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.Había pasado un mes desde que se confirmó que la sacerdotisa Kagome y el hanyō InuYasha esperaban un hijo.
Esa mañana, aquella tranquila mañana en la que la sacerdotisa y la exterminadora volvieron de la montaña hacia la aldea. Se fueron directamente en busca de la anciana Kaede. La vieja mujer se encontraba en su cabaña preparando un poco de sopa para una familia de aldeanos que había estado enferma.
Sango ayudó a su mejor amiga a ingresar con cuidado a la choza, y luego de sentarla le pidió a la anciana que la revisara. La vieja sacerdotisa era muy astuta; así que, ni siquiera preguntó qué tipo de revisión necesitaba. Simplemente le pidió a la joven que se recostara y con sus manos comenzó a palpar la zona del vientre, el cual le confirmó lo que la exterminadora sospechó.
El vientre de Kagome se encontraba rígido. Dando una clara señal de que en su interior se gestaba un nuevo ser. Además, mientras la revisaba pudo observar cómo un malestar la invadió, pues el olor de la sopa le provocó náuseas. La anciana le pidió a la exterminadora que le buscara una bolsita con hierbas medicinales que tenía preparada. La joven la cogió y después la sumergió en un poco de agua caliente. Luego con cuidado le dio a beber a Kagome la infusión; la cual le ayudó a contrarrestar su malestar.
Higurashi lentamente se incorporó y con resignación se preparó para escuchar lo que su corazón le ratificó. La anciana Kaede le comentó que tenía un poco más de un mes de gestación, confirmando lo que su mente le recriminó.
Sango gritó de emoción y con algarabía la felicitó. La anciana Kaede sin tanto escándalo la abrazó; intentando disipar ciertas dudas que hace un tiempo la hicieron sospechar. Kagome fingidamente sonrió, obligando a su rostro a poner una feliz expresión. Su corazón palpitó y su conciencia la atormentó, ya que no sabía de quién de los dos hermanos era el bebé que formaba en su interior.
Su pecado le recordó que toda mala acción tenía una reacción. Una consecuencia.
No obstante, ¿qué mala acción podría ser tener a un bebé dentro de su ser? Cuando en su corazón anhelaba poder concebir a un pequeño que fuese mitad ella y mitad el hombre que amaba. Sin embargo, ¿a quién amaba? Era evidente que ella estaba enamorada. Que por mucho tiempo luchó y disfrutó del amor que InuYasha le profesaba, y; aunque, ella lo adoraba y él aún la atesoraba, era claro que su amor se había marchitado, pues de un tiempo para acá todo había cambiado. La devoción y la pasión se habían enfriado y la distancia los había acompañado. Era como si se tratara de dos mejores amigos compartiendo una casa, ya que ni siquiera el futón se podía decir que ocupaban. InuYasha la vigilaba, mientras ella dormía para que nada le pasara.
Lo único que sucedía era que de vez en cuando —muy raras veces— intimaban.
Así que, si el bebé fuera de InuYasha no sería como ella lo imaginaba. No sería esa otra mitad que ella tanto amaba. Sin embargo, si ese pequeño ser era de él. Si resultaba ser de él. De aquel demonio que la profanaba y que con tanto descaro la penetraba. De ese demonio que con solo mirarla hacía que sus piernas temblaran. Que con solo escuchar su voz hacía que se desmayara.
Si tan solo fuera de él...
Del ser a quien realmente amaba. Por quien su corazón palpitaba y por quien su alma estallaba.
De él. Únicamente por él.
Las dudas y los remordimientos la atormentaban. Las voces en su interior la perturban. La felicidad de sus más allegados la irritaba. La alegría superficial de InuYasha al saber de su embarazo la perturbaba, pues no era genuina su algarabía. No obstante, sus cuidados y su protección habían aumentado. Sin embargo, sus largos baños en la oscuridad de la noche no se acabaron; solamente disminuyeron en tiempo. Ahora él solo iba unos cuantos minutos y volvía a su lado, pero la distancia entre ambos era palpable. Era evidente que los dos estaban fingiendo un sentimiento que hace mucho ya no sentían dentro de su ser.
¿Qué era lo que realmente les estaba pasando? ¿Por qué era tan evidente que su matrimonio se estaba acabando, pero a la vez, por qué era tan difícil conversarlo?
Bueno, es que era más fácil evitarlo.
No obstante, por otro lado, él no la había buscado. Él no la había visitado. Él ya no la había acariciado.
¿Es que acaso ya se había enterado? Por favor, ¡claro que se había enterado! Él era el demonio más poderoso de toda la región. Así que, cómo creía posible que no fuese a saber. Sin embargo, ¿por qué no la enfrentó? ¿Por qué no le reclamó? O simplemente, ¿por qué la abandonó?
Kagome pensaba que él la dejó. Que Sesshōmaru la olvidó y la desechó al saber su situación. Además, lo de ellos era un juego pasional. Entonces, ¿por qué tendrían que continuar si ella ya no le serviría para saciar el fuego que había en su interior? Cargando a un bebé que, posiblemente, no era de él ya no la iba a querer.
Pero, ¿y si lo fuera? Y si ese pequeño ser fuese de él. Entonces...
—¡Qué absurdo! ¡No es de él! Él se fue y mi única prioridad debe ser mi bebé —musitó, acariciando muy despacio su plano vientre, mientras recogía unas hierbas del huerto que se encontraba cerca de su cabaña—. Él y yo nunca más nos-
—Que nosotros dos nunca más qué, Kagome —susurró, rodeándola por la cintura para atraerla a su fornido y cálido pecho—. Qué es lo que te está atormentando.
—Se-Sesshōmaru...
—Ven, vamos a otro lugar. Debemos hablar.
El demonio la levantó muy despacio. Cargándola entre sus brazos para alejarse con ella sin que nadie los observara. Dos largos meses habían pasado desde la última vez que se contemplaron. Desde la última vez que se entregaron.
Continuará...
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.¡Hola!
¿Cómo están? ¿Me extrañaron?
Yo, sí. Sin embargo, estaba —y sigo— tomándome un tiempo para mí. En el cual me olvidé de todo y me concentré en mí y en mi mundo. Espero que lo entiendan. No obstante, aprovechando un espacio de mi burbuja me vine por acá a actualizar esta hermosa historia que cada vez tiene más preguntas que respuestas.
Aunque, les puedo adelantar que todo tendrá solución. Ya lo verán.
Así que, estaré muy atenta a sus comentarios, pues quiero saber su opinión con respecto a este capítulo.
Las quiero. Las quiero mucho.
Nos leemos pronto.
Con amor.
GabyJA
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Tú, eres mía [SesshOme]
FantasyColección de drabbles, viñetas, one-shot e historia cortas inspiradas en: Sesshōmaru y Kagome. Disclaimer: Los personajes de «InuYasha» pertenecen exclusivamente a Rumiko Takahashi. ⚠️¡Advertencias!⚠️ ◾Contenido explícito +18 ◾Lenguaje obsceno ◾Tem...