capitulo 22

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En una pequeña mesa que daba a un balcón estaba Severus vestido únicamente con su camisa blanca y su pantalón negro, junto a él había dos platos de comida, un poco de jugo y café, entre otras cosas deliciosas para comer. T/n se levantó de la cama y notó que era la casa de su profesor de pociones donde amaneció. Sin demora, fue donde estaba él y se sentó en la mesa.

Buenos días, señorita Corvus. -dijo Snape dando un sorbo a su café. - Hermoso el amanecer, ¿no lo cree? - la miró por segundos y dejó su taza en la mesa

Buen día profesor. -le dedicó una sonrisa un poco confundida que no pasó desapercibida para el pelinegro

No debe preocuparse. - le sirvió un poco de café. -espero se encuentre mejor después de lo que pasó ayer con Lucius.

¿Qué es lo que dice? -preguntó asombrada -profesor yo no hice nada -es iba a levantar de la silla, pero Snape le tomó la mano?

Se exactamente qué pasó, -contestó calmado -no es necesario que me expliques nada, toma asiento.

Profesor, - exclamó nerviosa. -yo jamás haría algo para que usted pensara algo mal de mí, en algún momento yo quizá me equivoque, pero...

Severus se levantó de la silla, dejó su taza de café en la mesa y sin decir una sola palabra fue hacia su habitación, T/n estaba un poco confundida, pero esperó pacientemente. Pasaron unos segundos y regresó con una pequeña caja negra que tenía un diseño un tanto curioso.

Feliz cumpleaños, señorita Corvus. -le entregó la caja.

T/n la tomó un poco confundida y asombrada a la vez, la colocó en la mesa y al abrirla notó que era una hermosa gargantilla de plata con unas esmeraldas preciosas como dije.

Profesor, -se lanzó a sus brazos y enterró su cabeza en el pecho del pocionista. -de verdad le agradezco mucho que se haya molestado.

La chica que aún traía su pijama puesto no dejaba de verse hermosa para Severus, le correspondió el abrazo y un aroma lo envolvió. Pudo oler su esencia, era muy dulce, la chica también notó su característico olor a café, un poco a menta.

Se separó un poco de él y lo miró a los ojos al igual que él a ella. Severus no pudo evitar acariciar su rostro, sus ojos se clavaron en sus labios y ella al notarlo no pudo evitar morderse el labio inferior.

Severus sintió eso como una invitación, sin pensarlo la besó y ella le correspondió, comenzó como un beso tierno y sin interés de llegar a más pero t/n subió sus manos para ponerla entre el cabello negro de él, pasaron unos segundos y se separó un poco.

Lo siento -dijo t/n por lo bajo.

No, está bien. -soltó un suspiro.

Para mala suerte de Corvus, Severus siempre lograba hacer que perdiera el control y a su mente vino el recuerdo de aquella vez que se entregó a él en su casa, para su desgracia, el pelinegro era un experto leyendo mentes incluso sin hacer el mínimo esfuerzo.

Vaya... -caminó un poco hacia ella que tenía sus manos en el pecho. -parece que alguien recuerda lo que pasó el día de la cena... en esta casa. -su voz sonaba seductora y un poco ronca. - ¿temes a ser mía nuevamente, gatita? -le tocó el mentón.

No, es solo que... -titubeó. -yo recordé lo que pasó y ...

Quita tus manos. -le ordenó.

T/n obedeció, quitó las manos de su pecho y sin hacer movimiento alguno, su camisa se abrió dejando ver sus pechos en todo su esplendor.

Que obediente eres, gatita. -le hizo un cumplido, haciendo que se sonrojara.

T/n tenía problemas para aceptar su cuerpo, a pesar de tener un cuerpo hermoso, pero no desarrollado como ella quisiera, su ropa siempre le ayudaba a verse hermosa con cualquier atuendo. Pero aunque la mayoría le dijera que se veía bien, con Severus sentía una calma y no temía a mostrarse con él.

