·Dear Johan· [Segundo Libro]

Capítulo Veintitres

〖Las noches son las más bellas y son la ocasión especial del día para trabajar〗

Veintitresavo encuentro: Edificio "Saint Sky" - Edificio de Alexa Thomson

Me encuentro aquí, subiendo en los pequeños marcos de las ventanas sólo para verla dormir, no pueden juzgarme, sigo queriéndola a pesar de que aún no sea hora de visitarla. Trepé un poco más hasta llegar al marco de su ventana, estaba abierta con el aire frío de la noche entrando mientras movía sus cortinas, me senté en el marco mientras la divisaba en su cama dormida en la oscuridad del cuarto con ayuda de la luz de la luna. Aún no la puedo hacer parte de mí, debo ser paciente pero no me hace daño sentirla de nuevo, ¿Verdad?.

Me acerqué a su cama. Miré su delicado rostro y pasé mi mano por su suave mejilla. Apenas se movió al sentir mi tacto pero aún sin despertarse, vi su estómago y ya se notaba su embarazo, no tanto pero era notorio. Quise pasar mi mano sobre lo que se volvería mi hijo pero la mano de alguien me detuvo, era él en la oscuridad que no alcanzaba alumbrar la luna, Kyle sostenía con fuerza mi muñeca haciéndome retroceder.

—No te atrevas a tocarla más, Aarón. —Dijo molesto—. No te dejaré hacerle daño a nadie más. —Me dejó acorralado con la espalda a la pared, sosteniendo mis muñecas con fuerza.

No me atrevo a hablar pues no quiero dar a conocerle mi presencia a mi Alexa en el momento, intenté hacer que soltara mis muñecas pero Aarón no está consciente ahora, necesito despertarlo si quiero salir vivo de esta.

—¡Aarón, Aarón! ¡Despierta! —Grité en mi mente mientras el pánico invadía mi cuerpo por fuera.

—Déjame en paz... Incluso los muertos tienen que descansar cuando están en este plano... —Bostezó.

—¡No me jodas! ¡Kyle nos hará añicos si no despiertas!

—¿Kyle? —Se estiró un poco—. Bien, más tonterías que debo arreglar de ti. Regla número 503, no hagas apariciones sin mi consentimiento, déjame esto a mí.

Aarón tomando el control de mi cuerpo de nuevo, le sonrió a Kyle de forma juguetona, sólo para molestarlo un poco como era su costumbre aunque no fuera el mejor momento para hacerlo, no quiero que Alexa se despierte justo ahora.

—Hola, Kyle. ¿Cuánto tiempo sin vernos de frente?

—¿Para qué viniste hasta acá? —Nos tomó de la camisa y cambió a su apariencia de dominante, dejando sus garras contra nuestro cuello—. Sabes perfectamente que no te dejaré hacerle daño a Alexa ni a nadie más, Aarón.

—¿Estarías dispuesto a acabar con una vida para salvar otra? Ella esta viva, este cuerpo igual. No me destruirás aunque termines con este cuerpo, déjame ir pues Johan fue quién vino, quería visitar a Alexa. —Sentí como Aarón dejaba mi cuerpo en el instante, ¡¿Piensa dejarme solo en esta situación ahora?! No debí confiar en él pero no me quedaba de otra...

Me faltaba un poco el aire, estoy bastante débil... Sin Aarón puedo morir en estas condiciones... Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir como las garras de Kyle se acercaban lentamente a mi cuello. Mi pánico se volvió en miedo y desesperación haciéndome llorar una vez más.

—Kyle... Suéltame, déjame ir... Soy Johan, no puedo contra ti así... —Imploré mientras temía por la poca vida que me queda por delante después de que termine mi lista. Si es que lo logro...

Parecía no escucharme pues cortó mi mejilla con su otra mano antes de volver a su apariencia humana, haciéndome agonizar del ardor pero aun sin el valor de gritar por Alexa sólo lloré mientras mordía mi labio con algo de fuerza por el dolor, mis lágrimas se combinaron con la sangre que caía de aquella cortada haciéndola arder cada vez más hasta que Aarón se decidió por aparecer de nuevo en mi cuerpo tomando con firmeza y fuerza el brazo de Kyle quemándolo.

Nos soltó para cubrir sus quemaduras, Aarón nos llevó hasta la ventana sin antes despedirse de él. Subimos al marco de la ventana y le sonrió de nuevo.

—Lo siento por nuestro corto encuentro pero no puedo permitirte hacerle más daño a mi compañero, estoy seguro de que aprendió su lección después de esta noche. Nos vemos, Kyle. —Y así saltó hacía el vacío de la noche para luego caer hábilmente sobre el techo de la dulcería de al lado, nos deslizamos hasta el suelo para terminar sin ningún rasguño.

Nos perdimos entre una multitud que se aproximaba junto a una lluvia que hacía a las personas sacar sus paraguas, nos quedamos un momento viendo a la ventana del apartamento de Alexa, ahí estaba Kyle observando. Intentando vernos entre tanto ajetreo esta noche de viernes. Nos dirigimos a mi lugar secreto donde finalmente me sentía tranquilo y Aarón podía volver a descansar, curé la cortada de mi cara en el baño, durante ese instante divisaba un cobarde en el reflejo del espejo.

Soy insuficiente y débil, de no ser por Aarón estaría muerto y aún así condenado toda la eternidad por mis actos egoístas, debo continuar con vida hasta el día. Ese día. Jay Williams se prepara para algo grande pero no contarán con esto que planeo, basta de ver al mismo fracaso en el espejo. Acabaré mi lista entiempo récord y no podrán detenerme.

—¡Y tú tampoco podrás, Kyle! —Golpeé el espejo rompiéndolo dejando que mis nudillos sangraran, para luego estar agarrándome la cabeza con una gran migraña—. ¡Mierda! ¡Joder! —Me senté en el suelo del baño para mirarme la mis nudillos, comencé a sentir hambre de nuevo pero lo que me había quedado de mi trabajo extra se había terminado ayer.

Necesito comer algo urgente... Me levanté con esfuerzos e intenté pensar en algo que pueda quitarme el hambre pero no suelo pensar muy bien con el estómago vacío... Tal vez haga una locura pero lo haré de igual modo.

Me arreglé para salir y guardé lo que necesitaba en un bolso no muy grande, mi visita a la elegancia será adelantada esta noche lluviosa, seguramente esté de camino a su casa para planear el siguiente vestido elegante de su nueva colección de moda. Me encanta la confección de vestuarios que es capaz de lograr con tanto desvelo, mi suerte me acompaña al estar la carretera casi vacía. Recuerdo que su auto era de un rojo escarlata maravilloso en una publicación de Hearts pero para asegurarme visitaré su trabajo para verlo salir del lugar.

Ahí vi al dueño del blog, al modista, a mi elegancia. Luke Lee, un joven bastante atractivo de admirar a una distancia algo larga mientras sube a su auto, sería absurdo seguirlo bajo la lluvia mientras su auto es tan rápido. Se nota que le iba muy bien en el negocio para tener un Lamborghini del 2000, es un lindo auto... Pero no vine hasta aquí para eso; entré al negocio de modistería para ver los documentos de Luke Lee y saber dónde queda su casa, debería ser una casa muy linda para tal auto.

Encontré su dirección entre varias cosas de la oficina principal, algo que será muy útil para un par de horas... Debo ser muy paciente, la comida ya vendrá... Muy pronto lo que era un hombre elegante se volverá mi próximo banquete real...

...Que adicción es el deseo de probar cada platillo de cada especialidad de mi menú real...