Cuando desperté vi la hora, levante a Agustín para vestirlo rápido, al salir le avise a Susi que debía levantarse y vestirse, al estar lista, abre la puerta y bajamos, veo la hora eran las 9:10 am, tomamos desayuno con Gustavo, me coloco mis lentes de lectura mientras reviso las cartas de la casa, hasta que veo una del hospital forense. Al abrirla leo que decía:
07/08/2008
Señor Betancourt:
El hospital forense le informa que la autopsia de la señora María Muñoz Beltrán está lista y que se debe retirar el cuerpo para dar la respectiva sepultura, nuestras más grandes condolencias a usted y su familia.
Atte.
Hospital Forense.
Al terminar de leer la carta le aviso a Gustavo que ya es hora de hacerle el funeral, él llama a una empresa encargada en eso, en cosa de 30 minuto aparece afuera de la casa una carroza fúnebre, unos carros lujosos del cual bajan hombres armados, al salir veo todo eso y decido subir a mi BMW junto a Mis hijos y Gustavo, al echar andar el auto, la carroza fúnebre empieza a moverse, después de más de una hora de viaje llegamos en grupo al hospital, me bajo del auto y entro, al estar en el enorme edificio veo a un doctor y me dice:
—Señor Betancourt, venga que ya este todo listo.
Lo sigo y entramos a una sala donde en una mesa de acero inoxidable estaba el cuerpo de mi esposa cubierto por una sábana blanca, al acercarme y levantarla la veo a ella, tan pálida, tan frágil, entre dos médicos más la llevamos a la salida donde aprietan un botón y entra el ataúd, la colocamos con cuidado, después lo ponemos en la carroza. Agradezco a todo el personal médico por su labor y les doy a disposición mi hospital de París, ellos me agradecen por lo que hago, ya que muchos hijos de amigos o familiares suyos se atienden en ese hospital.
Al escuchar eso, les doy un abrazo y me retiro para posteriormente volver a mi auto, al llegar veo a mis hijos llorando, trato de calmarlas diciéndoles que mami ya está en un lugar tranquilo.
Al echar andar el auto nos vamos, hacia el cementerio, después de tres horas de viaje, llegamos, se abren las puertas, nos estacionamos cerca de la segunda entrada, me bajo y Gustavo chasquea los dedos, rápidamente unos del hombre le lleva una silla de ruedas, al entrar acompaña a mis hijos mientras voy a recibir el cajón, al caminar junto a los demás guardias, entramos despacio hasta llegar al terreno, veo un sacerdote, dejamos el cajón en una base, nos reunimos alrededor y el sacerdote procede a dar una misa.
Cuando la misa termina, el ataúd empieza a bajar lentamente, empiezan a echar tierra, ya cubierto el agujero, dejamos flores encima, trato de calmar a mis hijos que lloraban sin cesar por la partida de su madre, al retirarse todos menos Gustavo, nos quedamos en silencio observando esa tumba llena de flores de muchos colores.
Luego de eso Salimos a buscar mi auto, ya estando dentro salimos de ahí en dirección a casa, al llegar entramos y llamo a una constructora:
—Buenos días ¿Constructora Sánchez?
—Sí, buenos días, en que podemos servirle
—Necesito una remodelación de una casa de 200 metros cuadrados.
—Muy bien, serían 55 000 euros
—Perfecto, pagaré la mitad ahora
—Genial, el número de cuenta es: 25.888.566-0 Deposité 27 000 500 euros, les envié el comprobante, después envié a los niños donde mi padre para que estuvieran seguros.
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Onírico
De TodoJefferson Betancourt es dueño de un hospital infantil (Necker), perdió a su esposa muy joven por lo cual nunca pudieron tener un hijo, sufre una noche la pérdida de su casa, al intoxicarse con el humo cae al hospital donde empieza a vivir muchas cos...