·Dear Johan· [Segundo Libro]

Capítulo Veinticuatro

〖El hambre provoca locuras pero es de locos no satisfacer esa necesidad...〗

Veinticuatroavo encuentro: Afuera de la casa de Luke Lee

Llegué en mitad de la madrugada asegurando que nadie estaría en el entorno, entré al patio trasero buscando alguna ventana abierta de tan enorme casa y encontré la que daba a la cocina, me metí guardando silencio pues no venía por la comida del refrigerador. No me da la misma energía que uso diariamente, lo haría un bello chico aquí... Lentamente crucé por el pasillo principal hasta llegar a las escaleras del segundo piso, subí preparando lo que necesitaría para ser silencioso y salir rápido. Habían varias habitaciones pero había una en especial que estaba algo abierta y me asomé, no había encontrado la elegancia pero si a mi fortuna dormida con la luz de la luna entrando por su ventana.

Abrí un poco más la puerta para pasar, llegué lo suficientemente cerca de Jay para sentir su respiración tan tranquila mientras dormía. Escuché pasos en el pasillo llegando hacia la habitación así que me escondí bajo la cama rápidamente. Siempre han dicho los niños que los monstruos se encuentran bajo la cama y tienen razón en esta ocasión. La luz de la habitación se encendió con la entrada de Luke Lee a este, despertando a mi comida de hoy.

—Jay, despierta. Ven a mi cuarto en seguida. —Le dijo.

—¿Por qué? —Bostezó y se sentó en el borde de la cama, podía ver sus pies descalzos fácilmente—. ¿Qué sucedió?

—Johan estuvo en el apartamento de Alexa hace unas horas, no estás seguro aquí sólo. —Dejó la habitación.

—Bien, ya voy. —Volvió a bostezar para levantarse de la cama.

No puedo dejarlo ir ahora que está tan cerca, saqué una daga de mi bolso y le corté gran parte de la pantorrilla haciendo que cayera al suelo.

—¡Mierda! ¡Luke! —Pidió su ayuda mientras cubría apenas la cortada.

Luke acudió a su llamado antes de que pudiera hacerle algo más y lo llevó hasta el baño para tratar la cortada, ahora que estaban juntos y con uno herido sería bastante sencillo matar dos pájaros de un tiro, la fortuna y la elegancia serían mías en una sola noche. Lograré salirme con la mía esta noche, como las otras noches y al fin sólo tendré que ganarle al amor, y por último, conseguir lo que quiero de la inteligencia...

Llegué hasta el baño muy lentamente, parecía que Luke estaba en una llamada mientras trataba la cortada de mi daga, durante esos segundos escuchaba como Jay agonizaba de a poco con el dolor pues parece que los arreglos de esta habían sido de utilidad. Un poco de veneno antes de salir no le haría daño grave a quién se me atravesara, comencé a contar dando a notar mi presencia cerca de la escena.

—Joder... —Dijo Luke en la llamada, cómo si no lo escuchara—. Johan ya está aquí...

—Tienes que irte de aquí, Luke. —Jay decía mientras el veneno comenzaba a recorrer su cuerpo—. Mierda... No puedes quedarte, él me quiere a mí.

—Aún así no sabemos quién es el siguiente y no puedo dejarte morir. —Se tomó un momento, parecía estar pensando en algo. Me parece divertido como intentan pensar en soluciones rápidas en los últimos momentos de sus miserables vidas—. Quédate aquí, ¿Bien?. Kyle está de camino y muy seguramente te mantendrá a salvo.

—¿Qué?. Luke, ¿Qué piensas hacer?

Salió del baño dejando encerrando a Jay dentro. ¿Un héroe? En este mundo no hay espacio para esos.

—¡Luke! ¡Déjame salir! —Jay gritaba mientras golpeaba la puerta.

—Siete... —Mis pasos se escuchaban ahora, alarmando a Luke intentando descifrar de donde saldría— Ocho... Nueve... Diez... —Salí de su habitación justo a unas puertas del baño, bloqueando las escaleras para saber cuál sería su siguiente movimiento—. Si no estás listo de igual forma de encontraré... —Le sonreí con daga en mano.

—No pienso correr de ti, Johan. Aquí me tienes si quieres llegar a Jay.

¿Me dejará atacar primero? Que divertido, pero sobre todo... Que estúpido. No quería dañar su preciosa piel ahora que tengo un festín mejor esperándome en el baño así que me acerqué lentamente haciendo que su cuerpo se estremeciera del pánico pero aún manteniendo la guardia activa para cualquier movimiento que hiciera.

—Luke, vamos. Sé que nunca te he caído bien pero... —Jalé su cabello poniéndolo de espaldas contra mí, dejando mi daga contra su cuello a pocos centímetros de penetrar su garganta.

—¡Ah! ¡Déjame ir! —Intentó apartar mi mano junto a la daga pero se le era imposible, veía su mirada asustada en el filo de mi daga. Que satisfactorio es provocar el miedo en alguien como Luke.

—Ahora que tengo tú total atención. —Retomé mientras me alimentaba de a poco con su pánico y temor—. ¿Quieres volverte mi elegancia por las buenas? —Apoyé con firmeza la daga en su cuello—. ¿O por las malas? Tu decides y te daré tres segundos para ello...

Su respiración era cortante al saber que estaba contando de nuevo. Intentaba lo posible para que mi daga no cortara su bella garganta, sentía la presencia de alguien más subiendo las escaleras con rapidez pero con paso ligero, solté a Luke el cual calló de rodillas al suelo por su mal manejo de la respiración, me giré para saber quién era aunque él fue más rápido que yo.

Kyle tomando mi muñeca con fuerza logró quitarme la daga para luego dejarme contra el suelo con las manos por mi espalda, su peso sobre mí era suficiente para mantenerme quieto... Me siento tan débil que creo que podría quedarme dormido así...

Y lo hice, mi cuerpo ya ha tenido mucho por esta noche que ni yo mismo puedo controlarlo, sólo deseo dormir hasta que amanezca. Me desperté al par de horas, no sé cuantas exactamente al estar atado a una silla en alguna parte de la casa de Luke donde no entraba la luz del sol pero estoy seguro de que ya es de día. No debí haber venido, sin embargo, no puedo controlar mi hambre la mayoría de veces; mi última cena fue una porrista de la preparatoria, el sabor no era muy agradable con tanto alcohol en su sistema pero fue una cena que me dio algo de fuerzas para tratar con Kyle y Luke anoche. Por lo visto no fue suficiente tampoco.

...Deseo tanto comer algo que no aguanto más las ganas de saborear la carne fresca, recién cortada de Jay...

...Se me hace algo a la boca pensar en su sabor...