La Niñera De La Familia Sarocha [Editando]

Últimos Capítulos

Una Semana Después

-¿Qué falta? -preguntó Becky a sus acompañantes las cuales eran. Nam, Malee y las gemelas -El vestido, el ramo, entregar las invitaciones y lo más importante... La música -respondió Malee.

-Casi nada -dijo con una pequeña risa. Entraron a la boutique dónde Becky se probaría su vestido de novia. Ya habían elegido algunos y hoy sería el día en el que verían que tal.

Una de las empleadas las llevó hasta una sala donde había un pequeño escenario con espejos a los lados y en medio de los espejos estaba el probador. Más abajo de la pequeña tarima estaban los asientos dónde los demás podían esperar cómodos.

-Ya entra -dijo Nam mientras se sentaba -Queremos verte -dijo Belove.

El primer vestido constaba de una cola de sincera, dejaba a la vista la espalda y un escote no muy pronunciado.

-Esta lindo, pero no -habló Belove.

-Otro -Song.

-No me gusta -Malee.

-Hay mejores -Nam.

Becky soltó una risa ante las diferentes opiniones.

El segundo era esponjoso, como el de una princesa. Mangas largas, y al final de cada costura una forma afelpada y era sostenido por tiras.

-¡Dios no! -habló Nam.

-Concuerdo con Nam -habló Malee.

-Nosotras preferimos no hablar -dijo Belove y Song asintió.

Estuvieron en la misa situación durante unas horas más hasta que decidieron por un vestido que no era llamativo, pero al mismo tiempo era digno de admirar.

-Definitivamente nos quedamos con eso -la Omega sonrió, no solo por el apoyo hacia su vestido que también le gustaba, si no por el hecho de haber estado probando vestidos durante horas y al fin podría irse a descansar.

-Me llevaré este -le dijo a la empleada quien asintió y se retiró -Te ves magnífica -habló Malee con cierto tono dulce en su voz -Gracias -el corazón de Becky salto de felicidad ante aquellas palabras.

Las últimas semanas Malee había estado muy cerca de ella, se conocieron un poco más y la Omega sintió que habían creado un vínculo muy fuerte. -¿Qué harás con tu cabello? -preguntó Nam.

-Estaba pensando en cortarlo de nuevo.

-Recuerdo que cuando llegaste a la mansión lo tenías hasta los hombros y cuando volviste ya lo tenías más abajo de los hombros, como ahora -habló Song -Si, volveré a cortarlo definitivamente.

Los siguientes días se encargaron de repartir las invitaciones, el ramo y la música. Ya todo estaba listo para la boda. Boda que se llevaría acabo en el jardín de la casa que fue testigo de muchas cosas. Se habían reunido en el apartamento de Becky, para tener algo a lo que se le llamaba noche de chicas.

-¿Con quién dejaste a mis sobrinos? -preguntó Charlotte -Con Freen.

-¿Crees que lo esté manejando bien? -preguntó Irin -Seguro si.

[•••]

La alfa se encontraba acostada en el suelo mientras escuchaba los gritos y risas de sus hijos más pequeños -¡Mamá! -gritó Duan cerca del oído de Freen quien no se inmutó -Cariño, estoy aquí. No grites.

Miró hacia su lado izquierdo encontrando a Mon saltando sobre los muebles, giró su cabeza hacia la derecha y observo como Asnee tocaba el piano haciendo un ruido espantoso -Será una noche larga -dijo mientras cerraba sus ojos y suspiraba.

[•••]

-Quiero que brindemos -Engfa entró al lugar con una bandeja en la cuál traía seis copas de vino y dos vasos con jugo de uva -El jugo para las gemelas -aclaró cuando las vio intentar tomar una copa de vino.

-Quiero que brindemos, porque aquí mi amiga le va bien el ámbito profesional, personal, amoroso y familiar. Todos aquí sabemos que no fue fácil para ti lograr todo lo que tienes ahora.

-¡Salud! -dijeron todas al mismo tiempo.

Lo siguiente que hicieron fue ver películas de terror a petición de las gemelas, quienes eran las únicas que se reían en las escaneas de terror y suspenso. Jugaron algunos juegos de mesa, ordenaron comida porque no tenían ganas de cocinar y hacia duraron varias horas hasta que la únicas que quedaron despiertas fueron Malee y Becky.

-¿Vino? -preguntó Becky a lo que Malee asintió. Fueron hasta el balcón del apartamento donde habían dos sillas con una pequeña mesa -Es muy linda la vista desde aquí -ambas se sentaron y Becky sirvió el vino -Lo es -La Omega miró hacia el cielo observando las pocas estrellas que se podían observar.

-Becky, quería decirte algo desde hace un tiempo, pero no sé cómo lo vayas a tomar -Malee logró llamar la atención de Becky -Tu solo habla, yo te escucharé y te daré la oportunidad de explicar las cosas si esque tienes algo que explicar -habló recordando todo lo que pasó con Freen por no haber escuchado sus razones.

-Encontré a mi hija -la Omega se enderezó en su lugar con una sonrisa -¡Ey! Que bien. ¿Ella como lo tomó? -preguntó llevándose la copa a la boca -De eso quiero hablar contigo.

-¿Y por qué conmigo y no con ella? -preguntó confundida, Malee no respondió, solo se levantó de su lugar y se dirigió hasta su bolso dónde saco aquel sobre y volvió a dónde se encontraba Becky -Mira esto -le entregó en sobre.

-Tú eres mi hija -el silencio inundó el lugar. Para Becky el tiempo de detuvo. Abrió el sobre y encontró que los resultados eran positivos -Tú eres la niña que abandone hace años -la Omega seguía perdida en sus pensamientos. Estaba tratando de analizar la nueva información que llegaba a su cerebro -Dime algo por favor -suplicó Malee al no obtener respuesta -Mm... Yo... Yo no sé que decir -dejó la copa y el sobre, sobre la pequeña mesa.

-Becky...

-Espera -extendió su mano cuando Malee intento acercarse a ella -Se que dije que escucharía tus explicaciones y razones. Pero debo estar sola, me iré a recostar un rato.

-Está bien.

Becky cruzó miradas por última vez con Malee aún si creer lo que estaba pasando. Entró a su habitación y fue directamente al baño mojando su rostro -Malee... Malee es mi madre -sonrió ante el espejo -Encontré a mi madre -comenzó a llorar de felicidad, pero luego la felicidad paso a tristeza -Y ella me abandono -calló en el suelo del frío baño mientras cubría su rostro con sus manos.