Domada por un Pervertido

Fin... Segunda parte

Pov: Joyce

Duermo, pero al mismo tiempo me siento despierta. No sé qué ha pasado, si estoy en el cielo o muy posible en el infierno. No sé si mi bebé pudo resistir, no sé si nació, si está con vida o está muerta, lo único que sé es que me siento tensa. Me siento completamente inmovil. Intento mover mi cuerpo pero me es imposible, intento abrir los ojos pero los párpados me pesan horrores. Mi cuerpo está muerto, no me responde, pero en mi cabeza siento los engranajes de mi cerebro. Es como estar viviendo estando muerta.

Estoy consciente, lo sé por las voces que escucho a mi alrededor. Escucho susurros no muy claros, palabras inconclusas, oraciones que apenas puedo interpretar. Puedo escuchar el sonido de las palabras, puedo sentir que me tocan, puedo sentir el tacto de unos labios en mi mejilla, puedo sentir que me piden que despierte pero por más que lo intentó no puedo, quiero pero no puedo.

Siento que un peso se levanta de donde estoy y quiero llorar, no sé quién es pero no quiero que se aleje. Lucho en mi fuero interno para despertarme y me duele pero a pesar del dolor luchó y luchó hasta que siento que mis dedos se mueven, intentó abrir la boca para hablar y a pesar de que me cuesta logro abrir los labios y pronunciar palabras inteligibles.

Trato de que mi voz sea más alta y tal parece que lo logró porque esa persona detiene sus pasos y regresa nuevamente a mi lado.

-Anda, no te des por vencida, sé que me estás escuchando, también sé que quieres despertar, lucha, hazlo por nuestro bebé y por mí, por nuestro amor. Joyce lucha. Te necesitamos, vuelve a mí, mi amor vuelve a mí.- le escucho decir.

¡Oh Volviste, viniste Alex, mi amor!. Juro que quiero despertar, quiero levantarme de esta cama pero mi cuerpo me lo impide. Luchó y luchó hasta que mis párpados ceden. Lo primero que me encuentro son sus ojos hermosos, esos ojos que me matan, que me atraen. Veo su cara la cual refleja tristeza pero trata de hacerse ver feliz y yo le sonrío para que vea que estoy mejor.

-Hola.- le digo.

-Hola amor. Bienvenida.- dice él. Ambos nos quedamos mirandonos, diciéndonos con la mirada lo que no podemos decir con palabras y se siente tan bien estar así, sólo contemplarnos el uno al otro.

- ¿Donde esta? ¿Esta bien?- pregunto un tanto desesperada. Alex se acerca a mi y me toma de la mano un poco desesperado al ver mi reacción.

- Nuestra bebé esta bien, tranquila. Esta durmiendo ahora mismo. Quiero que descanses, no quiero que vuelvas a quedar inconsciente, además, tienes que alimentarte.-

Al decirme que la bebé esta bien me relajo completamente, pero cuando me dice que debo alimentarme, es cuando me doy cuenta de cuan reseca esta mi garganta. Llevo la mano hacia esa zona de mi cuerpo y miro a Alex de forma desesperada. El, al ver mi estado sale y vuelve en un nano segundo con una bolsa se sangre.

Dirijo la vista a ese liquido el cuál creo tan vital a mi existencia. No se como pero siento algo salir de mi boca, llevo mis dedos allí y lo que toco me impresiona, son mis dientes o más bien...mis colmillos.

Veo que Alex me tiende la bolsa y sin meditarlo la tomo y le clavo mis ahora afilados colmillos. Después de haber bebido todo el contenido miro a Alex y le veo una tremenda sonrisa en el rostro, siento como algo dentro de mi crece y sin pensarlo me lanzo en sus brazos y le beso sin más. Y en ese instante, hacemos el amor como nunca.

(***)

Pov: Alex

Mi vida antes de conocer a Joyce era divertida en el momento de follarme la tipa, pero luego volvía a hacer monótona y aburrida. Nunca creí posible enamorarme, siempre anduve de aquí para haya follandome a todo lo que tenia tetas y culo.

Siempre fui un jodido con las mujeres y la única forma de maltrato hacia ellas era follandolas duro, ¡Oh si, muy duro!. Pero sólo tuve que verla a ella para que mí mundo se vuelva del revés, para alejarme de todas aquellas flores y darle exclusividad.

Creó que si existen los ángeles me he llevado al mas hermoso, creo que si los alcoiris caminaran en la tierra tengo al de los colores mas bellos.

Toda mí vida he sido un pervertido, un folla amigas, vecinas y de más. Era un hombre que en cuestiones de mujeres solo pensaba en sexo, un hombre que si le daban el de atrás todo era perfecto. Pero hoy confieso ante Dios y el diablo que soy un cazador cazado, antes llamado pervertido y queriendo domarlas a todas, pero mira que ironías, quise domarla a ella y he salido Domado.

Fin.....

Lindo ¿No?

Chaito