Harry.
Louis estaba tardando en volver, no es que le molestase quedarse con Jacob, de hecho lo disfruta, cosa que no habría pensado nunca que haría. Han estado jugando un rato en la sala de juegos y después han ido a ver una película al salón donde Jacob se ha acomodado poniendo la cabeza en sus piernas y se ha quedado dormido a la mitad.
Pero aunque haya disfrutado la tarde notaba la ausencia del castaño, tenía muchas ganas de tocarlo, escucharlo reír, hablar, y se moría por besarle. Vamos, en resumen, le echa de menos. Y este sentimiento era nuevo en él.
La puerta se abre, como un cachorro al escuchar a su dueño mira hacía la puerta con ojos esperanzados y brillantes. A los pocos segundos aparece el cuerpo del ojiazul, al levantar la mirada se queda observando la postura en la que están en el sofá. Entonces su sonrisa aparece poco a poco, pero Harry puede notar que hay algo que no cuadra, siente que algo va mal.
"Hola" susurra el menor para no despertar a su pequeño. "¿Hace mucho que se ha dormido?" se acerca al sofá pero no se sienta.
"Hace unos veinte minutos." Harry intenta inspeccionar su cuerpo, su mirada, en busca de qué cosa está mal.
"¿Te ha molestado mucho?" el rizado frunce el ceño.
"Claro que no, te he dicho que Jacob no me molesta. Me gusta estar con él." Louis sonríe ante eso. "¿Estás bien? ¿Pasa algo?"
Al escuchar la pregunta Louis se pone tenso de repente, eso extraña mucho al mayor, estaba raro y eso se lo confirmaba.
"No pasa nada. Voy a cambiarme." Desaparece rápido del comedor. Pero el ojiverde no se queda tranquilo.
Con cuidado se levanta del sofá sin despertar al pequeño y va hacía la habitación del castaño, todavía tiene ahí todas sus cosas aunque duerma ya más veces en la habitación de su jefe que en la otra, bueno al menos lo intentan, porque cree que todavía no ha habido ninguna noche que consigan pasarla entera juntos.
No sabe qué es pero puede notar que algo no va bien desde que ha visto los ojos azules que más le gustan apagados, no tenían el brillo de siempre, no le ha sonreído con alegría, no ha comenzado a hablar explicándole cómo le había ido o qué había hecho, incluso tampoco ve que traiga ninguna bolsa de compra.
¿Le habrá dicho algo Zayn? ¿Habrán discutido? No ve muy probable esa situación, Zayn es muy agradable y parece que le ha cogido mucho cariño a Louis y siempre están hablando y quedan para tomar el café de la mañana juntos en la oficina... No entiende nada.
Abre la puerta de la habitación y ve a Louis sentado en su cama, con la camisa que llevaba quitada, los pantalones todavía puestos, cabizbajo. Levanta la mirada cuando escucha el ruido y se tensa al verlo.
"Precioso..." se acerca con cuidado, lo último que quiere es asustarlo. Se agacha de cuclillas para intentar mostrarse lo más pacífico que pueda. "¿He hecho algo malo?" susurra.
El castaño rápido niega, se acerca al rizado y le da un beso rápido en los labios. Le sonríe con los labios pegados y se levanta para ponerse el pijama. Comienza a moverse por la habitación mientras el rizado le sigue mirando estático desde su posición en la habitación.
Entonces Louis estira el brazo para ponerse la camiseta del pijama cuando Harry ve como una mancha en su antebrazo. Se levanta rápido y se acerca sin darle ninguna opción de escape.
"¿Qué tienes ahí?" le coge el brazo con cuidado y Louis rápido lo esconde. Sin decir nada estira la mano esperando que Louis vuelva a ponerle el brazo, después de varios segundos de desafiarse mutuamente con la mirada el castaño cede y le da el brazo. "¿Quién cojones te ha hecho esto?¿Ha sido Zayn?" Gruñe con rabia.
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Caprichos del destino
FanfictionLouis vive con su hijo de tres años, las cosas no han salido como esperaba y han tenido una vida difícil. Harry es el director de la empresa familiar, se pasa el día trabajando y no le gusta mucho socializar. O Donde Louis es contratado como aprendi...