- fue la mejor idea!, a mi hermano le va a encantar - chilla la rubia mientras le enseño el regalo de cumpleaños que le daré a Owen.
Lo recogí ayer pero hasta ahora tengo tiempo de enseñárselo a su hermana. No me he visto mucho con mi muñequito, ha estado muy raro desde que fue a la empresa de su padre a hablar con el y tampoco lo he presionado para que me diga de que hablaron, se que cuando el crea que es el mejor momento me lo dirá.
- ¿estás segura de que le va a gustar? - le pregunto a la rubia un poco indecisa, creo que debí pensar en otra cosa...
- ¿que si le va a gustar?, cuñis esto le va a encantar!!, es un regalo demasiado original y significativo.
Sus palabras me dan un poco más de seguridad y asiento en respuesta.
El cumpleaños de Owen es mañana y junto con sus hermanos, los míos y los amigos más íntimos le organizamos una fiesta sorpresa que sé que le va a gustar.
Estoy tan absorta en mis pensamientos que me sobresalto con el chillido de Maddie.
- ¡Que es esto picarona! - me mira con una sonrisa pícara mientras me ensaña la lencería negra de encaje que estaba en la bolsa y que no tenía porque mirar.
-es... esque quise comprar más ropa interior, ya sabes, lo normal.
-¿y tu utilizas normalmente bragas que esten con una abertura en donde queda la rayita de abajo? - me habla con una ceja encarada y siento como mi cara empieza a arder.
- pues quise cambiar de estilo de ropa interior ¿Sabes? Y no preguntes esas cosas - hablo rápido y le arrebato el conjunto - en fin, no estés husmeando mis cosas!.
-vale, vale. Perdón señorita calenturienta - habla mientras que alza sus manos en señal de rendición.
Escucho como mi móvil empezó a vibrar y al mirarlo veo que es una llamada de Owen.
- dame un momento le contesto la llamada a tu hermano - le digo a la rubia y ella asiente mientras se entretiene en su móvil.
-como esta la mujer mas preciosa de este planeta- me habla owen sacandome una sonrisa.
-bien muñequito, ¿y tu ?
-bien princesa, te paso a buscar a las ocho, te tengo una sorpresa- me dice sacándome una sonrisa
-¿tengo que estar especialmente arreglada?
-como te sientas cómoda, igual con lo que sea te ves preciosa, en media hora paso por ti- me dice y seguido cuelga.
¿Y ahora que tiene planeado este loco?
-maddie- llamo a la rubia la cual de inmediato me mira -necesito tú ayuda para saber qué ponerme.
-y eso porque?.
-tu hermano me llamó y me dijo que en media hora pasa por mi y quiero estar linda- le digo y me regala una cálida sonrisa.
-tontita tú siempre estás linda pero si quieres estarlo más, ¡Pues manos a l obra!.
Se levanta de la cama y se dirige a mi clóset del cual empieza a sacar prendas como loca mientras las tira a la cama.
-tu- me dice mientras me señala con su dedo índice - ve y te pones la lencería y sin peros - me habla antes de que pueda alegar y no me queda de otra más que ir a ponérmela.
No te hagas la santica que bastantes ganas tienes de que el te la vea.
Ay callate, tú no sabes eso.
Linda, soy tu conciencia, claro que lo sé.
Me dirijo al baño y luego de un rato por fin tengo la lencería puesta.
La tela es demasiado fina así que con un mal movimiento esto no sería útil de nuevo.
El pequeño sujetador deja mucho a la imaginación ya que apenas y me cubre los pezones, y las bragas son demasiado pequeñas, abro un poco las piernas y la abertura que tiene estás dejan ver toda mi intimidad.
Sin pensarlo dos veces tomo mi móvil y me saco una foto donde se aprecia perfectamente la lencería y sin darle tantas vueltas se la envío a Owen con un "¿Que tal me queda?" Adjunto.
-cuñis tu ropa está lista!- me llama la rubia y me envuelvo una toalla en lo que salgo del baño.
Al llegar a la habitación me pongo el outfit que encontró la rubia y no sé si agradecerle por lo bien que lo hizo o por el resfriado que esto me hará tener.
El cabello opte por recogerlo en una coleta baja y de maquillaje solo me aplique un gloss rosa, pestañina y rubor.
-quedaste guapísimas- me dice la rubia en cuanto me ve y le sonrió.
-si no fuera por ti hubiese salido con lo primero que pillara del clóset- le hago saber y me guiña un ojo en respuesta.
-siempre a la orden-me dice mientras me hace una fingida reverencia haciendo que las dos riamos.
Una notificación llega a mi móvil y veo que es un mensaje de Owen.
"La lencería no se ve bien, tendrás que enseñarmela cuando te vea para poder decirte que tal te queda"
Me pongo nerviosa por lo que va a pasar. Ya estoy lista, quiero que el sea el primero.
"Ésto abajo princesa"
Me dice y me apuro a coger el bolso, me despido de Maddie y me dirijo a la salida del edificio.
Al salir del edificio el frió clima de noviembre me recibe haciendo que mi cuerpo se estremezca.
Me dirijo hasta donde está aparcado el coche de Owen pero al llegar veo que no hay nadie dentro de este.
Siento como una mano toca mi hombro y al darme la vuelta me encuentro con un ramo de..... ¿Dólares? Literalmente es un ramo con dólares en forma de estrellas.
-para la princesa más hermosa de este planeta- me dice mi rubio con una sonrisa de oreja a oreja.
-owen... Esto es... No tengo palabras, muchas gracias- le digo y lo beso.
No se cómo hace pero cada vez estoy más enamorada de este hombre.
-no me des las gracias, te mereces esto y demasiados dolares más- me dice cuando nos separe y le sonrió mientras le recibo el "ramo".
-y ¿a donde se supone que vamos a ir?- le pregunto mientras me abre la puerta del coche.
-tu solo ponte cómoda que ya verás a donde iremos princesa- se sube al coche y arranca antes de regalarme una guiñada acompañada de una sonrisa pícara.
Dios mío está noche será demasiado larga.
HOLAAAAAA
de verdad no saben la alegría que me da poder regalarles otra actualización.
Este capítulo fue un poco corto pero créanme que el más difícil de terminar.
Muchas gracias por todos sus mensajitos de apoyo, gracias a ellos hice el esfuerzo y pude darles este capítulo.
Nos vemos en la próxima actualización.
BYEEER
🤍🤍
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Algo Inexorable
RandomMiro por última vez mi cuarto. Cuarto en el que alguna vez jugué con mi padre, cuarto al que me hermano solía venir en las noches a leerme un cuento ya que mamá nunca tenía tiempo, cuarto en el que llore días y noches por su muerte, cuarto en el que...