La Niñera De La Familia Sarocha [Editando]

El Cumpleaños De Freen

El taxista la dejó justo frente al bar, caminó las cuatro cuadras que le había indicado José y en la quinta dió vuelta hacia la izquierda. Al ver la calle, habían muchos locales, pero uno en especial llamaba la atención —Ahora entiendo porque al verlo sabría cuál es, no, si seguro que un plato aquí cuesta un ojo de la cara.

Becky iba a ingresar, pero una mujer no la dejó pasar —¿Tiene reservación? —preguntó la chica —Am no, pero...

—Si no tiene reservación no la puedo dejar entrar, así que por favor retirecé.

—¿Puede decirme si la persona que estoy buscando está aquí?

—Eso tampoco lo puedo hacer.

Becky pensó en mil maneras de colarse y buscar a Freen —Por favor, los hijos de esa persona quieren celebrar su cumpleaños y se pondrán muy triste si no la ven ahora —la chica se sintió mal, pero sabía que no podía dar esa información o sería despedida.

—Lo entiendo, pero no le puedo brindar esa información así que...

La chica se hizo a un lado fingiendo que no había nadie frente a ella —Gracias —dijo Becky quien entró al lugar esquivando las miradas de algunos guardias.

Busco a Freen con la mirada hasta que la vio en una de las mesas que estaba junto a la gran ventana, como pudo se abrió pasó entre todas las mesas y meseros que había.

—Siento interrumpir su linda velada —no pudo evitar sentir celos al ver la mano de Heidi sobre la de Freen —¿Puedo hablar con usted? —se dirigió hacia Freen, quien todavía seguía impresionada y confundida por su presencia.

Las dos salieron del restaurante junto al estacionamiento —¿Qué hace aquí? —preguntó Freen.

—Buscando a la madre de unos niños, que tienen una sorpresa para usted —dijo irónica.

—¿Qué sorpresa?

—Su cumpleaños.

—Pero pensé que se habían olvidado de que hoy era mi cumpleaños.

—Pues ese era el plan, se supone que a esta hora usted debería estar llegando a casa para recibir su sorpresa.

—Lo siento, deberíamos irnos ahora, en mi coche —dijo olvidando completamente que Heidi está adentro esperándola. Por otra parte Becky se sintió bien al ver que en estos momentos se olvidara de ella, pero debía ser conciente de que quizás ella no tiene como irse, sobre todo de que se estaba haciendo tarde y tomar un taxi no es muy seguro.

—¿Y Heidi?

—Cierto, me olvidé de ella. Espérame aquí.

Freen entró al restaurante de nuevo —Supongo que ya podemos cenar? —dijo Heidi llevándose un vaso con agua a la boca —No.

—¿Disculpa? ¿No?

—No, tengo que ir con mis hijos —dijo tomando sus cosas de la mesa —Recoje tus cosas que nos vamos.