XLVIII

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La mañana seguía fresca, y si miraba con atención el suelo, podía notar como las gotas de rocío en el césped bajaban hasta la tierra y desaparecían, sin dejar rastro del brillo que producían antes. 

Con los brazos cruzados sobre el pecho para hacer un poco más de calor en sus manos y en su cuerpo en general miró hacía su costado, encontrándose con la postal de Seúl en medio de la mañana, pudiendo ver un poco sobre la ciudad por la altura en la que se encontraba el cementerio, siendo prácticamente una pequeña montaña, un pulmón verde como lugar de descanso para las personas. La pequeña nube gris de contaminación que flotaba sobre la ciudad no le quitaba el encanto de verla iluminada por el frío sol de primavera.

Suspiró, llenando sus pulmones de frío. 

JongIn debía de llevar al menos una hora dentro del cementerio, y no podía negar que se había aburrido un poco de estar esperando, a pesar de dar un par de vueltas por la zona e incluso cruzar unas cuantas palabras sobre el clima con el guardia no le habían impedido sentirse incómodo y ansioso con la espera. Sentía el espiral de emociones de JongIn dar vueltas en su propio cuerpo, y en un acto de propio consuelo había encontrado que acariciar la cicatriz de su cuello le brindaba cierto relajo a su propia ansiedad, así que se mantuvo haciéndolo hasta que el frío le ganó, y solo se mantuvo con los brazos cruzados.

¿Cómo estaría llevando todo JongIn? Podía imaginarse su dolor, de hecho, era capaz de sentirlo, pero le parecía ajeno e incomprensible por falta de experiencia propia. El amor y rabia que JongIn sentía hacía su padre era algo de lo que él era completamente ajeno; alejándose de su familia hace ya trece años no comprendía el vínculo familiar que él sentía, solo podía comprarlo al amor que sentía por sus propios hijos, que en definitiva no era parecido. 

Él solo esperaba que sus padres tuvieran una vida plena, solo eso.

Acomodó sus lentes y metió las manos en los bolsillos, esperando encontrar un poco más de calor. Formar una familia era muy fácil, pero mantenerla junta y amada era el problema. Él no lo consiguió con sus padres, solo con su hermano, pero deseaba que sus hijos jamás pasaran por ese rechazo, y tampoco vivieran el dolor de la rabia que sentía JongIn, o el dolor punzante de la pérdida de alguna figura importante siendo jóvenes aún, quería evitarles todo malestar, y supuso que todos los padres querrían eso, aunque claro, había excepciones. 

Y eso le hizo preguntarse, ¿por qué JongIn casi no hablaba de su madre? Había escuchado sobre su hermana, sus sobrinas y sobre su padre, pero la figura materna estaba completamente ajena en sus relatos y sus sentimientos. ¿Debería preguntar?

De todos modos aún le faltaba mucho por conocer del alfa con quien se casaría, aún no se presentaban con la familia del otro, pero al menos por su parte eso no era necesario, solo invitaría a su hermano un fin de semana y sería todo. ¿Pero y la de JongIn? Parecía ser importante por lo que hablaba Sehun sobre ser el CEO de la empresa familiar... 

Y ahí estaba JongIn, caminando fuera del cementerio con pasos lentos y cansados, con la espalda ligeramente encorvada y el rostro pálido del frío, con sus mejillas surcadas por los rastros de las lágrimas secas, la nariz sonrojada igual que sus labios, sonriendo ligeramente al verlo. Y solo hizo lo que siempre hacía, así que le sonrió con orgullo, abriendo los brazos hasta que él llegara a fundirse en su cuerpo.

Lo abrazó con fuerza desde la cintura, sintiendo lo frío de su ropa y el ligero aroma a tierra y césped que se le había pegado por estar tanto tiempo ahí, pero estaba feliz de tenerlo de nuevo. Lo sentía mejor, él también se sentía mejor, así que supuso que la visita pudo dar ciertos frutos, y esperaba sinceramente que hubiera llegado a punto en el que pueda continuar sanando, en que pueda continuar con su vida de forma tranquila, sin cargar todas las culpas que le atormentan y todas las expectativas que le han puesto y ha decidido mantener sobre sí mismo.

Alfa ¿Niñero? || KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora