Mal momento...

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Maratón: 2/4

POV: JOYCE.

Ya han pasado dos semanas desde mi último encuentro con Alex. Es increíble, dos semanas desde aquel día en que discutimos y me dijo que él no era de mi propiedad.

¡Estúpido!...Ni que fuera Naill de "One Diretion".

-Pero ¿Qué se ha creído que es? ¡Imbécil!... Pero bueno el lo decidió así y le daré el gusto.-pienso en voz alta.

En verdad que me estaba haciendo ilusiones con él, ¡pero no faltaba más, le entregue mi virginidad por el amor de DIOS! Pero haya él, que su chorizo se lo coma.

Un mensaje de whatsApp me saca de mis pensamientos y pelea interna.

             "Hola linda. ¿Sera que es posible ir al cine hoy? "

Inmediatamente le sonrió al mensaje, es increíble lo bien que nos llevamos con tan solo estar una semana en el instituto. Decido responder de inmediato.

                              "A las 7pm. "

Miro el reloj y me doy cuenta que son las 5:30 pm. Decido que es tiempo de un relajante baño.

(...)

Al salir del baño y secarme bien el cuerpo, me dirijo al closet. Elijo unos shorts negros ajustados, una blusa holgada blanca, acompañada de unos Nine negros.

Me seco el pelo y me hago una cola alta. Un poco de rímel, rubor, brillo labial y listo. Miro el reloj, dos para las 7pm. Cuando escucho el claxon, bajo, aviso que saldré y me monto en su Audi rumbo al cine.

Después de haber visto la peli, comer unas que otras chucherías, me encuentro frente a mi casa, sentada en el asiento del copiloto del auto de Alan.

-Ha sido una noche genial, gracias- el me mira sonriente. Se le nota muy relajado y feliz y a decir verdad, yo me siento igual.

-Lo mismo digo. Me ha encantado tu compañía.- Nos quedamos mirándonos a los ojos, todo un momento de novelas. Cuándo sin siquiera darnos cuenta nos encontramos muy cerca. Nuestros labios se encuentran y se dedican a moverse como si tuvieran vida propia.

Se siente bien. Sus labios son suaves a la vez que calientes y me encuentro buscando más, más profundidad, más pasión.

Nos separamos a falta de aire y nos sonreímos a la vez.

-Gracias- dice.

-¿Por qué?- le pregunto ya que no comprendo el por qué me da las gracias.

-Por estas horas que me has regalado, por tu presencia y por este hermoso beso.- responde un poco sonrojado.

No sé qué decir, así que solo asentí y me dispuse a bajar del coche con una despedida de manos y camino a casa.

Cuando estoy a punto de introducir la llave en la cerradura, alguien me hala sin ningún cuidado.

-¿Qué diablos?- digo de forma brusca y con cierto recelo.

-¿Qué diablos, digo yo? ¿Quién diablos es él? Y ¿Qué hace tocando lo que es mío?

Umm...mal momento.

Domada por un PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora