Sangre Y Fuego ( Bakugo Y TN)

CAP 5

____ se despertó por el sonido de su celular, que vibraba sobre la mesita de noche. Bostezó y se frotó los ojos, tratando de recordar dónde estaba. Alargó la mano y cogió el teléfono, viendo que era Izuku quien le llamaba. Deslizó el dedo por la pantalla y contestó con voz somnolienta.

- ¿Hola? -dijo.

- ¡____! ¡Por fin! ¿Dónde estás? Te he estado buscando por toda la residencia y nadie sabe nada de ti. Estaba muy preocupado -se oyó la voz de Izuku al otro lado, llena de alivio y reproche.

- Lo siento, Izuku. No te preocupes, estoy bien -le tranquilizó ella.

- ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ¿Qué pasó anoche? -insistió él, lleno de curiosidad.

Ella miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en el cuarto de Bakugo. Se había quedado con él después de su conversación y de que el le insistiera. Recordó cómo él le había tomado a la fuerza apara acostarla a su lado.

Volteó a su lado y ahí estaba él, aún dormido, con el cabello rubio revuelto y la boca entreabierta. Se le escapó una sonrisa al verlo tan lindo e inocente.

- Estoy con Bakugo -le dijo a Izuku, bajando la voz para no despertarlo.

- ¿Con Kachan? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? -exclamó Izuku, sorprendido y confundido.

- Te lo explicaré luego, Izuku. No es lo que piensas. Sólo dormimos juntos, nada más -le aclaró ella, sintiendo un leve rubor en sus mejillas.

- Bueno... si tú lo dices... Pero me tienes que contar todo después, ¿eh? -le advirtió Izuku.

- Está bien, está bien. Te lo contaré todo después. Ahora déjame descansar un poco más, por favor -le pidió ella.

- Está bien, está bien. Te dejo tranquila. Nos vemos luego en el desayuno. Cuídate mucho -le dijo Izuku.

- Gracias, Izuku. Tú también cuídate. Hasta luego -se despidió ella.

Ella colgó el teléfono y lo dejó sobre la mesita de nuevo. Observó con amor al rubio que dormía a su lado y sintió un impulso irresistible de tomarle una foto. Agarró su celular y le apuntó con la cámara, tratando de capturar su expresión adorable. Sin embargo, no se dio cuenta de que el flash estaba activado y al presionar el botón se produjo un destello que iluminó la habitación.

Bakugo se sobresaltó y abrió los ojos de golpe, viendo a ____ con el celular en la mano y una cara de culpabilidad.

- ¿Qué demonios estás haciendo? -gruñó él, frunciendo el ceño.

- Lo siento, lo siento... Es que... te veías tan lindo que... quería tomarte una foto... -se disculpó ella, nerviosa.

- ¿Una foto? ¿Estás loca? ¿Qué tal si alguien la ve? ¿Qué tal si se enteran de que dormiste conmigo? ¿Qué tal si piensan que somos novios o algo así? -se quejó él, molesto.

- ¿Qué? ¿Acaso no te gusta que te admire? Eres muy guapo, Bakugo. No puedes culparme por querer tener un recuerdo de este momento -le dijo ella, sonrojándose.

- No es eso, idiota. Es que no me gusta que me tomes fotos sin mi permiso. ¿Y si las subes a las redes sociales? ¿Y si se burlan de mí? ¿Y si me quitan la fama de chico malo? -se quejó él, fingiendo estar molesto.

- No seas tan dramático, Bakugo. No voy a subir nada a las redes sociales. Es sólo para mí. Además, no tienes que preocuparte por tu fama de chico malo. A mí me gustas así como eres. Eres muy tierno cuando duermes -le dijo ella, besándole la mejilla.

- ¿T-tierno? ¿Qué dices? Yo no soy tierno. Soy rudo, fuerte y explosivo. Soy el mejor héroe de todos -protestó él, sonrojándose aún más.

- Sí, sí, lo que tú digas. Pero para mí eres el más tierno y el más lindo. Y el mejor héroe también -le dijo ella, abrazándolo con fuerza.