Flores Para La Niñera

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La verdad era que ella no estaba completamente segura de querer dejar de amar a Freen, pero aquel bebé que tendría con Heidi no ayudaba mucho en su decisión. Y no era el bebé el problema, el problema era que ella había jugado con sus sentimientos entregandose a Heidi y eso no le sería fácil de olvidar.

(...)

Al día siguiente en la mañana Freen había decidido ir ella misma a elegir un ramo de flores para Becky estaba dispuesta a conseguir su perdón a cualquier modo.

Más o menos las once de la mañana Freen salió de la oficina y se dirigió a una de las mejores florerías de la ciudad, al llegar habían varias personas recibiendo los ramos que anteriormente ya habían encargado.

—Buenos días —le sonrió a la persona detrás del mostrador que no tardó mucho en reconocerla —¡Oh por dios! Eres Freen Sarocha la mejor empresaria durante tres años seguidos —dijo con emoción —Si, pero por favor, baja la voz —no estaba acostumbrada a salir mucho de casa y cuando lo hacía mantenía un perfil bajo.

No era "famosa" solo era reconocía por la mayoría de las personas, o bueno eso se decía siempre —¡Oh! Claro, que desea sra Sarocha.

—Un ramo de rosas rosada con un pequeño corazón en medio de rosas blancas —la chica lo anoto —¿A dónde quiere que lo envíe?

—A la mansión Sarocha —la chica la miró durante unos instantes pensativa —Está bien, firme aquí y debe dejar cancelado la mitad del dinero —Freen tomo el lapicero y al mismo tiempo un joven, casi se podría decir de que la misma edad de ella se acercó —Quiero saber si podrían hacer este estilo de ramo.

La misma chica que terminaba de atender a Freen se acercó al chico y con una sonrisa asintió —¿Podría estar listo antes de la una de la tarde?

—Si claro, sr...

—Wiliam Zambrano.

—Muchas gracias —dijo Freen yéndose del lugar.

(...)

—¡Van a llegar tarde! —les dijo Becky apurando los para que comieran un poco más rápido —Relajate Becky —dijo Song —Ya casi estamos listos.

Los chicos terminaron de comer, se lavaron los dientes y se fueron con el chófer al colegio, minutos después Becky había decidido salir con el uniforme, no esque fuera a ver a alguien importante.

Tomo un taxi hasta la cafetería del parque y al llegar Wiliam ya la estaba esperando —¿Uniforme?

—Soy niñera —elevo los hombros —Traje esto para ti —le entrego el ramo de girasoles, Becky no era gran fan de los girasoles, pero no le disgustaban —Gracias —sonrió.

Tomaron asiento en una de las mesas vacías, Becky ordenó un capuchino frío y Wiliam solamente una limonada cerezada —Por lo que dijo  Fang eres la mejor de sus bailarinas.

—Si —no lo negó —Se podría decir que si no fuera por mi no tendría tanta clientela.

—Eso lo pude ver, fue algo asfixiante todas las feromonas que casaste ayer en la noche.

—La verdad si —los dos rieron —¿Que tal si me cuentas de ti?

—No hay mucho que contar, tengo 23 años, viví en un orfanato y ahora soy niñera en el día y bailarina de noche.

—¿Y en tu trabajo saben que bailas en un bar? —Becky se removió en su asiento —Al parecer no, ¿Por qué no les has dicho?

—Por miedo, no quiero que el hecho de que baile en un bar sea una razón para dejar de ver a los niños o a... —dejo de hablar y bajo la mirada. Ambos se quedaron en silencio hasta que la mesera trajo lo que anteriormente habían ordenado y volvió a irse —No se a quien te ibas a referir, pero si de verdad los amas deberías decirle la verdad y si ellos de verdad te aman te aceptarán así como eres.

—Quizas.

Cada uno termino su café y tal como le indico el sr Fang Becky le enseño todo lo relacionado con el bar y al parecer Wiliam no perdía el tiempo ya que aprovechaba cada oportunidad para coquetear con la Omega.

Ya casi era hora de que los niños llegarán y Becky sabía lo tediosa que se podía poner Freen si los niños llegasen antes que ella a la casa —Debo irme.

—Está bien, déjame llevarte —ella acepto sin poner peros, sería difícil conseguir un taxi que la llevara a casa ahora mismo.

(...)

Becky se había despedido de Wiliam y entro a la casa en cuestión de minutos llegarían de la escuela, cuando iba a subir las escaleras alguien tocó el timbre y con un suspiro bajo a abrir la puerta —¿Rebecca Armstrong? —dijo el chico con un ramo de flores que a Becky le pareció hermoso —Si, soy yo.

—¿Podría firmar aquí? —ella asintió y firmo la hoja, el chico se despidió y ella volvió a entrar a la casa. Dejo el ramo de rosas rosadas y blancas a un lado y el de girasoles al otro.

Logro divisar la carta que había en el ramo de rosas y la tomo para leerlo.

"LO QUE MAS QUIERO EN ESTA VIDA ES SER FELIZ CONTIGO.

POR FAVOR... DAME OTRA OPORTUNIDAD"

No hacía falta decir de quién eran las rosas, el corazón de Becky se hablando ¿Por qué no darle otra oportunidad? Quizás debería dejar que le explicara las cosas, pero Heidi... El bebé... Las circunstancias. Todo eso hacia que dudará de volver a darle una oportunidad ¿Que tal si vuelve a romper mi corazón? Preguntas y más preguntas.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que no sintió la presencia de Freen al lado suyo —¿En qué tanto piensas? —la Omega se sobresalto soltando un chillido —En que debo ir a mi habitación —se iba a ir, pero Freen no la dejo —Me vas a escuchar o... —hizo una pausa —Hueles diferente —frunció el seño —¿Dónde estabas?

—Donde Kelin —la alfa se sintió confundida —¿Quien es Kelin?

—Kilimporta —Freen bien pudo haberse enojado, pero en cambio comenzó a reír, ella podía ser tan infantil algunas veces, pero luego aquel olor a otro alfa hizo que recordara la pregunta que la Omega no respondió —¿Estabas con otro alfa?

—Si ¿No puedo? Soy una Omega sin alfa y sin marca.











 

La Niñera De La Familia Sarocha [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora