Tenemos que hablar.

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POV: ALEX

La llamada de Joyce me ha dejado en completo estado de shock, por unos dos minutos. Mi cabeza da vueltas a causa de su fugaz llamada, sus palabras y el que me haya colgado sin apenas dejarme decir media palabra.

Según ella su relación de sexo esporádico con el chico ha terminado. Aunque la muy estúpida me ha informado, no pedido, sino informado, que seguirán siendo "amigos", y si esa amistad es sin ningún derecho a rose, pues tendré que aceptarla a regañadientes.

No sé qué demonios está pasando conmigo. Me he hecho la misma pregunta cientos de veces, el porqué de mi tan exagerada posesividad con ella. Si bien soy posesivo pero nunca a tanto, pero últimamente estoy sobrepasando los limites.

Y no es que estoy haciéndome el estúpido, ya he llegado a una conclusión de la cual no pienso decir en voz alta, pero sí, he de admitir que mis síntomas son de enamoramientos ¡me estoy enamorando de la pequeña renacuajo! Pero de ni coña me escucharan decir tal cosa, con que lo piense basta. Mi pervertido corazón esta latiendo a causa de la maldita flecha del hijo de puta de Cupido.

Pero aunque muy enamorado que este, o ya sea que este pisando el primer escalón del amor, yo nací para follar y no una, sino muchas.

¿Para qué conformarme con una, si literalmente pudo tenerlas todas? De la forma que quiera, como quiera; feas, bonitas gordas, flacas y demás. Aunque para mí las mejores claro está. Solo carne de calidad, ósea, "filete papa".

Un asqueroso toque en mi hombro, seguido de un beso en el cuello me saca de mis cavilaciones.

-Cariño...te quiero en la Cam...-no término bien la oración, cuando ya la tengo aprisionada contra la pared.

Esta vieja ya me tiene harto. Aparte estoy furioso por su atrevimiento ¿Cómo se atreve a responder mi teléfono la muy puta?

Dejo al demonio que hay en mí salir a sus anchas. Mis ojos inmediatamente cambian a rojos y puedo ver como la cara de la puta, cambian de placer ha terror.

Ja ¿A caso creía que iba ha darle sexo desenfrenado? Pobre ilusa.

-¿Cómo te atreves a responder mi teléfono?- pregunto entré dientes.

-Perdón. No creí que te molestarías. Por favor suéltame, prometo no hacerlo otra vez. - ruega la muy puta.

-Por supuesto que no lo volverás a hacer y te daré un consejo, aunque será en vano ya que no le sacaras provecho. Tu consejo es: "nunca te vayas a la cama con un desconocido" y este será tú castigo por valiente osadía.- le digo con una sonrisa cínica en mi rostro.

-No...por fav...- y eso fue todo lo qué dijo, ya que al segundo tenía el cuello desgarrado. "Si, en ocasiones soy una despiadada criatura".

Después de tirar el cuerpo en un basurero, decido regresar a casa para echarme una siesta. Llego a casa, me desvisto y me tiro en la cama para luego no saber de mí.

-¡Joyce, no me dejes!...-Diablo, no sé que mas hacer. Veo como arrastra sus maletas a la puerta de entrada, con intención de marcharse.

-Lo siento Alex. Ya hable con mis padres y ellos solucionaron el tema de transferencia.

-Pero ¿Por qué te vas? Estábamos bien ¿O me equivoco?

-Aquí, el único que estaba bien eras tú. Ya no puedo con tus cambios de humor, con tu machismo y sobre todo, no puedo con tu necesidad de alejarme de cada hombre a mi alrededor y si no lo hago, te pones violento ¡Ya me canse!

-¡Pero tú eres mía!- digo de forma abrupta, ya desesperado.

-No lo soy. Adiós.

-¡NO!...

-¡Oh Dios!.- despierto alterado. El corazón muy agitado y tengo que decir que es muy extraño, ya que literalmente está muerto.

Que sueño más extraño y lo más extraño de todo es que siento la misma desesperación y dolor que sentía en el sueño. ¡Oh Joder, esto no me puede estar pasando a mí!

POV: JOYCE

La vida se me está complicando de mas, no sé qué hacer, me siento totalmente perdida y sin siquiera tener una pequeña opción o plan a seguir. Sé que anoche no puede dormir a causa de la llamada a Alex, o más bien, a causa de que aquella chica haya tomado la llamada.

Maldita sea ¿Cómo rayos bloqueo estos sentimientos? ¿Cómo fingir no sentir nada, cuando siento mi corazón a punto de darle un paro cardiaco por culpa de los celos? Estoy celosa ¿Qué celosa? ¡Estoy malditamente celosa!.

Odio que otra perra este disfrutando lo que yo tanto disfruto. Odio que otra bese esos labios que solo deberían ser besados por mí, mis maldito labios. Porque si, son malditamente míos.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño. Tengo que empezar mi día, así que es hora de comenzar por limpiar mi precioso cuerpo. Me despejo del pijama y me meto a la ducha. Después de  unos diez minutos salgo del baño limpia y fresca. Pero mi día no puede ir mejor ¡Dios no me quieras tanto!

-¿Qué haces aquí?- le pregunto al hombre que está en cada parte de mi vida y cuando digo cada es cada, ya que lo tengo hasta en mis sueño húmedos y no húmedos.

-Tenemos que hablar...

Domada por un PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora