Final... primera parte.

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Pov: Joyce

¿Dónde estás? ¿Por qué aún no vienes? ¿Que ha pasado contigo? ¿Te has olvidado de tu promesa? Esas son las preguntas que me hago cada mañana. No he sabido nada de él, estoy preocupada y a la vez me siento traicionada porque aún no llega si me prometió que iba a venir antes del parto, antes de que nuestro bebé nazca.

Salgo de la cama y me dirijo directa al baño, entró y me dispongo a verme en el espejo. Veo mi rostro cada vez más pálido, mí cuerpo cada vez más delgado y me pregunto si sobreviviré a aquel día. Me desnudo y me meto en la ducha, después de permanecer bajo el agua durante 10 minutos salgo y me colocó una toalla. Me lavo los dientes y me recojo el cabello en un moño desordenado, salgo del baño y me dirijo al pequeño closet del apartamento, me pongo lo primero que encuentro que es una batita de embarazada y me dirijo a la cocina para prepararme el "desayuno".

Desayuno que durante un mes he estado consumiendo. Me hastía lo que debo consumir, de saber que tengo que beber sangre. Antes de que Alex desapareciera para resolver los problemas familiares me dijo de que tendré que tomar sangre. Mis bellos se erisaron al momento de escucharlo decir tal cosa y le cuestione el porque, pero él me explicó que el bebé necesitará sangre para poder fortalecerse, para terminar de formarse. También me dijo que cuando comience aborrecer la comida diaria, los alimentos que acostumbraba a comer, cuando por cada cosa que coma lo tiré para fuera es el momento en el cual el bebé ya me está exigiendo beber y a pesar de que se me a hecho muy complicado adaptarme a tal situación lo he hecho por mi bebé, fue difícil encontrar a esa persona que me suministrara el alimento pero lo conseguí. Siempre existe esa persona que por dinero haría cualquier cosa y esa es el señor Ramón. Es un señor muy mayor, enfermero del hospital Central de aquí. No hubo falta mucho convencimiento para que cada mañana me enviara mi suministro. Sí, creí que me tenía que traer el suministro semanal pero la exigente pequeña mounstrita que tengo en la panza devolvía la sangre fría, por tanto intente con sangre fresca y la muy Canija gustosa la aceptó.

De camino a la cocina siento un pequeño mareo por lo que me tengo qué sostener de la pared contigua a la cocina. No sé que me sucede, pero desde hace unos días me estoy sintiendo extraña, el cuerpo me duele horrores, la cabeza me martilla, siento que los huesos no me pueden sostener, es todo un caos. Mi cuerpo se vuelve gelatina de momento y aveces siento unos dolores horrorosos en el vientre pero lo más extraño es cuando veo que mi vientre se mueve a una velocidad tan impresionante que a veces me parece imposible percibir el movimiento y sé que es la chamaquita esta que está jugando baloncesto ahí dentro.

Después de lo que son dos minutos esperando que pase el mareo continuó mí recorrido a la cocina, al abrir la nevera siento un dolor en el vientre insoportable por lo que inmediatamente lanzó un grito de desesperación, no llegó a sostenerme bien cuando ya siento que mis pies ceden y caigo con un sonido sordo, siento que los huesos de mis pies crujen y creo que hasta se me han roto los huesos de la rodilla.

El dolor es tanto que lloró como una pequeña niña, siento tanto dolor y tanto miedo. Tengo miedo, mucho miedo. Sé que es el momento, se que es la hora de que la bebé nazca y estoy sola, estoy completamente sola en un país que no es el mío. Dios, ayúdame por favor, no permitas que me pase nada a mi y tampoco a mi bebé. Quiero levantarme pero ni siquiera eso puedo ya que las rodillas no me sirven, no me responden . Quisiera poder llegar al teléfono y llamar a emergencias pero me es imposible. grito y gritó del dolor. El dolor es muy fuerte y no lo soporto. Siento que voy a desmayarme, dejo caer mi cuerpo completamente al suelo, este convulsiona y siento los ojos pesados pero antes de ceder a ellos escucho un estruendo proveniente de la sala, para luego caer en la inconsciencia.

Pov: Alex

Después de haber solucionado lo del entierro de mi madre y quemar al maldito que se hacía llamar mí padre, salí inmediatamente rumbo a la casa del padre de mí "esposa". Después de hablar con él y garantizarle que no me interesa ninguna de sus propiedades, firme el divorcio con la estúpida e inmediatamente termine ahí me dirijo al aeropuerto. No me costó mucho tiempo en saber dónde se encontraba mi adorada Joyce, así que tome el primer vuelo a Río de Janeiro.

Al llegar al hotel donde se hospeda, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo y se que es el bebé que ha sentido mí presencia. Corro al ascensor lo más rápido humanamente posible y espero que esté comience su trabajo. Al salir del ascensor me dirijo corriendo a su puerta y cuando estoy en ella escuchó un grito desesperado por lo que pateó la puerta, está cae destrozada al suelo pero no le doy importancia, me percato de que está en la cocina y corro hacia ella para encontrarla inconsciente en el piso.


Domada por un PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora