XXI

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Se quedó solo escondido en el pecho y cuello de KyungSoo, que respiraba y hablaba tan tranquilo mientras mantenía sus pequeñas y  distraídas caricias en su cabello, con el corazón palpitante contra su oído.

— Si... casualmente hoy compré un libro sobre eso... — Alejó su cara de su escondite y levantó la cabeza para poder verlo, mientras KyungSoo lo miraba hacía abajo. — Pero, ¿cual es el punto? o de todo tu interrogatorio en general.

— Primero, ¿puedo bajarme? Creo que sería más fácil hablar si no estuviera encima de ti.

— No. — Las caricias en su cabello no cesaron, pero si notó la falta de feromonas en el omega, y él había comenzado a controlar las propias hace rato para evitar más problemas o arrebatos. — Mientras exista la posibilidad de que no estés enojado por el contacto, no te dejaré.

— No creo que me enoje, pero si me duelen las piernas. No es tan cómodo tenerlas dobladas de esta forma...Y debemos hablar seriamente.

La idea de soltarlo de verdad no terminaba de convencerlo, pero pensando en que de verdad comenzaba a verse incómodo en la posición, terminó soltando su cintura y dejó caer sus brazos a su lado. Verlo estirarse con incomodidad le hizo sonreír con desgano. Mientras más distancia física tuvieran, más racionales iban a ser hablando, y no es algo que deseara. 

KyungSoo era una persona sería, al parecer no muy dada a seguir impulsos, y sabía que había algo raro con todo su tema de los destinados en medio. Lo vio sentarse a su lado, y pudo ver cómo con cuidado él tomó una de sus manos y las cubrió con las suyas, una abajo y la otra arriba. El contacto le fue enternecedor.

— Mi cita médica tenía que ver con los problemas que estoy teniendo con la marca desde hace un tiempo, como tu mismo pudiste notar. — Asintió sin ver su rostro, le daba miedo. — No tenía que ver con algo médico, y solo el que se haya desgastado un poco tiene que ver probablemente con que Tao tiene una nueva relación, pero como no se han unido, no va a desaparecer ni debería arder como lo hace. La doctora me dio una curiosa explicación, y te involucra a ti...

Una idea le atravesó demasiado rápido, y no evitó el contacto visual directo con KyungSoo. Su semblante estaba más serio que antes, a pesar toque que mantenían sus manos e intentaba ser tranquilizador.  Cuando habló, su voz fue titubeante, con el malestar alojándose en su mente.

— ¿Parejas destinadas, quieres decir? ¿Tu y yo?

— Mientras nos besábamos, mi cuerpo debería haberte rechazado a ti y tus feromonas, pero no pasó. Mi marca solo dolía como lo hace cada vez que puedo sentir tu aroma.

— Por eso pensé que era extraño que no me hayas alejado... ¿Resultó tu prueba?

Las manos alrededor de la suya presionaron un poco más fuerte. Y no pudo evitar volver a mirar la mesa de centro en vez del rostro del omega.

— No creas que solo te estaba usando para quitarme o no la duda.

— Pero sé también que no debo pensar mucho en lo que pasó, ¿no? — Silencio. — Puedo adivinar que la idea de una pareja destinada no te gusta, KyungSoo, no te ves como el tipo de persona que quiere eso. Y tampoco te ves como alguien que quiere tener alguna relación conmigo.

Una de las manos de KyungSoo soltó la suya, y sintió como jalaba su mentón para verlo, y no tuvo energía para oponerse, solo vio su rostro contraído; sus labios apretados, sus ojos pequeños y su mandíbula tensa, pero sin soltarlo del mentón en ningún momento, con su agarre suave acariciaba la zona, pasando a rozar una y otra vez el contorno de su labio inferior causando un cosquilleo sutil en la piel. Iba a ignorar lo sutil y varonil del gesto por parte del omega, por su propio bienestar.

Alfa ¿Niñero? || KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora