Alfa ¿Niñero? || KaiSoo

Final

Hacía calor, eso era en lo primero que podía pensar. También había mucho ruido fuera, el sonido repiqueteante de los tacones corriendo de aquí para allá en el suelo de mármol, y el sonido apagado de los mocasines intentando correr al ritmo de los tacones por detrás, más amortiguado, pero pensó que igual de molesto, así que era la segunda cosa en la que se podía concentrar. Y la tercera era en el nudo que amenazaba su estómago mientras estaba de pie frente al espejo de cuerpo completo viendo su reflejo, tan cotidiano, tan él, pero tan distinto y tan irreal.

La cortina traslúcida celeste a su espalda onduló con la brisa tibia de fuera, y el sol comenzaba a esconderse lentamente a pesar de ser las seis de la tarde; la ceremonia sería a las seis y treinta. ¿Saldría todo bien? No podía asegurarlo, no podía evitar los pensamientos de que algún error podría arruinar el día que suponía sería perfecto, pero algo en su pecho intentaba calmarlo a pesar que no se veían desde la mañana; KyungSoo.

Su KyungSoo, desde la otra habitación, justo frente a la suya le transmitía la paz y tranquilidad que no podía encontrar en sí mismo, y la confianza que al final de cuentas, la boda era de ellos y para ellos, nada que temer al respecto. Con eso dio un suspiro largo y un último retoque a los gemelos de plata en sus muñecas, el detalle viejo y azul que necesitaba, y que le hacía pensar que su padre estaba a su lado. La pequeña rosa blanca en el bolsillo de su traje chaqué grafito estaba bien ubicada, su corbaton negro satinado brillaba sobre su camisa blanca y su chaleco negro cruzado, mientras que su pantalón grafito lucía impecable hasta llegar a sus oxford lisos negros.

Todo su atuendo y el de su prometido eran confección Kim, de la mismísima mano de SooJung, por lo que realmente eran una segunda piel de ajuste perfecto, de buenas de telas, de cortes adecuados... pero aun así se sentía ahogado, como si la camisa le asfixiara. Quería pasar las manos por su cabello por el estrés, pero después de la visita de la estilista no tenía permitido tocar su rostro ni su cabello, solo podía jugar inquietamente con el anillo de compromiso en su mano. ¿Casarse era tan estresante? Todo el proceso de planificación había sido agotador, pero nunca había sentido los nervios que sentía ahora mientras esperaba el aviso de Byun para bajar hasta el patio y comenzar la reunión.

Estaba solo, los chicos se habían ido hace un rato con su tio para preparar la entrega de anillos y el séquito nupcial, ChanYeol corría detras de Byun organizando lo que faltaba a pesar que la organizadora de la boda ya tenía todo listo, y Sehun solo había pasado a entregarle el artículo prestado, siendo un pincho de corbaton de plata, simple, con un pequeño detalle negro en medio, ademas de preguntarle como iba todo antes de bajar y desearle suerte. Según le había dicho Soo por mensajes, a él también le habían dejado solo esperando el aviso, pero no podían verse, habían acordado al menos respetar la tradición durante el día pero no durante la noche anterior, les habría sido demasiado estar separados ante tanto estrés.

Sobre la cama escuchó la vibración de su celular y de inmediato se escuchó el ruido de la puerta siendo tocada con suavidad, dando paso a la organizadora, que con una sonrisa gentil le indicó que ya era hora.

Ya era hora.

Sintiendo el temblor en sus manos le dio su celular a ella, que guardaba también el Soo para no hacer bulto en sus ropas y le dejó espacio para salir. KyungSoo no estaba, se encontrarán de frente para emprender juntos la marcha nupcial fuera en el patio del salón, el mismo utilizado en la boda de Park y Byun porque les había parecido encantador y adecuado. Se encontraría fuera para que sus reacciones fueran captadas por el fotógrafo contratado, y caminaron juntos hacía el altar, porque ninguno quería esperar al otro, querían recorrer juntos el camino que les acompañaría de ahora en adelante sin intermediarios.

Escuchó la música, ahí estaba resonando junto con el bullicio de las personas que se iban calmando con la melodía de la marcha nupcial. Y dio el paso fuera, vio la luz dorada del sol golpear los rostros gentiles de las personas que les esperaban, y también vio al séquito moverse por el camino hasta el altar, ahí iban ChanYeol y BaekHyun, Sehun y SooJung, TaeOh y JuWoon, rodeados todos por el brillo de las rosas rojas, de los tulipanes blancos, siendo la pureza y el amor. Pero lo mejor de todo, lo más bello y que guardaría durante toda su vista en su memoria sería lo que vio frente a él, que se encontraba mirándole fijamente con ojos brillantes de emoción.