Capítulo Once

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【He tomado el lugar de un monstruo del cual estaba enamorada

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【He tomado el lugar de un monstruo del cual estaba enamorada...】


Onceavo encuentro: Apartamento de Alexa Thomson


—Morgan no puede aparecer en un lugar en donde no tenga a nadie de confianza a menos de que sea como un tormento para quienes le hicieron daño. De seguro estará encantada de conocerte totalmente, Alexa.

—Por supuesto...

—Debería aparecer en cualquier momento. Durante la espera, te diré porqué mi caso es tan especial pues confío mucho en vos.

—Estoy escuchando... —Me costaba aún creerme todo pero aun así tenía curiosidad por saber.

—Al investigar por mi cuenta el caso de Morgan, me di cuenta de todo en su vida e incluso como me veía en un inicio gracias a su diario. Aún conservo parte de él así que su maldición no ha terminado por completo... Me culpo por ello pero aun así sigo siendo terco, quiero conservar lo que me queda de este para seguirla viendo pues no logro vivir sin ella.

—¿No le haces daño así?.

—Es muy probable que si pero... Ella es tan especial que no puedo dejarla ir, no quiero...

De repente el apartamento se sintió frío, comenzaba a escuchar ruidos en el entorno que hasta algunos cuadros de mis paredes cayeron al suelo.

—Johan... —Abracé el brazo de Johan con algo de temor.

—Morgan, deja de jugar. Alexa ya sabe de tu existencia. —Le sonrió al aire cosa que me aterraba más.

—¿Le has contado? —La escuché, escuché la voz de Morgan Willow y sentí como a mi lado se ponía el peso de otra persona. Giré mi cabeza y estaba allí, ¡Morgan Willow estaba en mi cama!.

Grité con un sobresalto que me hizo levantarme de la cama.

—¿Morgan Willow? —Tartamudeé mientras la veía con terror—. ¿En serio estás aquí?

—Pensé que me creías al decirte que ella es un fantasma, Alexa. —Dijo Johan demasiado tranquilo.

—¿Por qué le has contado sobre mi, Johan? ¿Te causa confianza con este tema tan delicado? Ni siquiera esta creyendo que estoy aquí.

—Me da confianza. Alexa, sé que es difícil de entender al inicio pero en serio me haría muy feliz que escucharas toda mi verdad.

—Te escucho pues dudo mucho que me hayas hecho algo para alucinar con ella, Johan.

—Bien, ella es Morgan, mi novia y la razón por la que suelo ir tan seguido al lago Silver Moon.

—Pero dijiste que yo te gustaba. —Me crucé de brazos algo molesta pero aún así confundida.

—¿Dijiste qué, Johan? —Preguntó Morgan.

—Es que si... Pero no... Pero si. Es complicado, sois casi la misma persona sólo que una tiene cabello largo y la otra corto, sus colores favoritos son azul y la otra púrpura, y entre otras cosas más que puedo decir en una lista y verán que no son tan diferentes. Ambas despertaron sentimientos en mí que ninguna chica pudo.

—Esta bien. —Morgan besó su mejilla.

—Vale, ¿Qué más tienes por contarme? —No me sentía cómoda con la idea de compartirlo con una fantasma pero no puedo oponerme tampoco, es mejor cambiar el tema.

—A ella le conozco hace un mes casi antes de su muerte; además, gracias a su diario maldito descubrí que fue homicidio y no suicidio, Jennie la mató lanzándola del barranco en su cumpleaños.

—¿Por qué estas con una amistad de ella? Es confuso.

—Ella ya sufrió lo suficiente en el otro mundo. —Respondió Morgan—. El otro mundo es el lugar donde se quedan los muertos que se quedaron con cosas pendientes en esta vida. Es casi como el limbo pero aun así existen almas horribles que terminan ahí.

—El Dominador es una de ellas, él es el titiritero de muchas marionetas que no tuvieron una muerte digna usándolas como conexión a este plano. Si lograra salir probablemente estaríamos condenados, él fue quien me hizo morir y reviví gracias a Morgan.

—Okay, déjame procesar la información un momento...

Me senté junto a ellos en la cama, haciendo más preguntas y recibiendo las respuestas que antes se me harían imposibles pero ahora comprendo perfectamente. Johan no está loco, esta más cuerdo que este mundo mismo y vaya que para soportar tanta realidad se necesita tener mucha locura.

Comprendí todo de su historia y el porqué lo han llamado loco, el porqué no le hacen falta las píldoras y porqué logro ver a Morgan. Pedí que Johan saliera de mi apartamento al par de horas pues Morgan había desaparecido hace unos instantes, ya era de noche pero no tenía ganas de cenar así que me eché a dormir.

El frío viento entraba por mi ventana y mi sueño se había vuelto pesadilla con la presencia de algo en mi apartamento. Me encontraba en el vacío absoluto en mi sueño, a donde quiera que me moviera estaría volviendo al mismo sitio, por mis espaldas pasaba una presencia que no era natural ni buena pues escuché su voz que no me era reconocible.

—Te pareces mucho a Morgan —Dijo aquel ser—, me podrás ser de utilidad ahora que sabes todo.

No lograba verlo a mis espaldas sólo podía experimentar el tacto frío de la punta de unas cuchillas cada que lo intentaba.

—¿Eres El Dominador del que Johan hablaba?

—¿Me puso ese nombre? —Escuchar su risa me erizaba la piel de una forma escalofriante—. Si, lo soy. Y tú serás quién me traiga a este mundo, Alexa Thomson.

—No pienso hacerlo, tú fuiste quien lastimó a Johan. ¡El chico que más he amado en el mundo!.

—Él es un monstruo, igual que yo. ¿Lo recuerdas? Juega con el alma de Morgan a pesar de su "amor" por ella, lo mismo hará contigo, Alexa.

—No te creo, sé que lo que hace esta mal pero... Él no sería capas de lastimarme.

—Tú decides. —Puso sus garras sobre mis hombros—. Predigo que volverás a mí muy pronto pidiendo lo que alguna vez quisiste. Un amor honesto y verdadero como el que yo te puedo ofrecer a cambio de mi protagonismo en tu vida.

—¡No volveré a ti! —Me desperté sudando al decirlo en voz alta, mi corazón iba muy rápido y sólo veía oscuridad en mi habitación.

Miré la hora y eran las 2:45 de la madrugada justo a unas horas de empezar mi hora matutina para ir al jardín de niños. Me levanté de la cama intentando no darle vueltas a lo que dijo, me dirigí al baño para lavarme la cara y pude observar en el reflejo del espejo como una letra estaba en mi cuello, como si hubiera sido hecha con una cuchilla y estuviera cicatrizando ahora.

Una letra K en mi cuello no me daba mucha información, ¿Qué debería hacer? ¿Debo seguir confiando en Johan o confiar en las palabras de El Dominador?.

...¿Acaso perdí la cabeza al escuchar a El Dominador?...

·Dear Johan· [Segundo Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora