Capítulo 10

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Harry.

Desde que han llegado a casa Louis no ha salido de su habitación, no le ha dirigido la palabra en el coche ni tampoco le ha contestado cuando le ha preguntado dónde quería que colocase el juguete. Solo se ha encogido de hombros y se ha ido para allí. Ha escuchado agua correr, así que supone que se habrá dado una ducha y ahora estará descansando.

Jacob ha estado un rato con él, pero le ha dicho que montarían el juguete después o mañana cuando Louis esté con ellos. Cuando han pasado un rato juntos y ha dejado de escuchar el agua ha permitido que el niño se vaya con su madre.

Ahora está sentado en el sofá mirando las noticias, llega Jacob corriendo llorando. Se incorpora en el sofá y le mira atento. Jacob comienza a hablar entre sollozos.

"Ey ey, si lloras así no te entiendo, ¿qué ocurre?" El pequeño respira hondo intentando calmarse para explicarse.

"Mami triste, Harry triste. Jake triste también." mueve sus manitas dando énfasis.

"¿Tu madre está triste? ¿Por qué?" el pequeño se encoge de hombros y se queda pensando un momento.

"Jake no malo. ¿Harry malo?"

¿Harry había sido malo? cree que no, aunque Louis lleva todo el día molesto y raro con él. No ha parado de decir cosas que al parecer no sentaban bien al castaño pero no pensaba que era para tanto como para que ahora esté triste por él. Y Harry estaba mal, claro que estaba mal, llevaba todo el día intentando acercarse a él y poder estar bien.

Lo que de verdad quería era que Louis estuviera otra vez cerca, que quisiera estar con él durante todo el rato posible. Y de lo que tenía más miedo era de que empezase a mirar pisos, porque eso significaría que en breves se irían de casa y no estaba listo para eso. No quería que se fuesen a ningún lado lejos de él.

"Vale Jacob, tranquilo. Voy a ir a hablar con tu madre, ¿de acuerdo?" El pequeño asiente limpiándose una lágrima. "Quédate aquí viendo los dibujos. Ahora vuelvo."

Le pone el canal de dibujos y se dirige hacía la habitación de los Tomlinson. La puerta está entreabierta ya que supone que el pequeño no la ha cerrado al salir, de todas maneras Harry llama a la puerta. Espera unos segundos en los que no recibe respuesta. Abre un poco más la puerta y asoma la cabeza.

La habitación está bastante a oscuras, pero al tener la ventana abierta entra algo de luz. Ve a Louis hecho una bola contra el cabecero de la cama, la cabeza apoyada en sus rodillas. Sus hombros se mueven ligeramente. Se acerca con cuidado y se sienta en el borde de la cama.

Al notar el movimiento Louis para de llorar, levanta poco a poco la vista, iba a decir algo pensando que era su hijo pero se queda parado cuando ve al rizado.

"Louis... ¿Qué ocurre? Si es por algo que yo he hecho... dios, lo siento. No sé que ha podido ser pero te prometo que no ha sido con la intención de hacerte sentir así. Lo siento." Louis pillando totalmente desprevenido al rizado se lanza a sus brazos a abrazarle.

Se agarra fuerte a su cuello, sollozando en su hueco entre el hombro y la barbilla. Harry rápido lo aprieta contra su cuerpo y se acomoda mejor para que estén más cómodos. Le duele el alma de verlo así, lo último que quería era hacer sentir mal al castaño. Odiaba esto.

"Perdóname precioso, ¿qué te he dicho o hecho tan malo para tenerte así? Dímelo, no lo volveré a hacer." El castaño niega pero no se separa para hablar.

"Soy yo, el problema soy yo." el aliento caliente contra su cuello hace que se le erice la piel pero no es momento de distraerse con ello.

"Tú nunca serás el problema. Cuéntame que te tiene así, por favor." Acaricia su cabeza con una mano y la espalda por la otra.

Caprichos del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora