La Niñera De La Familia Sarocha [Editando]

No Tenemos Las Llaves

—Son las once de la noche, dónde conseguiremos un cerrajero? ¡SONG Y BELOVE! ESPERO QUE TENGAN LAS LLAVES DE ESTO.

Gritó Becky desde el despacho. —¿Podría caminar más rápido?

—¿Por que tanto afán? Nos vamos a caer de las escaleras si sigues halandome así —dijo Freen mientras subían las escaleras hacia el cuarto de las niñas —Esque usted no comprende que debo irme rápido, Irin es inestable podría hacer cualquier locura.

«Amiga perdóname por difamar tu estabilidad emocional, te lo compensaré» —Si te alteras yo me alterare y eso no es bueno.

Al llegar al cuarto las niñas estaban jugando (valga la abundancia) con sus juguetes —Song y Belove ya se que esto les parece divertido, pero necesito la llave.

—No la tenemos —dijeron sin dejar de jugar —Por favor, ¿qué quieren a cambio?

—No intentas sobornarlas, ¿verdad? —preguntó Freen —¿Sugieres algo más?

—No lo sé.

—Entonces por favor no opines —dijo seria —Y el único método que funciona con sus hijas es este. ¿Así que Song y Belove que quieren a cambio de que me den las llaves de las esposas?

—En ese caso, quiero el chocolate de mamá tiene escondido para ti —Becky miró a Freen quien desvió la mirada avergonzada —¿Freen, dónde está el chocolate?

—L...Lo puse en la nevera porque se estaba derritiendo.

—Bien, Belove ve por el —ordenó Song —No soy tu esperancita —dijo indignada —¿Quieres chocolate o no?

—Si, ¿pero por qué no vas tú?

—Porque yo me encargo de hablar con el benefactor y tú recoges la caridad —Belove no dijo nada y fue en busca del chocolate —Bien ahora dame las llaves.

—Becky, sabes que te quiero mucho, casi como mamá, ¿verdad? —se acercó a la Omega abrazándola —Si, pero corazón, dame la lleve por favor.

—Ese es el problema, no tengo las llaves, de verdad que no las tengo.

—Estás castigada y Belove también, disfruten del chocolate será el último por el resto del mes.

—Pero... —Freen intento defender a su hija —Pero nada, están castigadas. Ahora vamos a la cocina a intentar abrir esto como sea —Song junto a Freen pudieron notar el enojo de la Omega, además de que sus feromonas eran más que obvias.

Al llegar a la cocina Kary estaba junto a Non hablando de cosas sin sentido —Non, ¿hay herramientas aquí? —le preguntó Becky —S... Si, deben de estar en el garaje.

—¿Puedes traerlas por favor? —el beta asintió y salió de la cocina por la puerta de servicio, mientras que Freen y Becky esperaban sentados en unas de las sillas del comedor.

Llamada entrante
Irin 🥺❤️

—Dime.

—Becky, dónde estás? El sr Fang
Está como loco buscándote.

—Lo se, dile que no podré ir hoy.

—Becky debes venir, dijo que si
En media hora no llegas, irá a la casa
De Freen y le dirá toda la verdad.

—Pero en serio, no creo poder.

—Becky, por favor, no quiero que
Te haga nada.

—Intentare llegar, estaré ahí en
Unos minutos.

—Esta bien.

Justo cuando la omega corta la llamada, No entro de nuevo a la habitación con las herramientas —Li...Li...Listo, ¿para que las necesitas?

—Para esto —levanto la mano que estaba esposada junto a la de Freen —Por eso las necesito, ahora por favor con la linterna alumbra justo en la cerradura.

—¿Sabes hacer ese tipo de cosas? —preguntó Freen sorprendida —Cuando mantienes viendo películas de ladrones, policías y suspenso aprendes un poco de todo.

La Omega tomo el destornillador, junto a unas pinzas y comenzó a intentar abrir las esposas.

—Hola familia —dijo Nam entrando junto a Saint —¿Que cuentan?... ¿O unen?

—¿Las gemelas otras vez, verdad? —dijo Saint riendo —Las gemelas otra vez —dijo Becky.

—Ya tan rápido se quieren divorciar, dejen pasar por lo menos la primera noche —Kary, Non, Nam y Saint comenzaron a reír —Ja, ja, ja, a mí no me da gracia.

—A nosotros si —dijo Freen —Tú no opines, sigo enojada contigo y dos, necesito irme y por estar aquí no puedo, así que quédate quieta.

Todos se quedaron en silencio viendo cómo la Omega trataba de abrir la cerradura. Pasaron unos cuantos minutos hasta que un "clin" resonó en el silencio —¡Listo! —dijo feliz —Si, eso veo —dijo la alfa con desganas en su tono.

—Ire a ver a Irin, vendré mañana a la hora del almuerzo y usted, mañana no trabaja y sus hijos no estudian, debería aprovechar ese tiempo —sin más salió de la habitación.

La única que sabía que Becky no Iría a dónde dice que iría era Nam, quien ya hace dos meses y medio había descubierto su secreto y hasta ahora no se arrepentía de no haber contado la verdad.

—¡Suerte!

—¡Gracias, asegúrate de que tus hermanas no coman ningún dulce!

El sonido de la puerta cerrando se les indico de que ya la Omega se había ido.