Narra Bakugo
Seguí buscando a Athena por todo el bosque pero no encontraba nada hasta que conseguí un rastro de sangre, mientras seguía ese camino de sangre el miedo se apoderó de mí. Pude escuchar a unos lobos gigantes cerca y me asusté más, llegue hasta el final del camino y encontré a Athena en el suelo, me apresuré a tomarla en mis brazos pero ella se alejó de mi, ella me miraba con miedo en sus ojos.
- No te acerques por favor
- Tengo que buscarte ayuda Athena
- Déjame... No quiero que vuelvas a ser bestia y me ataques
- Ya estoy bien
Intenté acercarme a ella pero un lobo se abalanzó hacia nosotros, iba a morder la cabeza de Athena pero coloque mi brazo, el lobo mordió mi brazo con fuerza pero use una de mis explosiones y le exploté la cabeza.
- Vienen más, quédate detrás de mi
Ella se quedó detrás de mí y yo comencé a alejar a los lobos, algunos de ellos me hicieron rasguños y mordidas en mis brazos y piernas pero logré alejarlos lo suficiente para que Athena y yo podamos salir de ahí.
- ¿Cómo están tus heridas Athena? - Tomé sus brazos para verlas pero ella no me dejó.
- Están bien... Creo
- ¿¡CREES!? ¡Déjame verlas y ya deja tu estupidez que no voy a volverme bestia!
- ¡Eso dices pero no lo sabes! Te vi, pierdes el control y no te acuerdas de lo que pasó
- Solo déjame ver las heridas
Ella me dio su brazo y sentí las heridas muy profundas y aún salía demasiada sangre, había recordado que también la había lanzado hacia la pared con fuerza, sabía que tenía que buscar ayuda para ella, sus heridas podrían infectarse y podría morir.
- Se de un lugar para curar tus heridas, Solo los Reyes tienen acceso a él
La tomé de la mano y caminamos hasta ahí (Se encontraba en el centro de todos los reinos, no estábamos muy lejos de ahí) mientras caminábamos ella poco a poco se quedaba sin fuerzas, caminaba más lento y con dificultad. Llegamos y de inmediato le pedí que entrará, era una laguna mágica
- ¿Me voy a curar aquí? - Me miro confundida.
- Es mágica, este lugar es uno de los pocos que quedan con la magia de la reina.
Comencé a quitarme la ropa y luego le pedí a ella que también lo hiciera, mientras lo hacía no pude evitar ver los golpes en su abdomen, sabía que eran de cuando la arrojé a la pared.
Pude ver que ella se percató que la estaba viendo y se sonrojo.
- Me voy a dar la vuelta para que te sientas mejor
Entre al agua sin mirarla y luego de unos minutos la escuche entrar, me sentí demasiado extraño, los dos estábamos desnudos en el agua
- Solo tienes que limpiar tus heridas con el agua - Le dije evitando girarme.
- Está bien
Escuché como limpiaba sus heridas y luego sentí su mano en mi espalda.
Narra Athena
Mientras limpiaba mis heridas vi la espalda de Bakugo, él también tenía heridas por el ataque de los lobos.
- ¿¡Q-Que estás haciendo!? - Sabía que se puso nervioso.
- Tú también tienes heridas
Él se volteó despacio y me tomó de la cadera con una mano y con la otra tomó mi rostro, junto nuestras frentes y cerró los ojos.
- Athena yo... Lo siento mucho, esto es mi culpa... Me voy a alejar de ti porque no quiero hacerte daño nunca más
- Bakugo no hagas eso... Si lo haces te voy a odiar, detesto cuando las personas lo hacen, no te alejes de mi
- ¡Pero de seguro ahora me tienes miedo!
- No tengo miedo, no a ti, No voy a negar que a esa cosa si pero a ti no.
- Es una maldición... Fueron los humanos
- ¿Por que? Creí que solo ustedes tenían magia
- Pues ellos ahora la tienen, parece que la están practicando... Pasó hace tres años, hubo un ataque a la barrera en la zona de agua, cerca del océano, eso fue porque ellos buscaban nuestros peces.
- Ya entiendo, esos peces son sabrosos
- Nos pidieron ayuda y entonces lleve algunos dragones ya que hay había dragones de agua. En la pelea con los humanos yo me subí a uno de sus barcos y comencé a atacarlos para que dejarán de disparar con sus flechas a los dragones pero con ellos había un hechicero, me atacó por la espalda, me lanzo un hechizo y me empujó hasta la orilla del barco y me dijo "Estos monstruos deben morir, tú serás el que acabe con todos ellos"...
- ¿Qué paso luego?
- Kirishima llegó y le arrancó la cabeza, acabamos con el resto de los humanos y luego volvimos a casa pero luego de unos días me convertí en un dragón pero uno sin control, intente comerme a mis amigos, busque ayuda con las brujas y ellas solo me dieron una poción para mantener mi forma original pero jamás rompería la maldición sin la gema de la reina.
- ¿La gema de la reina?
- ¿Te acuerdas que te dije que había pocos lugares con su magia? bueno también hay pocas cosas con su magia, esa gema era algo así como la fuente de sus poderes.
- ¿Qué pasó con ella?
- Desapareció antes de que ella muriera y nadie sabe en donde está
- Sin esa gema no podrás ser normal otra vez...
La mire a los ojos y parecía triste, bajo su cabeza y desvío la mirada de mí.
- Hey no estés tristes... Voy a estar bien, no quiero hacerte daño y por eso me voy a alejar... Solo será hasta que encuentre la gema.
- No te alejes Bakugo... La encontraremos juntos
Sentí mi corazón acelerarse, que ella quiera estar junto a mí sabiendo el peligro que conlleva... Enserio la amo, tomé su rostro y la besé
- Por ahora solo disfrutemos este momento
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(Imagen de la laguna)
Esta imagen la hice con la aplicación Bing, sirve como una ilustración de cómo es la laguna mágica en la que se encuentran
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La Princesa y El Rey de los Dragones (Bakugo y Tú)
FantasyEres una Princesa cuyo nombre es Athena y estás apunto de casarte pero es por obligación y eso no te gusta. Decides escaparte y irte lejos del castillo pero terminas en el bosque prohibido donde habitan criaturas peligrosas. Ahí descubrirás la verda...