Domada por un Pervertido

No te atrevas

Pov: Joyce

Hoy es el día. Hoy es cuándo me marchare a Brasil. Se preguntaran ¿Por qué Brasil?

Bueno, resulta que cuando le comente a mis padres que quería irme de "Vacaciones" ellos se sorprendieron un poco pero luego aceptaron, me preguntaron que a donde quería viajar y yo ni corta ni perezosa dije Brasil. Me encanta Brasil, todo el me encanta.

Siempre he admirado la forma de bailar. Como esas brasileñas mueben sus caderas y como los hombres bailan, en especial la Capoeira. Es magnífico y sensual, todos sudados desnudos de la cintura para arriba. Simplemente comibles.

Bueno, el caso es que ellos aceptaron y mi padre inmediatamente me rento un apartamento con estadía a largo plazo " Por si acaso" eso es lo bueno de tener padres jodidos en dinero.

Me término de acomodar el cabello y tomo mi cartera ya que mís maletas se encuentran en el coche, cortecia de Freddy el chofer. Salgo de mí habitación y bajo al primer piso. Cuando llego mis padres están esperándome para despedirme.

-Mi niña, espero que te cuides por favor.- me pide mamá.

-Lo haré, no te preocupes.- beso su mejilla y me dirijo a papá.- Prometo que te llamare, me Cuidare y no me Liare con nadie.- él sonríe y niega con la cabeza, ya que sabe qué le he robado su linea.

Salgo de casa y me subo en el conche rumbo al Aeropuerto Internacional de las América. Llego al aeropuerto, esperó que llamen a mí vuelo sentada en uno de los bancos. 10 minutos después ya me estoy subiendo al avión. Me dirijo a mí asiento el cual esta a mano izquierda y en la ventana. Me acomodo en el asiento y decido dormir un poco.

(***)

Me despierto al sentir que me sacuden el brazo. Miro quien me esta sacudiendo y me doy cuenta de que es la azafata.

-Hemos llegado señorita.- asiento en señal de agradecimiento y me dispongo a desabrochar el cinturón, para después bajar del avión.

Recojo mí equipaje y salgo a la calle. Llamo a un taxi y le digo que me lleve al hotel Atlántico Business. Este hotel se encuentra en el centro de Río de Janeiro. Mientras vamos de camino el chofer me va diciendo que tal el lugar, que el hotel se encuentra a sólo unos 10 metros de la playa de Copacabana y del pan de Azúcar. También qué está a 25 kilómetros del Aeropuerto Internacional de Galeao y 200 metros del Teatro Municipal. Al llegar al hotel pago al taxi y me quedo viendo el gran edificio que se encuentra en mí cara. Un chico se acerca a mí y me doy cuenta de que es un empleado del hotel, toma mis maletas y me guía al interior del hermoso complejo.

Adentro es todo hermoso. Sillón largo negro, decorado con una iluminación amarillo con verde. Todo lujo. Camino hacia recepción.

-Buenas tarde.-saludo al chico que se encuentra detrás del majestuoso escritorio.

-Muy buenas tardes señorita...- dice en forma interrogante.

-Joyce. Joyce Domínguez Suarez. Mí padre, el señor Tomás Domínguez hizo una reservación por tiempo indefinido aquí y púes vengo a retirar la llave de la habitación.- le informó.

-Muy bien ¿Puede prestarme su identificación?-pide de vuelta.

-Por supuesto.- busco mí identificación y se la doy. Le veo buscar en el computador la reservación. En menos de un minuto tengo una tarjeta en mano y dirigiendome hacía el ascensor con los pasos del botones detrás.

Entro en el aparato y marco el piso tres ya que mí habitación es la 301. Salgo del ascensor y me dirijo a mí morada el cuál no me toma mucho encontrar. Ingreso la tarjeta en la abertura de la puerta, para luego escuchar el sonido que indica que se abrio, empujo y ingreso al interior. Antes de estar de mirona despido al botones con una muy buena propina.

La sala esta decorada en tonos pasteles. Sillones rojos, alfombra roja con crema, en una esquina se encuentra un ventanal con vistas a la piscina, el cual veo que la conforman dos. Una dentro de la otra en forma cuadrada. Me despego de la ventana y decidió ver la habitación. Esta, esta decorada con los mismos tonos de la sala. Consta de una cama matrimonial cubierta por sabanas blancas y un cobertor crema. Tiene al lado una mesita de noche.

Aparte la habitación posee un pequeño escritorio. Voy al baño y esta igual de decorado que la habitación. Tiene un jacuzzi, una ducha en cristal, etc.

Después de gastar unas dos horas entre recorrer el apartamento y llamar a mis padres para que sepan que he llegado bien, me doy una ducha y me echo a dormir. Aunque apenas son las 8:00pm estoy muy cansada a causa del viaje.

Pov: Alex

-Alex ¿Que diablos te pasa? ¿Por que malditasea no quieres tocarme?- exige Maritza.

-Por que me das asco, por que me tienes harto, por que estoy contigo por obligación ¿Quieres que siga? ¿He? - cuestiono.

No esperó mas y salgo dando un sonoro portazo. Me tiene harto. Malditasea ya no aguanto más. Debo apurarme con el plan si no quiero morir de puros disgustos. Dejó atrás el coche y salgo a velocidad vampírica rumbo a la casa de mis padres. Diablos me hace falta.

Ya hacen dos meses que no veo a Joyce y me duele. Su panza debe de estar grande, ya tiene seis meses y debo apurarme, no puedo dejarla sola en el parto y que muera en el intento.

Llego a casa de mis padres y entro, todo se encuentra en silencio y eso me pone tenso. No es nada normal que este así, siempre se escucha algo aunque ese algo sea insignificante. Subo las escalera y cuando estoy próximo a la habitación de mis padres los escuchó discutiendo. Me acerco para escuchar mejor.

-Ya estoy harta de que me vivas manipulando, pero sobre todo, estoy cansada de que vivas manipulando a mi hijo. Le obligaste a casarse con esa mujer por tener el control de esas malditas empresas, tú hijo malditasea.-grita mamá.

-Eso a mí me vale madres. No me importa nada tu hijo. Me da igual lo que le pase a tu maldito hijo, me vale mierda.- vocifera papá.

Después de eso escuchó un forcejeo, a mí madre gritar y unos golpes que me sobresaltan. Inrumpo en la habitación y me encuentro con una escena de miedo. Mí padre tiene a mí madre sujeta del cuello y una estaca en las manos, diablos ¿Que mierda quiere hacer? cuando lo veo querer accionar decido intervenir.

-No te atrevas.- le amenazó.