GENESIS || MAZE RUNNER [ THOMAS ]

8

A la mañana siguiente, Minho, Venus y Thomas estaban en el bosque, la idea de los primeros dos era que el peli negro viera el laberinto ya trazado y muchos mapas del laberinto y más cosas. Este mismo estaba sorprendido por lo que miraba. Minho quitó la sábana dejando a la vista la maqueta del laberinto hecho de pequeños palitos de madera.

— Vaya... —murmuró al ver lo enorme que estaba aquella maqueta—, ¿no que aún seguían trazando el laberinto? —miró a la peli negra quien ya estaba un poco mejor de su herida, aún no sanaba pero ya no dolía demasiado.

— Esto se dejó de trazar hace un año, fue idea de Alby de no decirle a los habitantes sobre esto —señaló la maqueta y se apoyó en la mesa de madera.

— ¿Por qué? —cuestionó Thomas, impresionado por aquello.

— Por qué ellos tienen esperanza de que algún día vamos a salir de aquí, y es mejor mantenerlo de esta manera, no armemos un escándalo o algo terrible puede pasar—soltó un bufido y Thomas se acercó para ver mejor aquellos trazos.

— Es enorme.

— Lo sé, nosotros recorrimos cada rincón de ese lugar, y aún así no hemos encontramos nada. Ni una salida y eso nos preocupa —el asiático se cruzó de brazos hasta que fueron interrumpidos por dos chicos—, ¿ustedes que hacen acá?. Saben perfectamente que tienen prohibido venir a este lugar —les regañó pero no le dieron importancia.

— Lo sabemos, y pedimos perdón por ello pero, es la chica —uno de ellos dijo y los tres se miraron al mismo tiempo. Thomas llegó su vista a los dos chicos.

— ¿Ella despertó?.

— Si, está despierta.

Los cinco salieron del bosque y corrieron de nuevo al área, a la chica le costaba correr pero su herida no la detuvo, todos estaban amontonados. Venus vió a Chuck a lo lejos y se acercó a él, este estaba riendo.

— Chuck. ¿Qué sucede? —el de cachetes regordetes reía a carcajadas y señaló hacia arriba—, las chicas son asombrosas —Venus desvió su mirada y notó que se refería a la nueva novata que había llegado, claro, no había otra mujer más que ella.

— Claro que somos asombrosas pequeño Chuck.

Venus vio que la chica les estaba lanzando rocas a todos los habitantes, claro, estaba asustado la entendía a la perfección porque no sabía en donde estaba y porque solo había puro hombre en aquel extraño lugar.

— ¡Deja de lanzar rocas maldita sea! —exclamó con dificultad Gally hasta que le cayó una roca en la cabeza y él se quejó, los demás chicos se cubrían con madera y ese tipo de cosas.