Caprichos del destino

Capítulo 11

Louis.

Decir que estaba nervioso era quedarse corto. Acaba de salir de la ducha, hace un rato también había duchado a su pequeño pero todavía no lo había vestido porque sabía que se arrugaría o mancharía antes de irse.

El día de la gala había llegado antes de lo esperado, hoy iba a conocer a la familia de su jefe, que no es solo su jefe, si no también ahora su amigo, por no hablar de que viven juntos. Pero ante todo eso es la persona de la que se está enamorando, así que siente más nervios de lo normal. Quiere caerles bien, quiere darles una buena impresión.

A parte hoy es su cumpleaños, nadie lo sabe, lleva tres años sin celebrarlo y le ha dado vergüenza decírselo a Harry. Obviamente no es nada malo decir que es tu cumpleaños pero no quería tener algo más en lo que pensar hoy, quería que todo se centrase en la gala.

Mira el reloj y ve lo tarde que es, tiene que empezar a vestirse ya o no estará listo a tiempo. Se coloca unos calzoncillos y el pantalón del traje, como tiene que peinarse todavía no se coloca la camisa. Total, está dentro de su habitación. Quince minutos más tarde ha conseguido domar su cabello y colocarlo de la manera que quería, se ha hecho una especie de tupé con todo el cabello hacía arriba, ya lo tenía algo largo pero todavía quedaba bien. No acostumbraba a ponérselo para arriba, solo cuando salía de fiesta y como hace mucho más de tres años que no lo hace ha perdido un poco la práctica.

Se coloca un poco de base para esconder las ojeras y dar algo de color a su cara, es invierno, es normal que esté algo más pálido. Se lava los dientes, pone un poco bastante perfume en los puntos clave y sale a la habitación. Pone toda la ropa de su hijo encima de la cama para llamarlo y que venga a vestirse, desde que lo ha duchado no se ha despegado del rizado.

Hace un par de días montaron el monstruoso juguete que le compró, la habitación que hay a su lado que le ofrecieron también ha resultado el cuarto donde Jake ha puesto todos sus juguetes y Harry no para de traerle más cosas. El mayor se piensa que el castaño no se da cuenta pero sabe muy bien todo lo que tenían y esa habitación está llena de cosas nuevas.

Su puerta se abre de par en par, entra el pequeño corriendo riendo a carcajadas, y acto seguido aparece el rizado sonriendo a lo grande con un pincel lleno de pintura y la cara manchada de azul. Al ver al castaño sin camiseta y peinado se congela en el sitio, se le borra la sonrisa para quedarse con la boca algo abierta y se escucha como traga exageradamente.

Jake ajeno a todo se esconde aún riéndose detrás de las piernas de su madre gritando '¡protégeme! señalando el pincel que Harry lleva en la mano. Louis nota como los ojos del mayor le hacen un repaso de arriba a abajo y se quedan atascados en su pecho. Algo dentro de su interior se enciende y se siente orgulloso de que el rizado le esté viendo de esa manera.

"Aparta esa cosa de mi hijo, Styles. Ni se te ocurra mancharlo o llegaremos muy tarde." le señala acusador con el dedo. Quiere rebajar un poco la tensión que se ha creado, no pueden tener esa clase de tensión con su hijo delante.

"Em o.. sí. Em" tarda unos segundos en recuperar la parte racional del cerebro. "¡Ha empezado él manchando mi cara!" dice indignado. Jake se ríe de él y le saca la lengua. El ojiverde abre los ojos exagerando y le señala con la mano. "¿Lo ves?"

"Tiene tres años, aquí el adulto eres tú. Y si no paráis esto ahora no saldremos de casa a tiempo, no quiero que la primera vez que tu familia me vea sea llegando tarde o todos manchados de azul. Quiero dar una buena impresión." El rizado suaviza su mirada, ahora le mira con algo así como adoración pero cree que es su imaginación jugándole una mala pasada.

"Bien. Por está vez lo dejaré pasar pequeño monstruo, pero la próxima no te escaparás. Todos los actos tienen consecuencia y nadie se mete con un Styles sin pagarlo." Sentencia como si un tirano de película se tratase. El pequeño le hace una gañota y se vuelve a esconder.