A pesar de que siempre se demostró como una mujer fuerte, confiada y valiente, por dentro había una niña que parecía tener 5 años si de sus emociones se tratase.

Ahora. -caminó hacia la cama. -ven conmigo...

La chica lo siguió hasta llegar a la cama, Severus hizo un movimiento de varita y la cortina que daba al balcón se cerró. Unas velas era la única fuente de luz en toda la habitación.

En cuanto t/n se acercó a él, la tomo con fuerza por la cintura acercándola más y sus labios volvieron a unirse en un beso que bien podría decirse que hacía que la ropa les estorbara.

Severus introdujo su lengua en la boca de t/n, un leve gemido se escuchó por si parte. Corvus lo volvió a tomar por el cuello meter sus dedos por su cabello. Las manos de Severus bajaban por su trasero para acariciarlo a su antojo, no fue un disgusto para ella si no todo lo contrario, teniéndolo agarrado del cuello se colgó de él y lo abrazó con las piernas por la cintura. Una erección era notable pero aún no era lo suficiente para que quisiera penetrarla.

El pocionista caminó un poco y se dejó caer con ella en la cama muy despacio para no lastimarla, antes de separarse del beso la mordió hasta sangrarle el labio inferior, logrando que sacará unas lágrimas acompañado de un gemido.

Gatita. - susurró Snape mientras la veía detenidamente con la blusa abierta y sus pechos expuestos. - no tienes idea de las ganas que tengo de hacerte mía.

I'm yours... Daddy... - suspiró t/n que lamía la sangre que le quedaba en el labio al mismo tiempo que pasaba su dedo por este.

Severus perdió la cabeza al verla así y escuchar esas palabras. Con rapidez quitó su short y al mismo tiempo su ropa interior, acomodo sus piernas para quedar en medio de ellas. Él era el único que traía ropa aún pero no por mucho tiempo, su miembro ya comenzaba a doler por la erección bajo sus pantalones.

Juntó dos de sus dedos y los metió en la boca de t/n para que los lubricara.

Eso es... Muy buena niña. - en sus dedos sentía la lengua de Corvus tratando de lamer lo mejor posible.

Quitó los dedos de su boca y fue hacia su entrepierna.

Mírame a los ojos. - la tomó del mentón. - si pudieras verte ahora, te darías cuenta que tenerte en mi cama, es de las pocas cosas que me hacen sentir vivo.

Corvus, aunque deseaba su tacto, se sonrojó por escuchar esas palabras y un pequeño calor inundaba su interior. Pero sin previo aviso, Severus se puso sobre ella e introdujo sus dedos con rapidez, haciendo que se retorciera en la cama y gimiera fuerte.

Sus dedos comenzaron a moverse dentro de ella sin ningún interés de salir. T/n sentía esos movimientos de una manera tan única, que llegó a pensar que nadie podría hacerla sentir de esa manera jamás. Con su mano libre, Snape comenzó a masajearle un pecho y pellizcarlo a su antojo, los gemidos eran lo único que se escuchaba en la habitación y esto apenas comenzaba.

Las paredes de t/n apretaban cada vez más los dedos de Snape y eso era algo que lo volvía loco. Jamás imaginó que aquellas fantasías que tuvo alguna vez con t/n se hicieran realidad. Bastaron unos movimientos más para que notara que las sábanas se arremangaban cada vez más, movimientos de cadera involuntarios eran solo una señal de lo que venía.

Oh gatita. - dijo Snape en tono burlón. - ¿no me digas que estás por terminar? -se puso de rodillas en la cama, avanzó un poco, se acercó a su rostro y tocó su dura erección. -yo aún no comienzo...

T/n al verlo, soltó unos gemidos más y tras unos movimientos más terminó en la mano de su profesor.
Severus soltó una leve sonrisa, sacó lentamente sus dedos de ella y notó que estaba empapada de su esencia.

Sweet temptation (Severus Snape x T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora