Sweet temptation (Severus Snape x T/N)

Capítulo 8💕 Kiss

Ese beso para Snape significó mucho, jamás había besado a alguien sin malicia, sin otras intenciones. En su pasado solo estaba con algunas brujas, pero era solo citas de una noche. Nada significativo para él o en su vida.

Corvus intentó seguir su beso, pero algo en su mente le hizo que se detuviera, se separó bruscamente de él, dejándolo un poco desconcertado.

Profesor...- titubeó.- no, esto no está bien. Debo irme.- sin dejar hablar a Severus la chica salió del salón y corrió por todo el pasillo.

Snape quedó perplejo, sus pensamientos se hicieron presentes, se sentó en su escritorio y dio un golpe en este. "¿Cómo es posible que haya pensado que ella sentía lo mismo por mí? No cabe duda que soy igual que Lockhart, No, soy peor que Lockhart. Debo ir a hablar con ella". Salió del salón y fue a buscarla.

La chica llegó a la sala común de Slytherin, se encontró de frente con Draco que llevaba unos libros para Harry.

¿T/n donde has estado?.- notó que estaba un poco sudada.- ¿Te mojaste o qué pasó?

Draco.-le tomó la mano.- vamos a mi habitación ahora.- se llevó a Draco casi arrastrando hasta que llegaron a la habitación y cerró la puerta de un golpe.

¿Bien, ahora me puedes decir que es lo qué pasa?.- Preguntó Draco mientras se sentaba en un sillón que estaba cerca de la ventana, dejó los libros en una mesa que estaba cerca. La chica se dejó caer en la cama mirando al techo.

Draco, prométeme que no dirás nada, por favor.-solo de recordar ese momento se sonrojó y se cubrió la cara.

Ah... ¿Qué hiciste?.-probablemente había hecho explotar algo en el salón o al menos esos fueron los pensamientos de Draco

T/n se sentó en la cama y miró a Draco un poco preocupada.- El profesor Snape... me dijo que hiciera amortentia, pero.- Draco se puso de pie, cruzó los brazos y sus ojos estaban fijos en ella. Tal vez la había realizado mal e hizo que explotara algo.- algo está mal, yo sentí su esencia y él la mía. Pero... él me besó.

¿Qué?.-su postura cambió totalmente, estaba sin creerlo.- no, no, eso pudo haber pasado.

Draco por favor.-enterró su cabeza en sus piernas.- ya no me digas nada. Creo que esto está mal, debo hacer algo al respecto y no sé qué es. ¿Qué debo hacer?

El ojigris se arremangó la camisa.- Draco... ¿Qué haces?.- t/n se levantó de la cama en cuanto lo vio.

No te preocupes.- dijo molesto, se dirigió a la puerta, pero cuando la chica lo vio se puso en medio para evitar que saliera.- esto no se va a quedar así, él no debió pasar esa línea.

Corvus lo alejó un poco de la puerta y lo abrazó tratando que se calmara. En ese momento alguien tocó la puerta.

Sin soltar a Draco aún y sin siquiera preguntar quién era la chica dijo.- Adelante.-la puerta se abrió. Era Snape que quería hablar con ella. Al ver esa escena sus ojos se tornaron molestos.

Señorita Corvus, meter a otro alumno a su habitación no es muy adecuado. La veré en detención el lunes.- se fue y cerró la puerta de golpe.

"Vaya... menos mal no dijo más nada." Ese pensamiento compartido los hizo separarse y se sentaron en la alfombra.

Draco por favor, no hagas nada. Olvidemos eso.- t/n le tomó la mano.- ¿Qué harás el fin de semana?

Al parecer iré a casa.- chasqueo los dedos.- ya sé, ven conmigo este fin de semana. Solo estará mi padre, ya que mi madre irá a visitar a mi tía Bellatrix y al parecer estará allá unos días.

La chica pensó que era buena idea y aceptó la invitación, ella aunque fuera a su casa estaría sola. Sus padres trabajan siempre o están de viaje y de estar sola en casa era mil veces estar en la mansión Malfoy. Sabía que Lucius tenía una biblioteca enorme y no estaría mal echar un vistazo.

Mientras tanto en la habitación de Snape.

La puerta de la habitación se abrió de golpe y se cerró de la misma manera, al parecer algo no estaba bien. Snape se quitó la capa, abrió su camisa un poco para después llegar a su cama y pensar un poco en lo que pasó y lo que vio en la habitación de la chica.

"No comprendo... algo debe estar mal. Yo estoy mal o ella no... ¿Ella sale con Draco?".- recordó la vez que los vio en el comedor.- "Si así lo fuera, ella estaría bien, es libre y a su edad es normal, pero, ¿por qué me siento así?".- se tocó el pecho.- "Ella no... no sale con Draco, él me lo hubiera dicho, después de todo él sabe mi sentir por ella, pero no debe ser así... eso no debió pasar".- en esos pensamientos que atacaban su mente salió a relucir un sentimiento de celos. Trató de dormir e intentar olvidar eso.

La noche se hizo presente y con ella trajo el descanso para los habitantes del castillo, los pequeños ruidos eran inaudibles para algunos, pero para otros solo eran relajantes.

El amanecer llegó con unos leves rayos de luz que entraban por la ventana de los chicos, algunos ya estaban despiertos, otros no les importó tanto y siguieron durmiendo. Por otro lado, en la habitación de T/n alguien tocaba la puerta.

Adelante.- la puerta se abrió y dio paso a Draco, vestía una camisa blanca y un pantalón negro y zapatos del mismo color.

¿T/n, ya estás lista? Mi padre nos espera para desayunar.- entró cerrando la puerta.

Casi lista.- estaba terminando de maquillarse y decidió ir con un vestido color vino, ambos combinaban perfectamente.- ¿vamos a ir por red flu o iremos por aparición?

Draco no le perdió la vista para nada, se veía muy hermosa.- ¿Ahora comprendes por qué debo cuidar de ti? Eres una chica muy hermosa y no quiero que te juntes con cualquier tipo. Debe ser alguien como nosotros, un puro.- le tocó la mejilla.

No exageres Draco, por ahora solo pienso en mis estudios y debo buscar mi vocación.- le sonrió un poco mientras se acomodaba el cabello.-estamos por salir y debemos saber qué haremos.

Tienes razón, bueno por ahora vámonos, muero de hambre.- levantó el brazo, ella lo tomó y en segundos estaban en la sala de la mansión Malfoy.

Era una mansión preciosa, muy espaciosa, los cuadros siempre son del señor Malfoy y su esposa, algunos de Draco cuando era pequeño y otros donde salían los tres.

Espera aquí. Le avisaré a mi padre que llegamos para pasar al comedor.- le indicó que se sentará en el sofá y subió las escaleras.

Pasaron unos segundos y una voz llenó el salón.

Señorita Corvus.- Una voz que era imposible de confundir, la puso nerviosa y rápidamente se puso de pie.