Tus ojos marrones hacen que el mundo se apiade de mis problemas, esos ojos que ya conozco como si fueran míos, ojos de los que me he aprendido cada cambio de tonalidad o cada sentimiento que transmiten, ojos que me han mirado tantas veces en la distancia y en la cercanía.
Ahora que estás tan cerca y a la vez tan lejos, ahora que me encuentro contando cada una de tus pecas, de tus pestañas, ahora que sé que tus abrazos se van a convertir en un simple recuerdo, que tus sonrisas solo vivirán en mi mente, deseo decirte lo mucho que te necesito junto a mí, lo mucho que necesito que tus brazos no dejen de abrazarme y que tus ojos no dejen de mirarme.
Me culpo a mí misma por no haber sabido apreciar todas esas veces en las que tus labios se curvaban en una sonrisa al verme o que tus palabras me hacían sentir en paz. Pero te prometo que si decides quedarte conmigo, si decides no irte, apreciaré esos pequeños gestos.
Nos quedan cuatro días hasta que solo nos veamos dos o tres veces al mes, hasta que me encuentre buscando tu sonrisa entre la de la gente o buscándote en otras personas, no sabes lo mucho que voy a echarte de menos cuando no estés junto a mí, lo mucho que voy a hablar de ti cuando no estés para llenar el vacío que vas a dejar al irte.
Sé que no es un adiós, que nos veremos de nuevo a diario dentro de dos años, pero eso no evita que sienta que cuando te vayas vas a llevarte contigo una parte que solo te he reservado a ti, me voy a llevar conmigo todas esas veces en las que hemos hablado de nuestros problemas, me llevaré conmigo la posibilidad de decir que he conocido a la mejor persona del mundo.
Te prometo que cuando volvamos a vernos te compraré las flores que no te regalé, que disfrutaré de cada segundo que pasemos o de cada conversación que tengamos, aún así no puedo prometerte que no lloraré cuando te vayas.
Esto no es un adiós, supongo que es un hasta pronto, hasta que el destino vuelva a juntarnos, echaré de menos tus ojos marrones que tantas emociones me han expresado y esa voz que tantos secretos me han contado, te daré un último abrazo y te diré lo mucho que te quiero.
Cuando se me olvide tu cara tendré que abrir la galería y mirar una foto tuya, pero si soy sincera, creo que nunca olvidaría tu cara, ni tus ojos marrones, ni tus abrazos o las risas que hemos compartido, hasta pronto.
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El diario de una persona rota
شِعرEsto es un libro que abarca diferentes temas, un libro que acompaña al lector con sentimientos que puede estar experimentando o situaciones que pueden haberle pasado.