Taehyung había notado que Ryujin estaba triste. Mientras le cantaban la canción de Feliz Cumpleaños y mamá le aplaudía con una sonrisa suave en la cara, los ojos de Ryuin iban de un lado hacia otro, como buscando a otra persona entre todas las que había allí.
Taehyung sabía a quién buscaba. Era evidente para él, para sus hermanos y para su madre. Por dios, puede que hasta fuera evidente para la familia Chen.
Sin embargo, Taehyung no quería dar su brazo a torcer. Él tenía una postura clara y no importaba cuán desolada se viera Ryujin en ese momento, Taehyung no cedería. Ryujin lo iba a apreciar más adelante, cuando papá... Cuando Namjoon volviera a romperle el corazón a mamá, a desilusionarlos, porque era lo único que sabía hacer. Todo lo que ese hombre tocaba, lo destruía.
—... ¡cumpleaños feliz! —terminaron de corear todos, aplaudiendo cuando Ryujin se inclinó a soplar las velitas.
—¿De qué es el pastel? —preguntó Noah, viendo el dulce con clara expresión de deseo.
—De chocolate y mermelada —dijo Hoseok, agarrando el cuchillo para poder partirlo—. El favorito de mi princesa —añadió, inclinándose a besarle la frente.
—¿Podemos abrir los regalos? —preguntó Jimin con entusiasmo.
—Son los regalos de Ryujin —señaló Jin, sacándole la lengua.
Taehyung los contempló en silencio. Desde que habían vuelto, el ambiente entre ellos se había tornado más... extraño. No en un mal sentido de la palabra, y quizás era eso lo que tanto le molestaba. Que ellos estuvieran bien, cuando se suponía que no debía ser así. Papá fue un monstruo con todos ellos, se encargó de arruinarlos y hacerlos miserables, y de pronto, él estaba de regreso y a ninguno parecía importarle. Taehyung odiaba eso.
—Cariño, cambia la cara —dijo Hoseok cuando le sirvió un trozo de pastel—. Pareciera que estás estreñido.
—¿Estreñido? ¿Qué clase de comparación es esa? —farfulló.
Una expresión melancólica pintó el rostro de Hoseok.
—Es la misma cara que yo ponía a veces cuando algo no me gustaba y tu abuela me lo decía —contestó.
Al alfa menor no le gustaba pensar en su abuela. En la mamá de mamá. Nunca fue cercano a ella y mamá siempre parecía incómodo a su lado. Su abuela era... era una omega resignada y fiel a la vida que le había tocado, y Taehyung recordaba las muchas veces que mamá y ella discutían en voz baja. Papá... Namjoon siempre intervenía antes de que las cosas escalaran a los gritos.
—Alégrate por Ryujin —insistió Hoseok para cambiar de tema—, dos años no se cumplen toda la vida.
—Se cumplen sólo una vez en la vida, mamá —señaló Jin, estirando su tenedor para quitarle un trozo de pastel a Taehyung, pero el alfa se movió más rápido—. ¡Oye!
—¡No toques mi pastel, idiota! —gritó Taehyung, gruñendo como un alfa posesivo y tonto.
Jin rodó los ojos, pero al final le pidió otro trozo a mamá. Taehyung comenzó a comer del suyo, sin embargo, no pudo evitar pensar en lo raro que era celebrarle el cumpleaños a Ryujin de esa forma. Era el primero que tenía así, pues el anterior fue muy sobrio y apagado. Si bien mamá ya estaba trabajando para los Chen, esos primeros meses fueron muy inestables para ellos en general.
Ahora, mientras los Chen le entregaban su regalo a la niña, Taehyung tuvo que admitir que no estaba demasiado mal. Su hermanita pareció animarse un poco cuando empezó a romper el papel regalo, lo que era un alivio para él, pues lo que menos quería era seguir viéndola triste por no ver a Namjoon con ellos.
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Four Seasons [NamSeok]
FanfictionDonde Hoseok es un omega típico que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos. Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ya está roto desde hace mucho, mucho tiempo. Esta obra fue escrita por @Hobi...