POV Miran Yildiz
Tres años después
—Es momento de volver, abuelo...no podremos pasar más años fuera de nuestro hogar.
La cara de disgusto me hizo saber que aún seguía pensando igual, nada podría hacerlo cambiar de parecer...la única con ese poder era Zel, mi hermana. Mi hermosa y única hermana.
—No me iré de aquí hasta que tu hermana despierte, solo entonces podremos volver todos juntos. Se paciente nieto, la familia Yildiz volverá y todos lo sabrán muy pronto.
Debía callarme y aceptarlo, esperar, pero no podía hacerlo cuando el idiota de Aslan seguía con su miserable vida como si mi hermana jamás hubiera estado en ella, la olvidó por completo, la traicionó. El amor que tenía por ella terminó por dejarla en una cama por tres años largos años y era algo que no perdonaría.
—Hoy se casa Aslan Kurt con su prima Zeynep Polat —le comenté, empuñando mis manos de la ira que crecía dentro de mi—. ¿Crees que es justo?
—Por el amor de una rosa, el jardinero es servidor de mil espinas.
Fruncí mi ceño sin entenderlo.
—¿Qué quiere decir con eso, abuelo? —jamás entendía sus proverbios.
—Si deseamos a una persona muy bella como lo es Zel, debemos saber enfrentarnos a todas aquellas cosas que nos apartaran de ella —explicó, sus ojos se pusieron vidriosos mientras su mirada se dirigía a ella—. Aslan no pudo enfrentar a su familia, ni siquiera pudo con la primera espina.
Volteé a mirarla, era la bella durmiente.
Mi hermana, jamás hubo un día donde no te pensara, donde no te extrañara. Ya sufriste mucho, me encargaré que todos los días sean iluminados cuando despiertes. Lo prometo.
Salí de la habitación rápidamente, tenía que ver a mi primo Onur, quería saber cómo iba su evolución. Cuando llegué a su consultorio, la puerta estaba entre abierta y adentro se encontraba mi tía Melek. Me detuve cuando escuché el nombre de Zel.
—¿Enamorado? Por Ala, ¿cómo puedes enamorarte de alguien quien jamás sus ojos te han visto?, ¿cómo puedes enamorarte si nunca has escuchado su voz?, el corazón de Zel ya tiene un nombre y será así por mucho tiempo.
Se hizo un silencio, hasta que él lo rompió.
—Evet (sí), evet, tienes razón...tienes razón en todo Anne (mamá), pero...
—Oğul —su voz estaba rota, estaba llorando.
—La amo, estos tres años cuidando de ella me hicieron enamorarme. ¡Me enamoré de alguien que al despertar solo verá a un desconocido! —tragué fuerte, jamás llegué a pensar que esto pudiera si quiera pasar—. ¿Cómo podría decirle a mi corazón que no sienta, Anne?, dime y lo hago.
—No puedes, pero no harás nada, no intentaras nada...esconderás tus sentimientos, será un amor oculto —exigió, agarrando su rostro—. Mi sobrina tendrá que enterarse de tantas cosas, tomar tantas decisiones que no quiero que tu amor sea una carga más. ¿entiendes, hijo? ¿me entiendes?
—Sí.
Onur enamorado de Zel.
Onur y Zel.
Me fui antes que me vieran y agarré mi teléfono para llamarla.
—Azize —saludé.
—Miran, ¿Cómo estás? —sabía que estaba sonriendo, empezaba a conocerla cada vez más.
Llevábamos varios meses hablando por teléfono, después de que, en una cena de negocios nos presentaran. Era una mujer hermosa, pero solo podía ver el camino para vengar a mi hermana.
—Trabajando, no puedo permitirme descansar, aunque sea fin de semana.
—Kolay Gelsin (que te sea leve)
—Gracias, ¿tú que haces?
—Mi hermano mayor se casa, así que decido si ir o no.
¿Por qué ella haría algo como eso?
—¿Por qué no irías al día más feliz de tu hermano? Eres su hermana, tienes que apoyarlo —decir esas palabras eran lava en mi garganta.
—Él ya vivió el día más feliz de toda su vida, esto es...un día cualquiera.
—No entiendo, ¿qué quieres decir con eso? —pregunté rápidamente.
—Estuvo casado con la mujer mas hermosa y buena de esta tierra, pero ella murió...no quiero hablar de este tema, es difícil aún.
No tanto como para mi —pensé.
—Tienes razón, es tu hermano así que ve a su boda...en la noche te marco.
Colgué sin esperar una respuesta de su parte, era arduo.
Fui de nuevo con mi hermana, habíamos pasado toda una vida lejos del otro que, no me gustaba estar tanto tiempo sin estar a su lado, sentía que era la manera para recomponer tantas cosas perdidas.
—Tenemos que irnos —dijo el abuelo, saliendo de su habitación.
—Quiero quedarme con ella —respondí, suplicándole para que aceptara.
—Has descuidado el trabajo, no podemos hacerlo ahora, muy pronto iremos a nuestro hogar, manejaras todo como lo hizo tu padre, desde su hogar, en las empresas Yildiz —palmeó mi espalda y empezamos a caminar hacia la salida.
—Abuelo, pero...
—¡Oğul! ¡Oğul! ¡Oğul!
Nuestros ojos se abrieron de par en par y nos vimos por milésimas de segundos antes de salir corriendo hacia la habitación de Zel, donde provenía aquel grito tan desgarrador. Mi corazón se detuvo y un frio recorrió todo mi cuerpo cuando al entrar ella estaba...sentada, con lágrimas en sus ojos mientras sus manos tocaban fuertemente su abdomen.
—Zel —dijimos al unísono llamando su atención.
Nuestros ojos conectaron y vi a mi madre en esos ojos mieles, lo que rompió mi corazón.
—¿Qué pasó?, ¿mi hijo está bien? —miró asustada a su alrededor y empezó a llorar—. ¡Aslan! ¿Dónde está Aslan?
Miré a mi abuelo sin saber que hacer o decir. No podíamos decirle la realidad...no aun, primero tenía que procesar el hecho de que han pasado tres años desde su accidente.
Onur llegó rápidamente y fue hasta ella para revisarla.
—¡No me toques! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Por qué mi esposo no está aquí?! —se calló de repente y empezó a negar—. Él...él...murió.
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CORAZÓN DE HIELO
Novela JuvenilLa mayoría de niñas sueñan con tener en un futuro la familia perfecta, muchas no lo logran y otras tienen el privilegio y suerte de conseguirlo. Ese era el caso de Zel Yildiz. Jamás imaginó que conocería al hombre de sus sueños, pero ahí estaba. El...