Capítulo Nueve

14 6 0
                                    

【

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

【... de un monstruo...】


Noveno encuentro: Apartamento de Alexa Thomson


Pasé un par de minutos tratando de averiguar la contraseña después de darme un baño y limpiar mi apartamento, para mirar las fotos de Hearts y Memories Book, incluso mirar las recomendaciones y actualizaciones de su historial de búsqueda en Clues & answers pero no lograba encontrar que combinación de números eran los adecuados para desbloquear su celular, me pedían una fecha especial para Johan pero ni siquiera conozco la fecha de su cumpleaños si es que era esa; al tiempo tocaron a mi puerta.

Dejé el celular en un cajón de mi tocador y le abrí la puerta a Johan, recibiéndolo con un abrazo me di cuenta de que si había comprado el conjunto que le mencioné, ¡Era tan perfecto que apenas si me creía que estuviera en mis manos y frente a mis ojos!.

—¡Johan! ¡Muchas gracias! ¡Me fascina este conjunto y combina muy bien con unos zapatos que compré recientemente! —Dejé el conjunto en mi cama y lo abracé con fuerza.

—De nada, Alexa. —Me abrazó mientras llevaba una dulce sonrisa en su rostro—. Me alegra poder hacerte feliz.

—Y por este regalo tan especial, te he preparado algo maravilloso para almorzar. ¿Te parece bien llamar este momento como "Primera cita"? —Me sonrojé recordando lo que me había dicho anoche y con una sonrisa algo tonta lo volví a mirar.

—Me parece bien. —Noté como sus mejillas se calentaron también, durante un beso cerca de mis labios me había tomado de la barbilla al acercarme a él.

Apenas lograba contener mi emoción pero debía hacerlo para servir el mediodía de nosotros en mi mesa, un principio sencillo con guisado, vino que tenía guardado de mi padre y de postre un manjar de pastel de vainilla. Nos sentamos a almorzar y hablar un poco de como la había pasado Johan en el Mall, entre otras cosas que no tienen la mayor relevancia pues he conocido una fecha importante para él aunque no logré sacarle la información sobre la importancia del 24 de Junio.

Al acabar el almuerzo nos quedamos un rato más charlando en mi cama acolchada, me había tomado el tiempo de organizar y guardar mi nuevo conjunto en mi armario antes de sentarme junto a él. Se supone que íbamos a charlar un momento más pero no encontraba nada más que compartir sin sacar el tema de que habían llegado notificaciones a su celular (Aun no había preguntado dónde se lo tenía guardado). Sólo pude acercarme, abrazarlo mientras apoyaba mi cabeza en su pecho de nuevo, durante su palpitación que se aceleraba entre mejor me acomodaba contra él podía sentir como comenzaba a sudar lentamente.

¿En qué estará pensando?, ¿En que su brazo está atrapado entre mis pechos? ¿En que he logrado hacer que se acostara para poner mi pierna sobre su cintura? Como sea, no era algo apropiado pues comencé a divisar un pequeño bulto en su pantalón.

—Johan... —Musité sonando casi adorable.

—¿Qué pasa, Alexa? —Noté como le costaba tragar saliva y como su respiración se hacía difícil.

—¿Estás incómodo con algo? —Miré como su cara se ponía algo roja con la pregunta y volví mi vista al bulto que seguía ahí.

—No del todo, sólo... —Suspira dejando notar su aliento cálido en la atmósfera—. Pensamientos poco apropiados de mi persona, te sorprendería que alguien como yo tuviera problemas con ello conociéndome muy bien.

—Lo veo completamente normal, Johan. Hasta el que menos creas que pueda caer en manos de la lujuria puede tener los más oscuros deseos sexuales... —Me sonrojé un poco y me senté sobre su verga para sentir su bulto contra mi vagina—. Podría ayudarte con ello como recompensa por haberme dejado pasar la noche en tu apartamento sin tu permiso e incluso pagarte el regalo que me has dado hoy.

—Alexa... —Su cara se ponía más roja al tartamudear mi nombre, se notaba de lejos que lo deseaba tanto como yo... hacer que sienta mi interior que ahora reclama por sentirlo.

Le di un beso largo que él siguió al paso de unos segundos, sentí como ponía sus manos por mi cintura, el beso cada vez se hacía más lento y placentero tomando el control de mi cuerpo haciéndome mojar pero sin dudas lograba hacer que la verga de Johan se hiciera más dura dejando totalmente su verga contra mi ropa interior que se humedecía más en cada roce que me daba Johan. Le saqué cada botón de su camisa para dejar su pecho al descubierto, pasando mis manos sobre él, estaba tan bien físicamente que apenas me creía que no estuviera en un sueño húmedo más.

Me separé en el beso dejando ver una pequeña línea de saliva entre nuestras bocas, al sentir como los pulgares de Johan recorrían mis bragas bajo mi pollera, me quité el top que llevaba encima dejando ver mis tetas que ya tenían las puntas algo duras. Johan ahora ocupaba sus manos para jalar mis pezones y masajear mis tetas haciéndome soltar algunos suspiros, dejándome la libertad de desabrochar su pantalón viendo como su verga se emocionaba al poder estar más cerca de mí.

Johan no me dejó dominarlo, me quitó de encima suyo y me giró sobre la cama haciéndome tan inofensiva a cualquier cosa que pensara hacerme. Elevó mi cintura a la altura de su pecho para luego tocar mi vulva sobre mi ropa interior.

—Estás bastante mojada, Alexa... —Musitó con aquella voz que podría hacer estremecer a cualquier chica en esta situación.

—Suelo estarlo al pensar mucho en ti y más ahora que puedo hacer uno de mis deseos realidad... —Dije con placer antes de morder mi labio por sentir sus dedos pasando mi vulva.

Sentí como corrió mis bragas a un lado para meter sus dedos, me sonrojé enseguida soltando un pequeño gemido que incentivó los movimientos de sus dedos en mi interior, sacando y metiéndolos más de una vez para luego meterlos por completo, tocando mi interior con sus movimientos; me hizo gemir varias veces para su satisfacción antes de sacar sus dedos y probar mi líquido.

—Es bastante viscoso y dulce.... —Dijo antes de sacarse por completo el pantalón y bóxer.

Mi cara estaba totalmente colorada del calor pero también de los nervios al ver de reojo su verga pasando por la humedad de mi vagina, gemí al sentir como introducía su verga lentamente en mi interior. Comenzó a mover su cintura sacando y metiendo su verga en mi interior haciéndome gemir múltiples veces, de un momento a otro aceleraba sus movimientos y tomó mis muñecas por mi espalda dándome más fuerte de lo que pensaba que sería capaz de aguantar.

·Dear Johan· [Segundo Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora