VEINTICUATRO. (Final)

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—Hola, mi bebé linda, eres preciosa, la pequeña muñequita de mami, te amo tanto tanto. —Miel pegaba cortas carcajadas y gritaba cada que tenía la oportunidad, al parecer descubrió que podía hacerlo.

—Sabes que eres la favorita de papá, sí, cariño, lo eres, papá te ama más, dilo tú, amor, pa-pá —La pequeña lo veía desde el tapete de goma en el piso en el que estaba acostada, con sus ojos abiertos pero sin ni un poco de interés en hablar.

Miel había cumplido seis meses y estaba en la edad perfecta para comenzar a repetir sílabas, así que Louis y Harry abrieron paso a la guerra pasivo agresiva con una pequeña competición para ver a quien era capaz de llamar primero.

—Eso es trampa, Harold, no puedes decirle que la amas más que yo, es una jugada demasiado sucia y vaga incluso para ti. Dile, cariño, dile que mamá ganará sin trampas, repite, ma-má, ma-má.

A Miel muy poco le importó lo que sus papás le decían, así que giró su cuerpo y quedó sobre su pancita, parecía que el suelo era más interesante. Miel era una bebé muy inteligente y gracias a los ejercicios de estimulación que le ayudaban a hacer en la guardería, hace una semana comenzó a gatear, que más bien era arrastrar su cuerpo con la ayuda de sus manos, así que avanzó un poco.

Louis había llorado un poco la primera vez que la vio moverse por si misma, la había grabado para tener un recuerdo y después se puso histérico, ahora no le quitaba la vista a la pequeña porque temía que si lo hacía se hiciera daño.

También Miel había comenzado a dormir toda la noche y era algo de lo que estaban totalmente agradecidos, habían logrado hacer el equipo perfecto.

Sin darse cuenta la mañana les paso volando y ahora tenían que darse prisa preparando el almuerzo porque vendrían los padres de Louis y Niall de visita.

Louis fue a la cocina y comenzó a sacar todos los ingredientes para preparar pasta y Harry fue a la habitación de Miel para intentar dormirla ya que la hora de la siesta había llegado.

Para Harry era un momento mágico dormir a su bebé, conectaban de una manera increíble, la pequeña siempre estiraba su bracito para colocar su mano sobre la mejilla de su papá y durante todo el tiempo conectaban su mirada hasta que el sueño vencía y los ojitos azules comenzaban a pesar y a cerrarse de poco y por último el agarre de la pequeña perdía fuerza y caía lentamente por el pecho de Harry.

Con cuidado colocó a la pequeña en su cuna una vez estuvo seguro de que ya estaba dormida, cerró bien las cortinas de la habitación para que se filtrara la menor cantidad de luz y no molestara a Miel.

Cerró la puerta despacio para no hacer ruido y bajo a la cocina para encontrarse de nuevo con Louis, quien se movía como un profesional para conseguir la salsa a la borgoñesa ideal.

Harry pegó su pecho a la espalda de Louis y dejó un rastro de besos húmedos desde la parte trasera de la oreja hasta la base del cuello.

—Miel está dormida y creo que tus padres llegarán pasando las dos, tenemos al menos una hora. —susurro Harry, erizando la piel de Louis.

—No estoy seguro, ¿qué si llegan antes?

—Pues entonces sabrán porque es que ya tenemos un bebé.

—Eso es extremadamente grosero de tu parte. —Louis apagó la estufa y se dio la vuelta en el abrazo de Harry.

Comenzaron a besarse y caminaron sin despegarse un poco hasta su habitación.

Su relación mejoró notablemente, todo lo que antes ocurría era la tensión sexual acumulada y una vez se habían liberado no habían vuelto a discutir.

Louis terminó de bañarse justo a tiempo, pues Niall le llamó por teléfono para decirle que ya casi llegaban.

Ambos se vistieron lo más rápido que pudieron ya que escucharon el llanto de Miel.

Louis fue a su habitación para cargarla y Harry por otro lado fue la cocina para terminar la comida que habían dejado a la mitad.

Veinte minutos más tarde habían terminado justo cuando el timbre sonó.

Fue Harry quien abrió la puerta y recibió a sus suegros y a su mejor amigo con su mejor sonrisa. Se había vuelto común que los sábados se visitarán, a veces iban ellos y otras tal como hoy sus suegros venían.

Los guió hasta la sala de estar donde ya los esperaban Louis y Miel.

—Bu, bu. —gritó Miel muy emocionada en dirección a su abuelo.

—Hola, dulcesito, tu abu está aquí, mi amor. —Dijo el señor Tomlinson mientras que Miel aplaudía emocionada.

—No lo puedo creer, niña traidora. —Louis estaba indignado cuando la bebé estiró sus brazos para que su abuelo la cargara.

—Tenemos una semana compitiendo tú madre y yo para ser tu primera palabra y llega tu abuelo y sin esfuerzos gana. —reprochó Harry en broma.

—Sí, es porque soy su favorito, ¿no es así, amor? Diles que soy tu favorito.

Una semana después Miel dijo mamá y Louis lloró durante dos horas, no quería que su bebé creciera y le había ganado a Harry.

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Los primeros pasos de Miel fueron a los once meses.

Louis estaba sentado en el pasto del patio trasero intentando terminar un cuadro y Harry terminaba de montar unos columpios, cuando Miel con ayuda de sus manos estiró sus piernitas y se levantó lentamente quedando de pie.

Harry lo notó al instante y sacó su celular del bolsillo de su pantalón y comenzó a grabar.

Louis levantó la vista a su pequeña y vio cuando dio dos pasos cortos y cayó al suelo, aún así no se detuvo se puso de pie al instante y dio tres pasos más antes de caer de nuevo.

Eran los padres más orgullosos y juntos comenzaron a llamar a Miel para que caminara hacia ellos.

La pequeña lo logró se cayó un total de cinco veces pero finalmente llegó a los brazos de sus padres quienes la recibieron con besos y palabras dulces.

Habían construido una familia llena de amor que sin importar lo que fuera estarían siempre ahí para el otro.

Miel era amada por todos, era la niña más dulce e inteligente.

Y sobre todas las cosas nadie cambiaría ni un poco de su vida, eran plenamente felices y su corazón se sentía cálido.

Así es como se siente el amor.

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Hola, ¿cómo estás?

Primero que nada muchas gracias por haber llegado hasta el final, quiero que sepas que esto también es gracias a ti, muchas gracias por todo el apoyo que me diste en el proceso y que sepas que tus comentarios los guardo en mi corazón, esta fic es tuya también.

Esta no es la despedida, nos leemos en el epílogo.

¿Quejas, sugerencias?
Este es el espacio.

Con mucho cariño y respeto, E.❤️

Cama para dos. LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora