siento nuevamente ese olor tan delicioso de la otra vez. Ese olor que me volvió loco por vez primera y que me atrapo como nunca antes me hubiera sucedido con ninguna sangre humana. Le siento cerca y me dedico a buscarle, a identificar a la propietaria de ese olor tan sabrosamente infernal.

Después de unos cuantos pasos de mas la veo, DIOS ahí esta, ahí esta la dueña de ese delicioso manjar y que chica, es totalmente hermosa. Tanto que ya he decidido que será mi próxima amante de la semana.

No me puedo creer la maldita suerte que tengo. He estado pensando en ese olor durante una maldita semana. He buscado ese olor por días, hasta que hoy sin si quiera proponérmelo la encuentro y juro por DIOS que no se me va a escapar, así fuera lo último que haga en mi orgásmica vida.... me burlo de mis propios pensamientos. Pensamientos que como siempre son tan impropios como puros.

Me acerco a esa escultura de Dios, pero me sorprendo al escuchar sus sollozos a distancia. No. ¿Como que llorando? Es imposible que una flor como esta se este marchitando. Decido terminar de acercármele y bromear con ella, a ver si así, deja de lamer sus heridas y por qué no, tratar de prepararme el bocadillo de la semana.

-Ufff!!...si continuas llorando a mares, serás la causante de un tremendo tsunami.- Si, se que estuve pésimo pero ¿Qué hago? No soy de citas y chocolates. Yo solo soy de me gusta, me la follo.

Ella no contesta, pero sé que me escucho, a menos que sea sorda. Su pelo es totalmente negro y su piel morena, como me gustan a mí. Se ve que es suave al tacto, tan parecida al pétalo de una rosa. Su aroma, DIOS. Su aroma es delicioso. Es un olor a vainilla con un toque de frutas aplacado por la fragancia del perfume que lleva puesto, pero para mis sentidos tan desarrollados, inigualables a los de los humanos, me es posible detectar cualquier olor.

-Venga ya...deja de llorar que te pondrás fea.

-No me moleste señor.- Al fin decidió hablar y carajo, que voz tan dulce y sensual a la vez, a pesar de estar llorando.-Solo déjeme tranquila ¿Si?

-No. No me gusta ver llorar a las mujeres y menos si son tan bellas.

-Y ¿Cómo sabe que soy linda, eh? Si ni siquiera ha visto mi rostro.

-Solo lo sé.- No tardo más de cinco minutos para que ella levantara la cabeza y diablos no, no me equivoqué en lo absoluto. Es hermosa, ojos café, largas pestañas y abundantes cejas. Sus labios son carnosos y están fruncidos al igual que su entrecejo a causa del coraje y lo más importante se nota que es de carácter.- ¿Ves? Si que eres bella.- Sentenció.

Nos quedamos mirándonos. Ella sin perder su molestia y yo regalándole mi mejor sonrisa. Tranquila pequeña, pronto cambiaras de actitud, pronto serás...mía.