Cap.7...¿Que diablos?

35.7K 2K 105
                                    

POV: JOYCE

¡Oh mi DIOS!!... ¿Qué voy a hacer? Diablos, por que mi mamá es tan oportuna ¿eh? Me separo como puedo de Alex y le miro de forma interrogante pero el muy imbécil como siempre con su sonrisa baja bragas no me da una opción me separo aun más y me dispongo a bajar del lavabo.

-Ah, ah, ah ¿Adonde crees que vas?

-¿Cómo que donde creo que voy capullo? A caso no has escuchado a mi madre.-

-Si la he escuchado. Es tan oportuna.- lo mismo digo pero no se lo hago saber-Pero el que tu madre este ahí afuera no impide que me permitas vaciarme- abro los ojos a más no poder ¿Es que este hombre no le teme a nadie?

-Alex. No quiero que mi madre nos encuentre en estas por favor déjame ir- ruego.

-Hija ¿Estas o no estás?- pregunta al borde del desespero.

-Si mamá, estoy aquí. Dame unos minutos ¿Vale?- Sin más continuo con bajar del lavabo pero el muy desgraciado me penetra hasta el fondo y yo no hago más que abrir los ojos como platos y gemir de placer y dolor a la vez.

-Hija me iré a la mesa te espero. Te doy cinco minutos para que estés halla ¿Ok? - Oh diablos ¿Cómo le respondo? ...."con la boca"- Ah ¿Dime si te di velas en este entierro?..."No pero aun a si me dio ganas de hablar y responde ya para que tu madre no entre y se me acabe el festín"...-Ruedo los ojos y me dedico a responder.

-Si mamá. - Después de esto mi vida se convirtió en puras sensaciones. El placer me llenaba al igual que su enorme pene. El salía y entraba con ganas, ambos éramos puros gemidos.

Carambas este hombre es pura testosterona. Me encanta, ¡Ay DIOS, todo él me encanta!.  Y con ese pensamiento llego al límite y me desplomo y unos segundos más tarde, tras varias embestidas más él se derrama todo dentro de mí.

Después de unos cinco minutos en lo que ambos tomamos aire, nos refrescamos para que mis padres no noten que estamos recién cogidos.

-Eres de lo peor. - el me mira de forma interrogante.-Como ¿No entiendes? No me permitiste irme.-el sonríe de forma arrogante, se acerca, me da un beso y se va. Si, se va. , mientras yo me quedo toda lela, totalmente anonadada. CAPULLO.

Al regresar a la mesa veo como mis padres y el ''señor'' Alex, platican como sin nada. El se comporta tan normal, como si antes no se hubiera cogido a la hija de su futuro socio. Decido sentarme y claro cómo no, ser ignorada por él y mis padres. O eso creí.

-¿Por qué tardaste tanto?- pregunta mi padre. No sé qué decir y decido inventar.

-Me callo mal algo de la cena. Disculpen.- miro a todos con mi cara de que lo sentía y me percató de que el muy maldito se está riendo de mi. Hijo de puta, pero ya verá, me las pagara. Todos volvemos a lo nuestro cuando de repente suena un celular, sé que no es el de mis padres por que conozco los tonos de sus teléfonos.

Al mirar a Alex veo que es el de él. Veo como pide excusa y toma el celular, al mirar la pantalla sonríe al ver quién es y no sé por qué siento que algo se me prende en mi interior. Descuelga y contesta.

-Hola amor.- abro los ojos como plato. ¿Qué? ¿Amor? ¿Cómo que hola amor? Le miro con la esperanza de tropezar con su mirada pero nada él está muy concentrado en el teléfono.- Si, yo también te extraño. Si, pronto nos veremos. ¿Hoy? Puede ser, ¿Dónde? Ok, ahí estaré entonces. Bien, hasta horita. También te quiero. Bye.

Yo estoy tan agria como un limón. Que digo tan, mas agria que un limón. Como se atreve el muy maldito. Después de follarme de forma tan explosiva en el baño viene y se va a restregar con otra.

-Veo que quiere mucho a su novia.- dice mi madre. Le miro para ver su reacción y el sonríe de forma socarrona.

-No soy de novias, señora.- mi madre le mira con los ojos abiertos al igual que yo.- Es que no soy hombre de compromisos ni relaciones formales. Bueno señor Domínguez, creo que hasta aquí lo dejamos, me disculpo. Pues tengo una chica que me espera. Hasta pronto señora Domínguez, ha sido todo un placer conocerla. Lo mismo digo para usted señorita.

Con esto sin más se levanta y se dirige hacia la salida. ¿Qué diablos?

-Un... ¿Celosa? - me dice la odiosa voz de mi subconsciente. -Tú tienes la culpa por ser tan niñata. Ahora se va a ir con otra a engañarme. - le miro desde mi fuero interno.-Pero ¿Tu que te crees?

Domada por un PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora