La Niñera De La Familia Sarocha [Editando]

¡No! Esa No Es Una Pelota

Malee se encontraba en la sala desayunando con Sunan y Mateo, el lugar era un completo silencio, algo que era muy raro debido a que siempre había una historia o una noticia que dar mientras comían.

—¿Cómo va la investigación? —preguntó Mateo sin apartar su mirada del plato —Hasta ahora no hay nada concreto. El investigador pidió una muestra de ADN mía porque tiene una sospecha hacia alguien, pero se niega a decírmelo para no dar falsas ilusiones.

—Mamá, ¿Has pensando en la probabilidad de que quizás ella nos quiera verte o saber nada de ti? —dijo Sunan mirándola y la verdad era de que Malee no habia pensando en eso en absoluto —No, pero si no quiere hacerle tendré que entender. No puedes irte de la vida de alguien y volver como si nada hubiera pasado.

—Estoy de acuerdo. Pero, debes darle tiempo, no va hacer fácil que esa persona asimile esa situación —Malee asintió y todo volvió a quedarse en silencio, ella odiaba esta situación, pero en el fondo sabía que era su culpa.

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Mientras tanto, tanto Freen con Becky se encontraban en el auto. La Omega iba vestida con unos shorts, un crop top blanco y por encima una camisa transparentada de color rosa que combinaban con sus zapatillas, un gorro negro con estilo pesquero y unas gafas de sol. Freen iba de la misma manera, pero su pantalones eran largos y sueltos y su camisa era negra.

—Llevamos manejando horas Freeeeeeeen —la alfa rió al ver la exageración al pronuncia su nombre —Ya casi llegamos.

—Dijiste eso hace media hora.

—Hace media hora dije, que faltaba poco para llegar a un lugar en el que pudieras tomar agua. Pero mira, ya llegamos —Becky miró al frente —¿Un zoológico?

—No es cualquier zoológico, es mi zoológico.

—No me jodas —respondió cuando se estacionaron —Es la verdad —abrió la puerta de Becky y le ofreció su mano —Vamos.

—¿De verdad es tu zoológico?

—Lo es —respondió con una sonrisa —Lo compré cuando te fuiste, Belove y Song querían tener un zoológico, así que lo compre, pero resulta que querían uno que juguete —la Omega negó.

Pasaron por varias secciones, dónde alimentaron a algunos de los animales, incluso jugaron con algunos. Cuando llegaron a la parte donde se encontraban lo pingüinos, la alfa notó la felicidad de Becky así que pido que las dejaran entrar para tocarlos —¿Podemos hacer eso?

—Si —el guardia las guió hasta entrar al lugar donde la Omega no tardó en acariciar y alimentar a algunos de ellos. Lo siguientes fueron los osos pardos y pandas.

—Ahora vamos a ver a los leones.

—¡Si!... ¿Espera que? —respondió al ver que fueron hasta la entrada de la jaula de leones —Esto no es seguro.

—Lo es —el guardia abro la puerta muy tranquilo y Freen y Becky se adentraron hasta ver qué uno de los leones rugió y corrió hacia ellas —¿Moriré hoy? —la alfa rió ante el comentario.

Becky cubrió su rostro con sus manos y se quedó así hasta que después de un rato noto que la voz de Freen le hablaba cariñosamente a alguien. Abrió los ojos y miro como el león se acercaba más a Freen buscando más mimos —¿No muerde?