Mi madre

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Después de avisarle a mi esposa que iba Estados Unidos, me dirigí a Lucía para informarle que iría a un restaurante a cenar, al estar en la calle voy caminando tranquilamente hasta que encuentro uno llamado The Fishman, al entrar era todo muy pintoresco, gente muy amable y simpática, aparece una jovencita de aproximadamente 21 años, me dice con voz dulce:

    — Muy buenos días, me llamo Yessenia ¿Qué desea ordenar?

   — Un plato de arroz con carne.

   —¿Para beber? Tenemos: cerveza, jugo o bebida.

   — Jugo de naranja.

Ella anota en una libreta y después me dice:

   — Muy bien, esperé un momento.

Pasaron unos minutos y aparece Yessenia con mi pedido, lo deja en la mesa y me pregunta:

   — Señor, ¿Necesita algo más?

  — No, muchas gracias

  — Con su permiso me debo retirar

    Al estar solo empecé a comer con entusiasmo ese plato mientras me ponía a pensar en mis hijos, mi esposa, mi padre y mi madre de cómo estarán, al terminar de comer pedí la cuenta, pague y deje 10 libras de propina, me retire sin decir nada al hotel para poder dormir, al llegar me atiende el guardia nocturno y le digo:

   — Buenas tardes, avise de mi salida

   — Buenas tardes ¿Nombre, por favor?

   — Jefferson Betancourt Sánchez

     El guardia me mira, revisa la hoja de salida, al encontrar mi nombre me mira y dice: Muy bien, señor Betancourt, puede seguir seguí su camino. Al entrar al ascensor y subir llego al piso y busque mi habitación, cuando entre, camine hacia mi cama, me tire encima y caí rendido por el sueño.  

      En la mañana del siguiente día a las 9:00 am, me levanté a preparar mis maletas para poder viajar, busco el boleto que tenía comprado hace unas semanas a atrás, al encontrarlo lo guardo en mi chaqueta de cuero, busco una tolla para poder ir a ducharme, al salir busco ropa un tanto fresca y ordeno el resto de mi ropa en maletas, salgo de mi cuarto me voy a tomar el ascensor para luego ir donde Lucía, al llegar entrego la llave y le agradezco por todo, después me voy a la salida, llamo a un Uber, llega al cabo de un rato, un auto negro marca Toyota, me subo y le digo al conductor, necesito ir lo más rápido posible aeropuerto por favor, al llegar después de unos minutos, me dice:

Serán 35 libras.

        Le pago y me bajo. Al entrar veo la hora eran las 10:26 am, me dirijo a una plaza central que estaba ubicada adentro del aeropuerto para hacer tiempo, pasaron unos minutos y veía ir y venir a las personas, luego veo mi reloj, era la hora de irme, el reloj marcaba las 12:00 am, fui a una casa de cambio a cambiar libras esterlinas por dólares americanos, tenía 1000 libras, me entregaron 1100 dólares, al salir del lugar corrí a buscar mi avión, le pido ayuda a un guardia encontrarlo, después le mostré mi pasaporte y pasaje al guardia y pude subir, al estar adentro del avión busqué mi asiento, me senté para poder descansar, eran la 13:00 pm (pasaron 7 horas con 47 minutos de vuelo).

         Al final llegue a Estados Unidos, para ser más precisos al aeropuerto de New York, me baje del avión, busque un punto con muy buena cobertura de teléfono y llame a mi madre para preguntarle donde vivía, ella respondió calle Los Tulipanes 321 ¿Por qué hijo?, no por nada solo curiosidad mamá, corte rápido y fui a alquilar un auto a una concesionaria que estaba al lado del aeropuerto, al llegar, abrí la puerta, pregunte por el valor de uno de los autos y me dijeron 300 dólares por día, pero la tarifa de noche sube a 400 dólares, acepte pagando con tarjeta visa, al alquilar uno me regalaron un mapa de las calles, agradecí y me subí al vehículo, maneje a la plaza para poder comprar un regalo, al llegar busque una tienda donde vendieran flores, compre unas calas, luego volví al vehículo para poder llegar a casa de mi madre, estaba manejando tranquilamente hasta que encontré la casa después de 34 minutos conduciendo, me baje del auto y fui a tocar la puerta, me abrió ella, con su mirada cansada y su caminar lento, tenía una bata de dormir, la mire y abrace fuerte, le dije te traje estas flores son tus favoritas, vine desde Londres para verte y mostrarte fotos de mi nuevo hijo, ella estaba muy emocionada llorando me dijo gracias hijo te quiero, le dije y yo a ti mamá, me senté en un sillón mientras ella caminaba a la cocina a preparar café, luego de un rato ella vuelve con dos tazas y le empecé a mostrar fotos de Agustín, mi madre las mira y dice que es muy hermoso.

          Mientras tanto, en París, en ese momento, Agustín empezó a rehacer su vida, viajando al colegio, conociendo gente nueva, sacándose buenas notas y su hermana, cuidándola como la hermana mayor que era, estaba muy feliz de tener una hermanita para poder jugar, su rostro y estado de ánimo cambiaron mucho, ya que ahora se alimentaba más sanamente y se divertía como antes no podía hacerlo.  

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