El Cancer

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        María Muñoz Beltrán fue en plena noche a la cocina a buscar su botella de vino para poder beber, junto a una copa de cristal fino, después va su habitación matrimonial, mira su armario al abrir las puertas separa tu ropa y pasa su mano por un escáner, se dan vuelta los cuadros de la habitación donde escondía a su pared izquierda su colección personal de pistolas tenía desde una simple Beretta 92 mini de policía hasta una Desert Eagle calibre 50, mientras que a su derecha tenía lo mejor en fusiles de asalto y cuchillos, se cambia de ropa a un vestido rojo muy coqueto, unos tacos tipo aguja, se maquilla mientras escucha música clásica y sale al patio de la casa a practicar tiro con su Desert, después ve la hora las 00:00 pm y entra al living para poder descansar en su sillón de cuero, pero mira a todos lados su casa vacía, después llama a su esposo, pero aparece línea ocupada, entonces se sienta a ver televisión para poder matar el tiempo aunque el tiempo la mata lentamente a ella, ya que al sentarse se mira sus manos temblorosas y sudadas, se para a correr en busca de sus pastillas para poder calmar sus temblores repentinos y cuando está tomando agua de la nada recuerda en un flashback el día que empezó con su enfermedad, principio de Párkinson.

        Fue un día 21 de abril del año 2006, despertó una mañana bien cálida, fue a tomar un vaso de leche a la cocina cuando por accidente se le cae su vaso de cristal, mira su mano izquierda, siente un dolor horrible, preocupada llama a un amigo médico para contarle cómo se sentía y lo sucedido, agenda una hora con él lo más rápido posible, al llegar la tarde va a su garaje a buscar su vehiculó un Audi A7 del año, se coloca sus guantes de cuero para poder conducir, observa su mano izquierda sigue temblando, entonces retrocede y da una vuelta en 90 km grados, mira el retrovisor y avanza en primera, va 40 km por hora, entonces cambia a segunda para ir en 80 km hora y sigue así firme hasta que al salir de su condominio, cambia rápidamente a tercera a 110 km por hora y se dirige al consultorio de su amigo, al cabo de unos minutos de viaje, llega y se baja de su auto va a la entrada abre la puerta y camina con nervios donde la secretaria, la mira y le dice:

     — Lorena, ¿Hola, ¿cómo estás?

    — Muy bien, señora Betancourt ¿Y usted que le trae por aquí? Tengo una hora reservada con el doctor, Juan Herrera.

      Revisa y llaman al doctor, él confirma la cita, entonces María agradece y continua su camino al llegar a la oficina del médico, lo mira y le saluda, entonces le cuenta su problema, el doctor observa a detalle la situación, le hace exámenes de rayos x, al ver los resultados empieza a analizar detalladamente cada hueso de su cuerpo, pero en las muñecas y brazos encuentra unas manchas de muy mal aspecto, deja el examen en su escritorio y mira a los ojos a María, después empieza a explicarle detalladamente todo lo que sucede, cuando termina saca de un cajón su recetario, empieza a anotar que remedio debe tomar, al terminar le dice que debe comprar Doxorrubicina, un frasco de 50 mg, que se debe inyectar una vez al día en el hospital, maría agradece al doctor y se retira, cuando paga la consulta, se va en dirección a su auto, pero antes se despide de la secretaria y conduce a casa, al llegar empieza a hacer sus quehaceres tranquilos, pero pasan los días y su enfermedad sigue mostrándose más, se da cuenta de que sus medicinas no sirven.

      Una noche María decide llamar a su esposo para contarle lo que pasaba; sin embargo, él no contestaba, al darse cuenta de eso preocupada, decide irse a dormir, sin embargo, sus pesadillas la atormentan, empieza a soñar que su esposo está muerto, aun así, sabe firmemente que es algo irreal.

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