✨capítulo 13✨

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Owen:

No dejo de pensar en lo que pasó ayer en la noche, nunca pensé que conocería ese lado de alana y ahora que lo descubrí, no quiero dejar de verlo.

La determinación y el dominio que muestra en el ámbito sexual me puso a mil, de recordarlo se me engorda la polla.

No sé si estoy en lo correcto con lo que haré pero solo espero que sí.

Son las 7:30 de la mañana y me levanté ha hacerle un desayuno muy sencillo a alana, ya que son cuatro horas en coche y no quiero que depronto se ponga mala si le doy un desayuno muy cargado.

Le picó frutas en un bol, algunas fresas, plátano, manzana roja, uvas y uvas, le echo yogur natural y lo acompaño con un zumo de naranja.

Le dejo todo listo y primero me voy a duchar para que ella pueda dormir más tiempo.

Me pongo unos pantalones cortos blancos, junto con una camisa negra y una zapatillas blancas.

Saco mi maleta de la habitación y la dejo en la sala. Me sorprende que aún no se levante, a esa le puede pasar un tractor por el lado y ni así se levanta.

Voy por el desayuno que le prepare, y se lo llevó a la habitación.

-buenos días dormilona- le muevo y poco a poco va abriendo sus lindos ojos.

-¿Como amaneciste?- le pregunto cuando ya está del todo despierta.

Arrugo las cejas cuando niega y se levanta de la cama en dirección al baño.

Después de un rato vuelve y entiendo a qué se fue.

-hola, buenos días- me dice con una gran sonrisa, misma que yo le devuelvo ya que cuando sonríe sus ojitos se achinan, se ve preciosa.

Sin avisarle me atrevo a besarla, pensaba que me iba a rechazar pero me sigue el beso.

Luego de un rato nos separamos y ella empieza a desayunar en lo que yo hablo con mi entrenador para ver qué todo esté en orden.

-owen, ¿quieres?- me ofrece desayuno pero niego.

-tome un batido de proteínas, pero gracias princesa- de inmediato me arrepiento de decirle ese apodo, es demasiado cliché para mí gusto.

Ella lo pasa por alto y asiente en respuesta.

Luego de un rato nos encontramos en el coche listos para irnos.

Alana quiso traer golosinas y chuches que se encontró en la cocina para comer en el camino pero ella se los está comiendo antes de yo haber encendido el coche.

-si sigues así, no habrán más chuches en menos de medio camino- le digo con burla y mueve sus brazos con altanería.

-pues después compramos más. Vámonos ya- me manda y más que intimidar, me da ternura.

Es una cosita de 1,60, enojona y amargada.

Alana se quedó dormida tiempo después de que se terminó los dulces, tiene la cabeza recostada en el cristal de la ventana, hasta dormida es hermoso.

Vamos dos horas de camino y aún nos quedan otras dos, no estoy nervioso por la pelea. Estoy nervioso por lo que haré después de esta.

Solo espero que diga que si, y si dice que no, lo seguiré intentando porque estoy completamente enamorado de esa peli negra amargada y gruñona.

-que no!- me chilla alana, hace un rato se levantó y hemos estado discutiendo aproximadamente diez minutos porque la niña quiere que ponga una canción de Taylor Swift, pero esque no pienso escuchar sus canciones sosas he infantiles.

Algo Inexorable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora