Sweet temptation (Severus Snape x T/N)

Capítulo 6

Pasó alrededor de una hora, pero ambos ya estaban dormidos en una mesa de trabajo. Snape entró con su varita en mano, ya que la usaba como linterna. Sus ojos rodaron mientras los veía dormidos, pero no era de sorprenderse, puesto que habían dejado el salón impecable.

Cuando vio a t/n dormida, se acercó un poco mientras hablaba con sus pensamientos "¿cómo es posible que Lockhart sea tan estúpido como para espantar a esta chica?, francamente me sorprende que ella no hiciera nada porque sus amigos le dicen "gatita"por su forma de ser. Tal vez no sabía que hacer".- le acarició el cabello un poco, pero sus pensamientos lo pelearon.- "¿Qué estás haciendo Snape?.-quitó sus manos y ella sintió el toque, parecía que la chica había ronroneado, pero solo eran ideas tal vez.

Corvus se levantó mientras se tallaba los ojos.- pro... profesor.- dijo entre un bostezo.- ¡profesor!.- Gritó mientras se incorporaba en el asiento, espantando a Draco y haciendo que se cayera de la mesa.

Snape los miró divertido mientras Draco se levantaba del suelo, se dirigió a su escritorio a tomar unos libros y después les hizo una seña para ir a las mazmorras.

Llegaron a la sala común, Draco y t/n se despidieron con un beso en la mejilla y ambos se iban a sus dormitorios.

Señorita t/n, venga a mi oficina conmigo.- ordenó Snape antes que se le perdiera de vista.

Si profesor.- se dirigió con él a su oficina.

Estaba en los adentros de las mazmorras, nada fuera de lo normal el ver algunas antorchas en las paredes. Llegaron a la oficina y Snape entró primero para dejar la puerta abierta a t/n qué pasó después de él.

Deja la puerta abierta.- obedeció.- toma asiento, por favor.- Snape se sentó del otro lado del escritorio.

Quisiera hablar con usted de la situación que ocurrió el día de hoy en el salón con el profesor Lockhart.-Sus gestos se mostraban serios y un poco molestos a la vez.

Profesor.- contestó mientras bajaba un poco la cara sintiendo vergüenza.- le juro que yo no tuve nada que ver. Él pidió hablar conmigo en privado, pero jamás pensé que se acercara tanto a mí.

Snape la miró con curiosidad, ¿por qué debería sentirse así? Ella no tenía la culpa que su "profesor" sea un acosador

Tranquila, aquí nadie dijo que tú provocaste esa situación.- la miró a los ojos.- hoy, cuando los dejé solos en detención, escribí una carta al director y al mismo ministerio que hizo que vinieran de inmediato. Lockhart no dará más clases aquí.

T/n no sabía si sentirse bien o mal, Lockhart ya no la molestaría, pero como sabía que no vendría a acosarla.

Muchas gracias Profesor.- le tomó la mano.- De verdad le agradezco, haya hecho algo al respecto.

No solo fue por ti, lo hice por las demás chicas también.- notó que la chica no le soltaba la mano.- pero cualquier otra situación puedes decirme, después de todo yo soy tu jefe de casa.

Corvus asintió, al menos ya tenía a alguien más que se preocupara por ella y no solo sus amigos, sino al mismo profesor de pociones.

Bueno, aclarado el tema, puedes retirarte a tu dormitorio,-soltó su mano y la acompañó a la puerta.

Como si de un impulso se tratase, le dio un abrazo a Snape que dejó a este inmóvil. No sabía qué hacer en ese momento o cómo reaccionar ante la situación. Él no era de necesitar el contacto físico.

Agradezco que fue usted quien me encontrara.-su voz dejaba ver que solo el recordar lo sucedido le causaba miedo.- No sé qué habría pasado si usted no hubiera llegado.

Ese abrazo hizo que Snape se sintiera en paz por unos segundos, sentía su perfume tan dulce y suave que le recordó a Lily. De manera inconsciente decidió tocar su cabeza un poco.

Vamos, vaya a su dormitorio.- La alejó un poco.- La veré mañana en clases.

Buenas noches, profesor. -t/n se fue directo a su habitación y Snape cerró la puerta. Ya en su dormitorio se dio un baño para recostarse en la cama y miró hacia el techo que tenía un encantamiento similar al del gran comedor, el cielo se veía hermoso.

Por su cabeza pasó el intentar acercarse a t/n, pero ¿cómo es que una niña se fijaría en un viejo profesor de pociones de 30 años? ¿Cómo era posible la idea de tener una relación con una joven bruja aún?

En esos pensamientos se quedó hasta que se cayó dormido pensando en ella, su sueño no duraría mucho, ya que alguien tocó la puerta de manera muy agresiva. Con un gesto de molestia tomó una bata de seda negra y se dirigió a la puerta, al abrirla notó que era Lockhart

¿Qué quieres Lockhart? Acaso ya notaste la hora o estás tan ocupado robando hechizos que no tienes tiempo de verla.-ironizó

Se puede saber ¿por qué enviaste esa carta al ministerio?.-se recargó un poco de la puerta y su mirada parecía miles de navajas que en cualquier momento serían lanzadas a Snape.

¿Acaso te parece algo normal asediar estudiantes? Hice lo que debía hacer o lo que cualquier otro profesor habría hecho.- sus miradas se cruzaron, aunque el pocionista no mostraba expresión, pero por dentro quería golpearlo.

Esta es mi última noche en el castillo, gracias a ti, me iré por ahora, pero no creas que esto quedará así.-Sacó su varita para apuntarlo-Tú pagarás lo que hiciste

Snape cuando vio eso, tomó la varita con una mano para hacer fuerza y quebrarla (Al parecer pasaba por alto que era el mejor pocionista de todo Londres y el mejor con las manos por ende), haciendo que el hechizo que lanzó le rebotara a él. Lockhart cayó al suelo inconsciente, Snape lo miró y no pudo evitar burlarse. Lo cargó al hombro y desaparecieron, quién diría que su destino era el bosque prohibido, lo tiró como si de un trapo se tratase y lo dejó ahí, no sin antes dar aviso a los centauros para que se divirtieran con el rubio.

En cuestión de segundos volvió, pero antes de entrar ya estaba Draco en la puerta de su habitación.

Draco ¿qué haces aquí?.-Lo miró con asombro.

No importa padrino, solo dime que Lockhart ya no está aquí.-preguntó curioso.

No te preocupes.-Sonrió- No molestará más.

Gracias padrino, me ahorraste el hablarle a mi padre de esta situación.

Ve a tu habitación Draco.-Snape entró a su cuarto.

Draco asintió y se perdió en el pasillo hacia su dormitorio.