Domada por un Pervertido

Mordida= Placer

Maratón 3/4

POV: ALEX

Los días pasan y no sé nada de la pequeña. Si, no es que esperaba que ella estuviera llamándome a cada momento, pero carambas "Una llamada de disculpas y posible reconciliación no estaría mal".

Por otro lado no se qué diablos me está pasando. Por más chicas que me follo y dreno no me siento complacido o saciado en el área sexual. Es que si las ganas y ambiciones de una mujer por semanas se esfumaran para solo quedarme la enorme gula de ella, de Joyce.

De tanto pensarlo decido que tengo que buscar a mi dulce ratón de biblioteca, a la humana que será mi distracción hasta que mis deseos queden saciados.

(...)

Me encuentro en los alrededores de la casa se Joyce con intenciones de subirme por su ventana, cuando un auto se estaciona frente a la casa de la muñeca. Soy un poco metiche, así que me detengo a ver de quien se trata. Entrecierro los ojos para poder ver quien esta mas allá del tan fastidioso cristal medio polarizado del coche.

Pero lo que veo no me gusta en lo absoluto ¿Pero qué coño? La muy desgraciada se está dando el lote con un tipo cuya cara nunca he visto. Estoy tan enojado que estoy a punto de correr y despedazar al hijo de puta, que osa tocar lo que es mío, lo que me pertenece.

Veo como después de unos minutos Joyce sale del coche y viene hacia acá, por lo que decido irme pero algo no me lo permite y la espero para contarle sus tres y borrarle la puta sonrisa que se trae.

Está a punto de introducir la llave en la cerradura cuando decido actuar, la halo del brazo y la llevo a un lugar más oscuro.

-¿Qué diablos?- dice ella, toda enojada.

-¿Qué diablos te digo yo? ¿Quién diablos es él? Y ¿Qué hace tocando lo mío?

Espero a que me responda, pero para mi sorpresa la muy maldita se ríe, ¡SE RIE!

-Numero 1; ¿Quién eres tú para exigirme nada? Y numero 2; ¿A ti que te importa?- su respuesta me deja totalmente shockeado. A decir verdad no me esperaba esta respuesta, esperaba un sonrojo de vergüenza junto con unas palabras como "lo siento, no es lo que te imaginas" pero no, va ella y me rellena poco más que un pastel.

Si, se que la cague la ultima vez, también se que no nos volvimos a ver hasta hoy, pero ¿Y eso qué? Aquí quien decide y manda soy yo, y es hora de que esta niñata se entere.

-Yo soy quien te hizo mujer, soy quien te hizo gritar y pedir más, y soy yo el único que tiene derecho de estar dentro de tus piernas- veo como con cada palabra que le digo se sonroja más y decido seguir para luego darle una buena lesión.

-Soy el que te hace mojar con solo palabras- me acerco a ella y le agarro las nalgas para pegarla a mí. Le huelo el cuello a la vez que se lo chupo. Ella suelta un gemido- yo soy el que en estos momentos estas deseando que se mueva dentro de ti- mis palabras la ponen, lo sé, soy un maldito pervertido y me gusta y sé que a ella también.

Sin tiempo que perder la beso con brusquedad, en mi despierta una sed y necesidad jamás vista y me asusta. Pero me olvido de todo y la estampo contra la pared, ella se impulsa y me rodea la cintura.

Nos pegamos más uno del otro si eso es posible y nos enfrascamos en una guerra de lenguas y placer sin saber quién será el vencedor. Estamos desesperados, buscando más así que la bajo para quitarle los shorts que lleva, seguido de sus bragas.

Me bajo la cremallera y saco a Alex Jr. La vuelvo a colocar como estaba y sin ningún cuidado me hundo en ella de una sola estocada. Ambos gemimos de placer, nos besamos mientras yo la embisto con necesidad, tengo tantas ganas de exprimirla, de adherirla a mí que me puede.

Joyce me entierra las uñas en la espalda y yo decido que es tiempo de lo inevitable. Cuando se que estamos a punto del orgasmo le muerdo en el cuello y bebo de ella.

Su sabor es tan delicioso. Ella se sorprende pero luego al sentir el placer de la mordida explota al igual que yo. Después de unos segundos de beber de ella paro y la beso para que nos bebamos nuestros últimos espasmos orgásmicos.

Esa mordida fue todo un placer.